Capítulo 396
Al escuchar eso, Rafael frunció el ceño y volvió a mirar su celular
No habia demasiada emoción en su rostro, incluso mostraba cierta resistencia. No tenia intención de devalver la llamada.
Sin embargo, antes de que pudiera guardar el celular en el bolsillo de su pantalón, el teléfono sono de nuevo En la pantsita se mostraba la misma llamada entrante de “Sunny’, insistiendo en no parar hasta que él le contestara
Violeta viendo la preocupación en su frente, se soltó de sus brazos y le dijo Contesta la llamada, yo iré a la cocina a preparar la cena
Aprovechando que él no reaccionaba, se dio la vuelta y bajo rápidamente las escaleras
En la cocina, Lucia ya había preparado todo y estaba a punto de llamarla para que cocinara.
Violeta se puso el delantal y tomó el lugar de Lucia. Comenzó a trabajar frente a la estufa, con el ruido del extractor de humo zumbando.
La cena consistia en tres platos y una sopa, bien balanceada entre carnes y vegetales. Cuando llevo el ultimo plato de sopa a la mesa, Nono ya se habia lavado las manos y estaba sentado en su silla, con la boca abierta y tragando saliva, luciendo particularmente adorable.
Violeta, encantada, acarició su pequeña cara, Bebé, debes estar muy hambriento. Ahora podemos comer!”
“¡Gracias, Vivi
Después de decir eso, Nono empezó a comer con avidez.
Violeta no se sentó de inmediato, sino que salió del comedor. Miró a su alrededor y no vio a Rafael. Además, parecía que su chaqueta había desaparecido del respaldo del sofá.
Frunciendo el ceño, le pregunto a Lucia, que acababa de salir de la sala de estar, “Lucia, ¿Rafael volvió al estudio?”
El Sr. Castillo se fuel” Lucia le respondió
“¿Se fue?” Violeta estaba sorprendida
Si.
a asintio y continuó, “El señor me pidio que te
i, justo cuando entraste a la cocina, se fue con su celular, dijera que comieras con el niño, que no necesitas esperarlo. Tiene que ir a ver a alguien y tiene algunos asuntos que atender (Solo necesitas dejarle algo de comida!”
Sin hacer más preguntas, Violeta tenía una idea de lo que estaba pasando.
Bianca le habia llamado. Si se habia ido a esta hora, probablemente fue a verla….
“Ah.” Respondio bajito.
A través de la ventana, la noche comenzaba a caer y la luna colgaba alta en el cielo azul oscuro Algunas estrellas parpadeaban con timidez.
La casa estaba muy tranquila, solo se oia el sonido del televisor en la planta baja.
Sólo había una lámpara encendida en la sala de estar Violeta, agarrando el control remoto, estaba sentada en el sofá. No estaba prestando atención a la serie de television, su mirada estaba siempre en la entrada. Con cada minuto que pasaba, su expresión se volvía más tensa
Violeta bajó la vista para mirar su reloj.
Habían pasado casi cuatro horas desde que se fue…
La ansiedad de la espera era diferente a la de la última vez que estuvo en Nueva York con Julián. Era como si un gato estuviera arañando su corazón.
Después de un rato, se oyó un leve sonido de motor en el patio. Violeta agudizó el oido para escuchar, y cuando oyó el sonido de la cerradura en la entrada, inmediatamente apartó la vista.
Se recostó en el sofá, mirando fijamente la televisión.
Incluso si la serie de televisión ya había terminado y estaban pasando comerciales, no apartaba la vista, como si estuviera absorta.
No paso mucho tiempo antes de que se escucharan pasos firmes acercándose.
Rafar! se quitó la chaqueta y, mientras desabrochaba los puños de su camisa, le preguntó: “Nono ya está durmiendo?”
“Si.” Respondió Violeta.
¿Has estado esperandome todo este tiempo?” Preguntó Rafael.
“No.” Violeta seguia mirando la televisión.
Al ver esto, Rafael miro hacia el comedor y le preguntó: “¿Me dejaste algo de comida?”
“Si. Respondió Violeta en voz baja
Como si fuera intencional, sólo respondía con una palabra, sin decir ni una más.
“Vivi, tengo mucha hambre, parece que me duele el estómago”.
Violeta seguia absorta en la televisión, como una monja en meditación. Quería decirle que buscara comida en la cocina por si mismo, pero cuando vio por el rabillo del ojo que se llevaba la mano al estómago, se levantó del sofá después de unos segundos.
Violeta se regaño a sí misma en su interior por su debilidad
debilidad antes de dirigirse a la cocina.
No había preparado una comida especial para él, pero después de comer con el niño, ella habia preparado un plato de carne de res y uno de verduras solo para él. La sopa siempre se mantuvo caliente en la estufa, para que en un par de minutos pudiera estar lista para comer.
Violeta llevo la comida desde la cocina, y Rafael tomó su lugar en la silla frente a ella.
Le paso los cubiertos, pero no se quedó a su lado. En cambio, dijo suavemente, “Come despacio, subire primero
Después de hablar, camino alrededor del otro lado de la mesa para salir del comedor.
Cuando Rafael termino de comer y subio, Violeta parecia haber terminado de bañarse y estaba acostada en la cama Rafael la echo un vistazo y sin decir nada, entró al baño.
Cuando salió del baño después de su ducha, Violeta estaba acostada de lado en la cama, mirando fijamente la luz de la lampara. Al oir sus pasos, cerro los ojos rápidamente.
Viendo esto, Rafael no la confrontó, simplemente levantó una ceja con una sonrisa irónica.
Dejó la toalla en la mesilla de noche y se metió en la cama, poniendo su brazo alrededor de los hombros de
Violeta.
‘No me toques, estoy durmiendo…”
Violeta se movió un poco y murmuro.
Rafael se contuvo una sonrisa, hingiendo sorpresa, ¿Puedes hablar mientras duermes?”
Violeta se mordió el labio y abrió los ojos, mirando su rostro cerca, pero desvió la mirada.
“Sali esta tarde para ver a Sunny”, le dijo Rafael, jugando con un mechón de su cabello.
Lo sé! Violeta frunció los labios.
Rafael finalmente no pudo contener su risa, “¿No quieres saber lo que hice con ella?”
12.15
“No quiera… Violeta bajo la mirada.
Pero su respuesta parecia contradecir a sus verdaderos sentimientos.
Violeta vio cómo Rafael olfateaba a su alrededor, frunciendo el ceño, “Rafael, ¿qué estás oliendo?”
“Hay un olor extraño en la habitación”, dijo Rafael con seriedad.
“¿Dónde está el olor raro. ? Violeta también olfateó
Rafael la miró con una sonrisa buriona, Huele a alguien que está celosal
“… Violeta lo fulminó con la mirada, molesta, se volteó y sólo le mostró la parte de atrás de su cabeza, “Estoy realmente cansada, necesito dormir!”
Sin embargo, no había pasado mucho tiempo desde que cerró los ojos cuando Rafael le apretó la nariz
Después de resistir por unos segundos. Violeta no pudo respirar.
Oye
Esta vez, ella realmente estaba molesta.
Rafael se rio entre dientes, con su pecho subiendo y bajando ligeramente.
Rara vez podia ver este lado de ella, como un gatito con el pelo erizado por la irritación.
Ignorando su resistencia, Rafael la abrazó y la apretó contra él, su barbilla estaba apoyada en su cabeza, y explicó, ‘La razón por la que fui a ver a Sunny es porque ella me dijo por teléfono que tenia pistas sobre el conductor que atropelló a Nono y huyo.”
