Ceptide 165
Ya no hagas eso. Donan, es que ya no te quiero, no lo entiendes?” Dijo con un sollozo, empujándolo con fuerza, “Todos dicen que eres bueno conmigo, gentil, considerado, atento, tolerante, que yo no sé apreciar lo que tengo, pero toda esa bondad tuya parece programada, sin calor humano.
Ni siquiera siento un poquito de calidez en ti o en tu familia,’ reprochó Amelia con una mezcla de tristeza y frustración en su voz. “Siempre son tan anogantes, como si casarme contigo hubiera sido una gran suerte para mi.
Me equivoqué, jamás debi dejarme llevar por la ambición de casarme contigo. Ya he pagado un precio, ¿pueden tul familia y tú dejar de atormentarme? Puedo cuidar de mí misma, no necesito nada de ti, seamos simplemente desconocidos, ¿podemos…? Mmm…”
Dorian sello sus palabras con un beso, silenciando sus sollozos y su desesperación.
Amelia lo empujaba con fuerza, descargando su tormento.
El dejó que lo golpeara, sus manos firmemente ancladas en la nuca de ella, manteniéndola inmóvil en el asiento del coche mientras profundizaba su beso.
La resistencia de Amelia se fue suavizando bajo el calor de sus besos cada vez más intensos.
Finalmente, dejó de empujarlo, pero tampoco correspondió el beso, simplemente dejó que las lágrimas cayeran sin control
El ritmo del beso de Dorian comenzó a disminuir.
No la soltó, la abrazo con fuerza, con su frente pegada a la de ella y sus alientos mezclándose.
“Lo siento, murmuró con una voz ronca y profunda.
“No quiero tus disculpas,” lo apartó suavemente, “Dorian, no puedes seguir siendo tan contradictorio.”
“Entonces piensa que soy un villano.
Dijo él con voz ronca, observando las lágrimas en las esquinas de sus ojos, levantó su mano y con la yema de los dedos comenzó a secarlas cuidadosamente.
Amelia alzo su mirada hacia él.
Él la miraba serio y concentrado, con una ternura y un leve arrepentimiento en su mirada que nunca había mostrado
antes.
Pero Amelia no quería su arrepentimiento.
No buscaba hacerlo sentir culpable.
El matrimonio no había sido solo un error de Dorian; ella también tenía su parte de responsabilidad
Solo quería poder seguir adelante.
Movió ligeramente su cabeza, esquivando la mano de Dorian.
Él la observaba, esperando alguna señal.
