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La Caída y el Rescate del Amor Capítulo 296

Capítulo 296

Capítulo 296

Después de cenar, Selena se disponía a ayudar a limpiar la mesa, s

in embargo un empleado se acercó a informarle que su teléfono no dejaba de sonar y que temía que se quedara sin batería, por eso vino a avisarle.

En realidad, desde la noche anterior, los mensajes y llamadas de Héctor no habían cesado. Selena lo había estado ignorando, pero no esperaba que él fuera tan persistente.p

ero cuando sacó su teléfono para ver quién estaba llamando, se dio cuenta de que no era Héctor, e

ra Rubén,‘s

u supuesto padre biológico. ¡

Qué extraño!

Con los ojos medio entrecerrados, Selena camino hacia el balcón de la sala de estar con el teléfono en la mano y contestó la llamada.

“¿Qué sucede?” Su voz era plana, sin una pizca de calidez.

“¿Esa es la forma en que hablas con tu padre, desgraciada?” La voz enfadada de Rubén sonaba a través del auricular.

“¿Padre? Ja, solo eres el padre de Rosa.”

“¡Desvergonzada! ¡No tienes idea de lo que es ser agradecidal Rosa es tu hermana, no importa cómo lo veas. Has herido sus sentimientos una y otra vez, esta vez incluso la has hecho arrodillarse y pedirte disculpas en público. ¿Sabes que es una figura pública? ¿No crees que ya has causado suficientes problemas en estos días?”

Selena apretó el teléfono, se llevó una mano a la frente y soltó una carcajada fría.

“Solo se está haciendo daño a sí misma. Cada vez que algo sale mal, ella solo se lamenta. Ahora que está en problemas, en lugar de resolverlos sigue dando lástima. ¿No se cansan de ver su cara triste todo el día?”

“No es más que tu culpa…”

La mirada de Selena se enfrió, perdiendo la paciencia. “Basta, si tienes algo que decir, dilo. Si no, voy a colgar.”

Rubén, temiendo que Selena colgara, dijo de forma apresurada:

*¡No te atrevas! Vuelve a casa ahora mismo, tengo algo importante que decirte

Selena levantó una ceja, se quedó en silencio durante un par de segundos y luego dijo, “Está bien, volveré en un rato.”

Después de eso, colgó el teléfono. No importaba lo que Rubén dijera después, ella no estaba escuchando.

Guardó el teléfono, con los ojos llenos de indiferencia.

Cuando volvió a la sala de estar, David estaba de pie allí mirándola,

“¿Qué sucede? ¿Hay algún problema?”

Selena sacudió la cabeza, hizo una pausa por un segundo y luego dijo: “Me llamaron de la familia Morales para que vuelva ahora.”

David frunció el ceño ligeramente, “¿Aceptaste?”

“Sí.” Selena se acercó al sofá, guardó el teléfono en su bolso, tomó un trago de agua de la mesa de café, luego miró a David y preguntó suavemente: “¿La abuela ya está tomando su siesta?”

“Si.”

Selena dejó su vaso y se acercó a David, mirándolo a los ojos.

“Necesito un lugar para descansar.”

Hubo un destello de sorpresa en los profundos ojos de David. “No te vas.”

Selena se encogió de hombros. “Seguro que no van a decir nada bueno de mí. Que esperen.”

David sonrió y agarró su mano.

Selena echó un vistazo rápido alrededor. Los empleados estaban recogiendo en silencio, sin prestar atención a lo que pasaba allí.

“¿Qué haces?”

“Te llevaré a descansar.”

Ah

Selena lo siguió. Si la habitación de invitados estaba arriba, no debería haber ningún problema.

Pero a medida que el camino a la habitación se volvía más y más familiar, los pasos de Selena se volvían más y más pesados.

Hasta que estuvo frente a la puerta, viendo a David abrirla, sintió un impulso de huir y

eso fue exactamente lo que hizo, gíró instintivamente para irse, p

ero fue cargada por David y llevada al interior de la habitación.

“¡David!” Selena gritó, agarrando instintivamente sus hombros.

David la puso en la cama, apoyándose con ambas manos en el borde de la cama, envolviéndola en su pecho. “¿Podrías dormir aquí, por favor?”

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