Capítulo 346
Roberto se quedó por un momento en silencio, luego con una expresión algo avergonzada, dijo: “Yo no estoy a la altura de la Srta. Muñoz“.
El realmente pensaba que no era digno de alguien ton excepcional como Yolanda.
Los labios finos de Sebastian se movieron levemente al hablar, “Ustedes dos, uno es un galán sin cerebro y la otra es astuta y manipuladora, Son la pareja perfecta“.
La palabra astuto
Sebastian la habia aprendido recientemente de Gabriela.
Y en ese momento, la estaba usando contra Yolanda.
Aloir eso, Roberto se desesperó rápidamente trató de explicarle a Sebastián:
Hermano Sebas! Realmente estás malinterpretando a la Srta. Muñoz. Ella no es como tú piensas, jes verdaderamente bondadosa! Ha ayudado a mucha gente, hasta le da pena matar a una cucarachal
No entendia por qué Sebastián tenia un prejuicio tan marcado hacia Yolanda.
Sebastián solia parecer bastante inteligente.
con un sentido claro del bien y del mal
¿Cómo podia estar tan confundido con respecto a ella? Se preguntaba Roberto.
Sebastián ya no tenia ganas de escuchar más excusas de Roberto, se dio la vuelta y bajo las escaleras.
Roberto suspiro de la impotencia,
Pensé que algún dia Sebastián se arrepentiria de perder a una chica tan bondadosa como Yolanda.
Para entonces, seria demasiado tarde.
Incluso si Sebastián llegara a interesarse por Yolanda, según la personalidad de ella, no necesariamente estaría interesada en él.
Después de todo, Yolanda no era una de esas mujeres interesadas que buscan ascender socialmente.
Roberto no quería que Sebastián se arrepintiers.
Mientras tanto en el primer piso.
Gabriela habia comenzado su aventura degustando postres, devorando más de una docena de platos en una sola sentada. El chef de postres, que tenia una estrella Michelin, estaba asombrado y dijo, “Señorita, ¿no teme engordar?”
Gabriela levantó ligeramente la mirada, sonriendo mientras respondia: “Si haces los postres tan deliciosos, ¿qué importa si subo de peso?”
No hay chef en el mundo al que no le guste que elogien su trabajo
Al air eso, el chef sonrió ampliamente y dijo. “Ya que te encantan tanto, permitem mostrarte mi especialidad, el Dessert Mont–blanc”
Ese postre normalmente se ofrecía en cantidades limitadas en los restaurantes con estrella Michelin
Solo se hacian tres porciones al dia
y las reservas ya estaban completas hasta el próximo año.
Los ojos de Gabriela brillaron y dijo, “Clarol Estoy muy emocionadal”
El chef comenzó a preparar el postre en vivo, mientras Gabriela esperaba y conversaba con él
A través de la charla, Gabriela se enteró de que el chef se apellidaba Urbina,
era de ascendencia latina.
No pasó mucho tiempo hasta que el legendario Dessert Mont–blanc estuvo lista.
El maestro Urbina lo colocó frente a Gabriela y le dijo.
“Prueba esto,
El postre tenia una apariencia exquista y se veia delicioso.
Gabriela tomó una cucharada y al probarlo, el dulzor del chocolate se fundió en su paladar, era dulce pero no empalagoso, “Delicioso! ¡Muy delicioso! Maestro Urbina, su habilidad es incomparable!” Elugió Gabriela,
El maestro Urbina se llenó de alegria al ser elogiado
Sebastián, que acababa de bajar las escaleras, vio a Gabriela sentada alli disfrutando de su postre.
Y además, estaba conversando animadamente con el chef de postres.
Parecia que se estaba divirtiendo mucho.
En su memoria, ella siempre habia sido capaz de entablar conversación con cualquiera.
Capitulo 346
Primero se hizo amiga de la abuela Zesati, a pesar de la diferencia de edad.
Luego, se hizo amiga de Eva e incluso se Bamaban hermanan…
Y en ese momento incluso estaba charlando tan alegremente con un chef de postren.
Algo asi seria dificil de lograr para otras personas.
Después de todo, cuando Gabriela conoció a la abuela Zesati,
era una mujer que no tenía nada, una “mendigo“.
Sebastián se quedó alli parado, sosteniendo un rosario en la mano, con un aire de austeridad mezclado con una intensa aura de dominio que irradiaba por todo su ser.
Eso hizo que la gente alrededor se girara para mirar, preguntándose quién podria ser él.
Yolanda fue la primera en notar i presencia de Sebastián.
Además, Sebastián también la estaba mirando.
Al darse cuenta de eso, Yolanda se lleno de un éxtasis incontenible, y su corazón emocionado comenzó a latir fuerte y acelerado.
Ella estaba pensando.
Si Sebastián se acercara a hablarle, ¿cómo debería rechazarlo?
En efecto, ¡Yolanda queria rechazarol
Después de todo, un hombre como Sebastión seguramente tendría un montón de mujeres deslumbrantes y descaradas queriendo pegarse a él.
Y ella no era como esas mujeres.
¡Ella seria la primera en rechazar a Sebastian!
Solo así podria capturar profundamente la atención de él,
jhacer que Sebastión no quisiera a otra que no fuese ellal
Que la amara solo a ella, por el resto de su vida.
“Yoli, ¿cuándo has llegado? ¿Por qué nadie me avisó de tu presencia?” resonó en el aire una voz masculina agradable
