Capítulo 1536
La respuesta de Selena hizo que después de unos segundos de silencio, todo el tribunal, estallará en una algarabia.
Admitió los hechos.
Entonces, ¿cómo debian continuar con ese juicio?
Reyes estaba muy satisfecha con la respuesta de su nieta.
Sonrió y dijo, “Eres inteligente, sabes qué negar los hechos en la corte es una pérdida de tiempo.”
“Aunque todo tiene causas y efectos, solo estás diciendo una parte de los hechos, eliges la parte que te favorece. Admito que sucedió todo lo que dices. ¿Hay algo más de lo que quieras acusarme? Es una buena oportunidad, puedes decir todo lo que quieras, también déjame escuchar, después de tantos años, cuánto te he hecho sufrir.”
El juez sentado en el banquillo tosió levemente y alguien a su lado dijo seriamente:
“Srta. Morales, debes tener cuidado con tus palabras en la corte, todo debe basarse en la realidad, la equidad y la justicia. Si no es un hecho, no lo admitas, de lo contrario nos será dificil emitir un juicio justo.”
Selena asintió, “Está bien, lo tengo.”
Resulta que ya alguien habia hablado con ellos en favor de la Srta. Morales.
Pero lo extraño fue que no les pidieron que cuidaran más de la acusada, solo les dijeron que tanto como fuese posible no pusieran demasiadas restricciones a Selena, la postura, la actitud, las palabras, etc., debías ser acordes a su carácter y gustos.
En cuanto al resultado, cualquier sentencia claramente punitiva, como el encarcelamiento, no estaba permitida.
Normalmente, debía cumplir con las obligaciones legales si perdia.
Solo era un juicio de pensión alimenticia, hacer que alguien fuese a la cárcel, solo ocurría en los peores casos.
Y más aún si era la Srta. Morales, la princesa más ortodoxa del país Y.
Su instrucción, es mejor si no la da.
¿Pero qué tipo de extraña instrucción era esa de que la actitud, las palabras, etc., debian seguir su carácter y gustos?
¿Acaso el tribunal estaba para que ella lo disfrutara?
Adivinaron correctamente, eso era exactamente lo que David’quería.
Dado que Selena queria jugar, entonces él le daría el ambiente idóneo.
Aunque tenia un poco de sentido de “desdén hacia la corte”, también sabía que Selena era una persona con limites.
Ella sabia lo que debía y no debía hacer.
Ella no haría nada demasiado radical en la corte.
Aunque no eran imparciales, la expresión seria y el tono de voz del juez al hablar no dejaron que nadie lo notara.
Después de todo, no se permiten mentiras de ninguna naturaleza en la corte.
La actitud de Selena hizo que la cara de Reyes se volviera aún más agria.
“Dado que respondiste de esa manera, déjame decir unas palabras más. ¡Deberías compensarme por la finca de la familia Morales que destruiste! La participación en Estrella de Oro no es algo a lo que renuncié voluntariamente, ¡también deberías devolvérmela! Además, según la situación actual de tu padre, todo el patrimonio de la familia Morales está bajo tu control y él no tiene nada, ¡deberías devolverle lo que le corresponde!
Él es tu padre, ¿no es un poco inapropiado que te quedes con sus bienes? Además… Rosa creció en nuestra familia, tu padre y yo, nos hemos ocupado de ella en todos los aspectos, sin importar si tiene nuestra sangre o no, ya es un miembro de la familia Morales, después de tantos años, siempre ha estado a mi lado, puedo entender que no la visites, pero eres su hermana, deberías ayudarla en su situación actual.
“Jaja. Selena se rio fríamente, al estar con personas sin escrúpulos durante tanto tiempo, sintió que su nivel moral también estaba disminuyendo.
“¿Qué significa esto? ¿A tus ojos, no solo tengo que mantenerte a ti, sino también a Rosa? Ella me llama hermana, pero le di mis abuelos, mi padre e incluso mi novio, ¿eso no es suficiente? ¿Tengo que cuidar de ella por el resto de su vida? ¿No debería pasar el resto de su vida en la cárcel? ¿Cómo quieres que ayude? “Sra. Reyes, ni siquiera he mencionado aceptar la manutención para ti y aún tienes la audacia de pedirme ayuda para tu nieta. ¿Acaso le debo algo?”
Miró de soslayo a Reyes, su risa era fria, cargada de ironía.
“Ahora que lo mencionas, ¿cuánto tiempo ha estado en el hospital?”
Diciendo eso, sonrió, apoyó su mejilla con la mano y miró al público debajo del escenario.
“Querido, llama al hospital y pregunta qué enfermedad tiene mi hermanita Rosa, que todavía no ha sido dada de alta. Incluso si tiene cáncer y está al borde de la muerte, debería morir en la cárcel, ¿no?”
La sonrisa en su rostro era indiferente, parecía presuntuosa, pero se podia sentir la ir en sus palabras.
Los espectadores también estaban indignados por las absurdas demandas de Reyes.
¿Qué se creia esa mujer?. Pues al no lograr la manutención que exigía, llevó a su nieto a la corte y no solo exigia que la mantuviese, sino que devolviera las propiedades de la familia Morales.
No solo quería la manutención, sino también los bienes de Rubén y si eso no era suficiente, quería que cuidara de su hermana en el hospital, incluso cuando esa hermana fue muy cruel con ella en el pasado.
¿Quién le dio el valor para hacer esas demandas tan descaradas?
Si realmente se cumplieran sus deseos, sería una verdadera injusticia.
Ese “querido alegró a David, y José Bernardo, que estaba a su lado, estaba a punto de levantarse para encargarse de la situación, cuando su jefe sacó su teléfono.
Miró al juez en el escenario y con su permiso, llamó al hospital.
Fue muy directo. “Soy David, quiero que la paciente llamada Rosa Morales, debe ser enviada a prisión de inmediato, incluso si apenas puede respirar”.
La otra parte respondió de inmediato y David guardó calmadamente su teléfono.
Miró a Selena.
Aunque David parecia tranquilo, José se tocó la nariz incómodamente.
Su jefe siempre parecia inexpresivo delante de los demás, pero él, que había estado con David por un tiempo, podia entenderlo un poco.
Claramente esa era su apariencia cuándo completaba una tarea y esperaba un elogio.
¡Con solo una palabra de elogio por parte de Selena, el joven director Terrén se animaria de inmediato!
Si José pudo notarlo, entonces Selena lo entendió aún más.
Alzó ligeramente una ceja, dándole un guiño a David.
El hombre esbozó una sonrisa.
