Capítulo 16
Al voltearse, Rafael, ya con ropa distinta, se dio cuenta de la mirada de Amelia, que pasaba de la confusión a
la decepción
El la miro y preguntó con una sonrisa: “¿Te confundiste de persona?”
Ella, un tanto avergonzada, respondio con una risita “Por un momento pensé que había visto a alguien. conocido Supongo que la gente quapa se parece
Rafael y Dorian tenían cortes de pelo similares y eran de estatura parecida, por eso casi creyó ver a Dorian. Quizas fue la similitud en su aura o tal vez estaba demasiado distraida. Por un instante, realmente pensó que
Dorian estaba ahi.
Rafael tambien sonrio, pero no dijo nada más. Su mirada se posó en el informe médico que ella sostenía y luego volvió a su rostro No vas a regresar?”
No hizo mas preguntas.
Amelia tampoco quiso entrar en detalles: “Justo estaba por irme.”
“Vamos juntos dijo Rafael y al terminar se dio la vuelta.
Amelia lo observó alejarse y sin pensarlo, acarició su vientre aún plano. Las emociones eran complicadas; penso que habia cortado por lo sano, pero ahora, con un hijo en camino, las ataduras serían más profundas. Eso era parte de su indecisión.
Por un lado, quería dejar atras el asunto, vivir sin ataduras y con tiempo olvidar.
Pero una atadura significaba futuros enredos.
Amelia no queria ese tipo de complicaciones.
Sin embargo, significaria renunciar al niño.
Y solo de pensar en renunciar, sentía un dolor punzante en el corazón.
Por la noche, Frida la llamó, percibiendo que Amelia estaba preocupada.
“¿Qué pasó?, pregunto su amiga con inquietud. “Cuando te fuiste estabas bien, ¿por qué ahora estás tan preocupada? No te va bien en tu nuevo hogar?”
Amelia negó con la cabeza, recién salida de la ducha y lista para dormir, mientras que Frida la llamaba a primera hora, por la diferencia horaria, eran casi las 12 de la noche para Amelia y las 7 de la mañana para su amiga.
“No puede ir mal si apenas llegué, dijo Amelia, sentada en la cama con una enorme almohada en su regazo y el teléfono en una mano, apoyando su barbilla en la almohada, lucia un poco desanimada.
¿Por que te levantaste tan temprano?”, preguntó. “¿No empiezas a trabajar a las diez?”
Frida trabajaba en horario flexible y vivia cerca de la oficina, usualmente se levantaba después de las nueve.
“Bueno, me preocupaba que te fueras a dormir y quise llamarte antes, ¿quién te manda a estar tan lejos?”
Frida, con la boca llena de espuma de pasta de dientes, murmuró una respuesta y Amelia no pudo evitar reir: ‘No uses eso como excusa. Si no fuera por el trabajo, nadie creeria que madrugarias.*
“Estoy ocupada con el trabajo, pero llamarte es lo más importante, insistió Frida, aunque no era fácil engañarla, ¿Qué pasó realmente? Te veo cansada.”
Estoy embarazada, confesó Amelia sin intención de ocultarlo, “estoy pensando qué hacer.
Pride cas se atradanta con el enjuague bucal, rapidamente terminó y le dijo frustrada: “¿Qué vas a hacer?
Capitulo 16
Claro que vas a tenerlo. Si Dorian se hace responsable, bien, sino, yo te ayudo a criarlo.”
Ella sonrió, pero su sonrisa se desvaneció rápidamente y dijo: “Él se hará responsable, pero no quiero que lo
haga.”
“No hay problema, yo te ayudo, dijo su amiga, tomando una decisión en segundos, “mi empresa tiene proyectos inmobiliarios en Europa, puedo pedir un traslado y ayudarte a cuidar a mi futuro ahijado o ahijada.”
Amelia le dijo incrédula: ¿En serio?”
“Claro que sí, aseguró Frida, aunque algo nerviosa, “siempre y cuando logre cerrar hoy el proyecto del Hotel Esencia, pedir el traslado será pan comido.”
La sonrisa de Amelia se congeló por un momento.
Frida no se perdió ese cambio sutil en su expresión y preguntó con cuidado: “¿Te molesta?”
El Hotel Esencia era propiedad del conglomerado de Dorian.
Ella soltó una carcajada: ¿De qué tengo que molestarme? Mi ruptura con Dorian fue tranquila, no de esas en las que terminan odiándose a muerte.”
“Además, si logras cerrar ese trato con su empresa, no sería un simple cambio de aires. Tendrías un logro concreto bajo el brazo, cualquier gran empresa te estaría buscando para contratarte.” Amelia añadió, “Te
deseo todo el éxito del mundo.
“Gracias, respondió su amiga con una sonrisa, “pero Dorian no es alguien fácil de convencer, eso seguro.”
Amelia continuó: “No te preocupes, de todas formas no vas a verlo en persona.”
Frida no dijo nada.
Ella la consoló: “Lo tuyo es más que todo negocios y captación de proyectos, hasta donde sé, ahora mismo es Carolina la que está a cargo de eso.”
“¿Ah si?” Su amiga se sorprendió, “¿Carolina también está en el Grupo Esencia? ¿No me digas que esos dos estaban en algo juntos? Ahora entiendo tu divorcio repentino, resulta que era por…
“¡Basta ya!” Amelia la interrumpió rápidamente, “Me enteré de que ella estaba en la empresa el mismo día que decidi divorciarme. Mi divorcio es un asunto personal y no tiene que ver con nadie más.”
Sin embargo, su amiga no parecía convencida: Si no hay nada entre ellos, ¿por qué Dorian aceptó el divorcio tan rapidamente en cuanto se lo mencionaste?”
Amelia se quedó en silencio.