Capítulo 217
Capítulo 217
Se acercó a ella, con la espalda recta inclinada hacia ella, sus manos apoyadas en los bordes de la mesa a ambos lados de su cuerpo, encerrándola completamente en su territorio.
Su actitud era dominante, y no le daba la menor oportunidad de escapar.
Tenía un fuerte deseo de poseerla.
Selena míró los ojos del hombre.
“Yo…” Estaba nerviosa.
Sus labios fueron besados bruscamente.
A Selena no le gustó ese beso confuso.
Extendió la mano para empujar sus hombros, pero David de repente agarró con fuerza su cintura y la levantó sobre el escritorio.
Y durante todo el tiempo, nunca la soltó, siempre la besó.
Sus dientes mordían sus labios cada vez más fuerte.
Selena temía que de repente usara la fuerza y mordiera sus labios con abruptamente.
Solo pudo hablar en el espacio entre ellos, “No… no muerdas…”
David no se detuvo.
Realmente quería seguir mordiéndola hasta que le doliera, para que ella no tuviera dudas de que solo él tenía el derecho de tratarla así.
Pero aun así, no pudo conseguirlo.
Su beso se deslizó por la comisura de sus labios, cayendo en su oído, su aliento cálido era ardiente.
El cuerpo de Selena temblaba ligeramente.
Notó rápidamente su zona erógena.
No dudó en enrollar su lengua alrededor de su suave lóbulo.
Casi al mismo tiempo, su camisa fue arrancada con fuerza, exponiendo su hombro izquierdo.
El sujetador negro colgaba de su hombro pálido como si estuviera tallado, y la piel blanca que se veía en el borde de la copa, temblaba ligeramente.
La mano de David en su cintura levantó lentamente el dobladillo de su camisa, y su cálida palma se apoyó directamente en su piel.
Selena tembló violentamente, inhaló bruscamente, una luz blanca parpadeó en su mente, y de repente giró la cabeza para evitar el beso del hombre, empujándolo con fuerza.
“¡David!”
Su voz de repente se volvió mucho más fuerte, y los movimientos de David se detuvieron.
Sus ojos se apartaron de su hombro izquierdo y levantó la cabeza para mirar a Selena.
La expresión de Selena era fría pero con un toque de pánico, extendió la mano para levantar la camisa caída de su hombro, agarró con fuerza el cuello y se cubrió por completo.
Sus ojos lo miraban fijamente, llenos de reproche.
David, por otro lado, desabrochó los dos botones de su cuello.
La cara camisa blanca se arrugó un poco en el movimiento reciente, y el cuello abierto mostraba claramente su piel y sus clavículas.
La habitación se sumergió en un silencio profundo.
David miró el rostro de Selena, pero vio que sus ojos se habían vuelto rojos sin que él se diera cuenta, pero aun así había un rastro de terquedad. Después de dos segundos, ignoró la resistencia de Selena, abrió sus brazos y la abrazó con fuerza en sus brazos.