Capitulo 271
Capítulo 271
Selena jamás se hubiera imaginado, su plan era darle una sorpresa a este hombre, pero resultó ser la sorprendida por la escena que tenía delante.
David, asombrado, mostraba una rara expresión de verguenza en su guapo rostro.
Unos segundos después, David movió sutilmente las cejas, volviendo a mirar à Selena, con una mirada ligeramente entrecerrada:
¿Sabias que estaba aqui desde hace tiempo?”
Selena parpadeó y debido a la perfecta diferencia de altura entre ellos, al abrir los ojos pudo ver el pecho desnudo de David.
“Yo…” Parecia que su cerebro no podia reaccionar.
David sonrió levemente, extendiendo su mano para atraerla al interior de la casa.
Selena quedó atrapada entre la puerta y su cuerpo, sin ningún espacio para esquivarlo.
*¿Cuándo te diste cuenta de que vivia aquí, eh?”
David la miro, con una leve sonrisa en su rostro.
Su cuerpo emitía un aroma fresco, que hacia que su figura se viera aún más clara. Ante su delicada y firme piel, Selena se vio obligada a desviar la mirada.
Sin embargo, cuando levantó la vista y sus ojos se encontraron, se sintió como si hubiera saltado a un abismo aún más profundo.
*… Desde el primer día que me mudé…” respondió Selena en voz baja, avergonzada.
David entrecerró un poco los ojos, deteniéndose por una fracción de segundo: Los gemelos?”
Selena asintió,
David bajó la vista para mirar lo que tenía en la mano, y luego lo tomó
“¿Qué es esto?”
“Fui al supermercado. Acordamos cenar juntos. Ya pensé en lo que iba a hacer, carne a la parrilla, pasta, foie gras… La última vez le pregunté al chef en casa de mi abuela cómo hacerlo, lo tengo todo en la cabeza, puede que tome un poco de tiempo, solo espera un poco“.
La mirada profunda de David se volvió aún más intensa por lo que apretaba un poco más la mano con la que la sostenía.
Selena sintió claramente su cambio, apresurándose a apartarse de los brazos de David y dirigiéndose a la cocina.
“Voy a cocinar.”
David no la siguió, dejándola escapar de sus brazos.
Se giró para ver su silueta un poco apurada, mientras esbozaba una ligera sonrisa.
Luego se dirigió a la sala de estar.
Selena sacó todo de la bolsa, fue al comedor a buscar tijeras para preparar el foie gras, pero escuchó la voz profunda de David.
Sólo escuchó mencionar una marca de joyería, la misma a la que había ido esa tarde.
Frunció el ceño pensativa, y volvió a la cocina.
Selena estuvo ocupada en la cocina durante un buen rato, cuando se giró para buscar un recipiente, se encontró con David en la puerta de la cocina.
Se quedó perpleja, y su mirada se desvió involuntariamente hacia su pecho: “¿Podrías ir a cambiarte?”
David bajó la vista para revisar su ropa, luego volvió a mirarla, su rostro mostraba una ligera ruborización, apoyado contra el marco de la puerta, negó con la cabeza.
“No“.
Su voz era profunda y seductora, hablaba muy despacio, su rostro guapo mostraba una leve sonrisa, parecía un poco perezoso, dando una sensación de encanto malvado.
Selena sintió un escalofrío.
¿Qué era ser humilde y cortés?
¿Qué era ser refinado y cultivado?
¿Acaso en lo más profundo de su corazón era una persona astuta?
Ella no le prestó más atención, encontró algunos platos en el armario, los puso en el fregadero y comenzó a lavarlos.
Ya se había puesto ropa cómoda para estar en casa cuando llegó, sus manos se movían suavemente, su largo cabello estaba recogido detrás de su espalda, moviéndose ligeramente con cada movimiento.
David observó su delicada y elegante figura durante un largo tiempo, hasta que finalmente se levantó y se acercó lentamente a ella.