Capítulo 696
Ricardo, con rabia, pateó la silla que estaba a su lado y grito: “No me importa su reputación! ¡El que me dejó colgado hoy fui él! ¡Miren bien, todo el equipo de rodaje, más de diez personas, preparándose desde primera hora de la mañana, y él simplemente no aparece! ¿Todavia tengo que preocuparme por su reputación? Debería estar agradecido de que aún no le he ajustado las cuentas!”
Todos en el set se asustaron con esta repentina explosión de ira.
Todos cerraron la boca, ni siquiera se atrevieron a respirar.
“Pero Ricardo, después de todo él es…”
“No me importa quién sea! Si no eres profesional, no deberias estar en este negocio.”
Selena se mordió el labio, pensando en su interior que Ricardo era famoso por su temperamento explosivo, una vez que cruzabas su linea, no habia forma de calmarlo.
“Si, si, si el asistente se apresuro a asentir
Al ver a Ricardo de esta manera, Selena se alejó un poco, sacó su celular y marcó el número de la compañía.
“¿Puedes averiguar dónde está César ahora?”
La persona al otro lado del teléfono tenia sus dudas, pero aun asi accedió
En una cafeteria de lujo, César estaba sentado cómodamente en un rincón discreto, disfrutando de su café.
“César, ya pasó la hora acordada, ¿estás seguro de que esto está bien?” Celeste Acosta miró su reloj una vez más.
César ni siquiera la miro, “¿Qué tiene de malo? Si me ofendes, deberías pagar el precio.”
Celeste se amargó un poco. “¿Quién te ofendió? ¿Fue la Revista Moderna, Joya Choard, ¿el equipo de rodaje? ¿0 la señorita Janet? César, la señorita Janet es muy popular ahora, mucha gente quiere establecer una relación con ella. Vas a comenzar a filmar pronto, y tienes tu propia pelicula que hacer, no sabes lo importante que es agrandar tu fama? Tu..”
“Callate! Tengo muchas maneras de aumentar mi popularidad, no necesito aprovecharme de la fama de Janet. Si no fuera por ella y Selena…
Naturalmente, no dijo la siguiente parte, después de todo, Celeste todavia era su novia.
Pero Celeste pudo entender lo que queria decir
Era por Rosa otra vez.
Celeste apretó los dientes, su cara llena de decepción, “Sé que tienes orgullo, pero incluso si no quieres aprovechar la fama de Janet, deberías considerar tu propia reputación. Si los medios se enteran de que estás retrasando esto, ¿cómo vas a explicarlo?”
“Estoy enfermo, no me siento bien. Nunca te saltaste una clase?”
En ese momento, el asistente de César recibió otra llamada del equipo de rodaje.
“Lo siento mucho, César se puso enfermo ayer, ahora está tomando suero ¡Tan pronto como termine, iremos alli! Lo siento de verdad”
César miró a Celeste con satisfacción, “¿Lo oiste? Has estado a mi lado tantos años y sigues siendo tan rigida
La mirada de Celeste se enfrió un poco, mostrando indiferencia.
“Hasta cuándo planeas retrasar esto?”
“¿Por qué tanta prisa? Terminemos este café primero.”
Celeste no dijo nada más, pero su asistente se acercó un poco incómodo para recordarle,
“El fotógrafo Ricardo detesta la falta de profesionalidad de los artistas, no le importa tu excusa, incluso en situaciones extremadamente dificiles, tienes que cumplir con tus compromisos. Una vez que se enfada, no hay forma de detenerlo…”