Capítulo 1694
“Pensé que esta noche nos traería alguna sorpresa, pero resulta que es solo esto, ¿Cómo puede una princesa aparecer con un atuendo tan común?”
“Tal vez ella misma siente que eso es lo máximo que puede hacer.”
“Da la sensación de no estar a la altura.”
Esas palabras hicieron que Elena y Lila, quienes habían entrado primero en el salón de fiestas, se miraran entre sí, sin poder evitar sentirse satisfechas y regocijándose en la desgracia de Selena, mientras pensaban;
¿Quería opacarlas? Deberia evaluarse a sí misma primero, ¿tenía la capacidad para hacerlo?
Aunque habían visto el vestido de la coronación de la princesa, ahora que llevaba un vestido tan común a una fiesta tan grandiosa, era una vergüenza. Esta vez no habían hecho nada, todo era obra de ella misma.
Con Selena como comparación, las sonrisas de las dos hermanas en sus rostros se volvieron más confiadas y arrogantes.
Cada vez más personas se acercaban para halagarlas y cuando Selena bajó con la caja en sus brazos, el camino de delante ya estaba cerrado. Esa situación era extrañamente familiar.
Elena y Lila estaban de buen humor, las sonrisas en sus rostros eran cada vez más brillantes.
Aceptaban con gusto los elogios, solo que Elena era mejor que Lila en disimular, aún sabía ser humilde.
Las dos se dirigieron lentamente hacia el centro del salón de fiestas, pero en ese momento,
figura que estaba en el escenario ya estaba disgustada.
Aun siendo la verdadera protagonista de la noche, debido a la aparición de Elena y Lila, Fina una vez más, perdió toda la atención y protagonismo. Aunque al principio no le importaba, con el tiempo, su comportamiento de robar protagonismo le empezó a resultar desagradable. Nadie quería que en un día que era solo suyo, le robaran el protagonismo.
Además, ella podía ver que esas dos hermanas, cada vez que asistían a su fiesta, solo lo hacían para satisfacer su propia vanidad. Era realmente despreciable.
Habló de eso con su abuelo, y este año, debido a la aparición de la nueva princesa, finalmente tuvo una razón para no invitarlas.
Pero maldita sea, ¿aún se atrevían a asistir?
Llegaron hasta aquí y no les permitieron entrar, necesitaron preguntar a su abuelo si debían permitirles la entrada. Incluso si ellas no tenían vergüenza, la familia Bolaños debía responder ante la Reina Julia y el palacio.
Estaban seguras de que no`las rechazarían, por eso lo habían hecho.
¡Qué asco!
Sin embargo, Elena y Lila tenían una característica en común, su vanidad había nublado sus mentes.
Solo pensaban en el honor y el respeto que disfrutaban, sin considerar los sentimientos de los demás.
Ambas caminaron lentamente hacia el centro del salón de fiestas y al ver a Fina en el escenario, le sonrieron y la ignoraron.
Las princesas levantaron sus hermosos y lujosos vestidos al subir al escenario, los vestidos ajustados delineaban perfectamente las curvas de sus cuerpos.
Elegantemente se acercaron a la señorita Fina y Elena fue la primera en entregar la caja de regalo.
Sonriendo dulcemente, dijo:
“Para la estrella de hoy, señorita Fina, feliz cumpleaños.”
La chica bajó la vista para mirar la caja de regalo que le había entregado, la tomó sin mirar y planeaba tirarla al rincón donde se guardaban los otros regalos.
Al ver eso, Elena se apresuró a decir: “Fina, ¿no vas a mirar?”
La cumpleañera frunció el ceño y la miró fijamente.
Justo cuando estaba a punto de desahogar su ira, alguien en el público la secundó.
“Exactamente, señorita Fina, también queremos saber qué regalo nos ha traído la princesa este año.”
“Los regalos de la princesa siempre nos han causado mucha envidia.”
“Es verdad, señorita Fina, ábrelo y mira, después de todo, es un regalo de la princesa, abrirlo es una señal de respeto hacia ellas.”
Algunas personas secundaron esas palabras, lo que hizo que otras se unieran a la petición.
Fina estaba furiosa, mordiendo los dientes con rabia. Sin embargo, su madre, que siempre estaba a su lado, le hizo un gesto para que se calmara.
La gente se reunió alrededor de la tarima central y finalmente Selena pudo ver claramente a la señorita Fina en el escenario.
Con solo una mirada, se volvió para mirar al hombre a su lado.
Y finalmente entendió lo que él quería decir con “voluptuosa“.
No esperaba que fuera eso, habló muy sutilmente.
Pero estaba claro que David realmente no era bueno hablando a espaldas de la gente.
Incluso estando con ella, encontrar la palabra correcta para describir a alguien parecía difícil para él.
La señorita Fina, para decirlo de manera directa, era gorda.
Blanca, rechoncha, vestida con un vestido de princesa blanco, su cabello esponjoso estaba muy bien arreglado, llevaba una pequeña corona de diamantes en la cabeza, su cabello caía a ambos lados, cubriendo parte de su rostro, haciendo que su rostro no pareciera tan grande.
Pero después de todo, ella era la consentida del Duque Bolaños, su aire de nobleza y su actitud mimada eran evidentes.
No era fácil de tratar.
Obviamente no considera a las princesas Elena y Lila como rivales.
De hecho, escuchó que Fina habia golpeado a Lila por alguna razón en el pasado. Como resultado, el Duque Bolaños se disculpó con la reina, y esta no hizo seguimiento a la situación, al final no se formó ninguna disputa seria.
Obviamente, la reina siempre respetaría al Duque Bolaños.
El rostro de Fina se veía claramente enfurecido, sus ojos giraban en torno a Elena y Lila, como si quisiera perforarlas con su mirada.
Selena levantó una ceja, la señorita Fina era corpulenta, normalmente no soportaba estar junto a alguien con una figura mejor que la suya.
Pero, aun sin saber cómo se habían comportado Elena y Lila en el pasado, este año, sus vestidos eran elegantes y estilizados, mostrando sus figuras curvilíneas y atractivas, de pie junto a la señorita Fina, incluso sin pensar en compararlas, era obvio quien era más hermosa.
Mirando su propio vestido, realmente agradecía a David por su consideración.
Mucha gente estaba esperando que Fina abriera el regalo de Elena, la madre de Fina le sugirió que no causara problemas.
Aunque estaba enojada, abrió la caja de todos modos.
“¡Wow, qué hermoso!”
“¡Ese rubi realmente es deslumbrante! ¡Y el diseño es hermoso!”
“Es un juego completo, qué envidia, ni siquiera me atrevo a imaginar cuánto cuesta.”
No hace falta decir que el precio era algo que la gente común ni siquiera se atrevía a pensar y más aún al ser un regalo de la casa real.
La sonrisa en las caras de Elena y Lila se profundizó.
“Fina, ¿te gusta este regalo de cumpleaños?” La princesa preguntó con aire de triunfo.
Elena también la miró con una sonrisa ligera.
Fina cerró la caja con un golpe y la puso en la mesa de al lado.