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Dulce Disparo al Jefe Cachorro Enamorado Capítulo 394

Capriale 394

“¡Está bien!”

Capítulo 394

Después de colgar el teléfono, Violeta miró cuidadosamente a Rafael.

El volumen del teléfono estaba bastante alto, y estaban muy cerca el uno del otro, ella sabía que él debla haber escuchado todo lo que Lucia dijo, de lo contrario, su expresión no se habría tensado en un instante.

Violeta no tenía otra opción, y le pasó el teléfono, “Eh, Rafael…”

Rafael de repente lo agarró y lo metió en el bolsillo de sus pantalones.

Violeta vio que su rostro estaba aún más oscuro que antes, y valientemente extendió la mano para agarrar la suya, y luego la sacudió suavemente.

Rafael apretó los labios, se quedó en silencio durante dos segundos y luego se dio la vuelta y camino hacia la salida del hotel sin decir ni una palabra.

Al ver esto, ella también se apresuró a seguirle.

Cuando llegó a la recepción, Violeta pasó la tarjeta de la habitación, “Lo siento, creo que vamos a desocupar la

habitación…

En el camino de regreso a la villa, no se atrevió a hacer ni el más minimo sonido, tratando de no provocarlo al tigre. Cuando el Range Rover finalmente se detuvo en el patio, ambos se desabrocharon los cinturones de seguridad y bajaron del coche.

Violeta vio que su expresión era aún más oscura que antes, y rápidamente lo siguió detrás para agarrar su brazo, “Rafael, no te pongas así, habrá más oportunidades en el futuro…”

Al oír esto, Rafael resopló fríamente para mostrar su descontento.

“¡Sonríe un poco!” Violeta intento calmarlo.

“Jeje.” Rafael se rio sin deseos.

Violeta se frotó los brazos, preferiría que no se riera, hacia frío…

Entraron en la villa, arriba las luces estaban encendidas, los dos se cambiaron los zapatos y subieron las escaleras juntos.

Violeta fue directamente a la habitación de los niños, donde el pequeño Nono estaba acostado en la alfombra junto a la ventana, con sus piernas levantadas, jugando, y Lucía estaba sentada a su lado, con varios cuentos apilados a su lado, leyéndole hasta quedarse sin aliento.

“¡Vivi!”

Nono fue el primero en verla y la llamó con una gran

sonrisa.

Violeta se apresuró a acercarse, recogiendo a Nono, que había venido corriendo descalzo, preocupada de que pudiera coger frio.

Lucía también soltó el libro que tenía en sus manos, como si hubiera encontrado a su salvadora, ¡Violeta, por fin regresaron!”

“¡Mira!” Nono rodeó su cuello con los brazos, apoyó su suave rostro en el de ella y se rio. “¡Te dije que Vivi volvería!”

Violeta acarició la cabeza de Nono y le dijo a Lucía, Lucía, deberías ir a descansar!”

Claro! Lucía miró a Rafael detrás de ella y asintió con alivio.

Desde que los dos habían entrado, había notado la expresión sombría de Rafael, sintiendo que la temperatura de la habitación habia bajado varios grados. Lucía tembló y salió rápidamente de la habitación.

Nono también notó que algo estaba mal y le preguntó en voz baja, “¿Qué le pasa a papá?”

“No es nada… Violeta le respondió evasivamente.

Nono asintió con comprensión.

Seguramente papa estaba enfadado de nuevo

Violeta vio que Nono aún no se habia cambiado de pijama, probablemente porque estaba esperándola, así que lo llevo al baño, ¿Qué te parece si nos bañamos y luego nos vamos a dormir, cariño?”

“¡Genial!” Nono asintio

Violeta puso a Nono en la bañera y luego salió

Vio que Rafael todavía estaba parado alli con las manos en los bolsillos, como si estuviera pensando en algo, o simplemente frunciendo el ceño sin querer hablar con la gente

“Eh, Rafael, deberias inte primero, te buscare mas tarde no pudo evitar acercarse y decirle en voz baja

Cuando sacó el pijama del armario descubrió que el no se había ido, sino que se había quitado la chaqueta y habia caminado hacia ella, agarrando el pijama de su mano y diciendo, Tü ve a hacer la cama, yo voy a bañar а Мопо

Violeta vic que sus ojos estaban oscuros y su rostro era frio, así que no soltó la mano inmediatamente y dijo nerviosamente, Rafael, Nono todavia es un niño, no lo asustes

“Lo sé”, le dijo Rafael en voz baja, sabiendo lo que preocupaba a Violeta, pacientemente le aseguró, Te prometo que no lo regañaré ni mucho menos le pegare

Al ver que Violeta seguía nerviosa, los labios de Rafael temblaron ligeramente. Necesitas que te lo jure?

Al oir esto, Violeta finalmente solto su mano.

Observó como Rafael, con su imponente figura, entraba al baño, de donde de vez en cuando se escuchaba el sonido del agua

Unos quince minutos después, Rafael salia del baño con su hijo abrazado en un solo brazo, su camisa arremangada hasta los codos y pequeñas gotas de agua aún brillaban en ella

¿Ya se baño?”

Violeta se apresurò a recibirlos.

“Si, le respondió Rafael con una sonrisa, le entregó al niño y luego se dio la vuelta, Voy a buscar el secador de pelo

Violeta colocó a Nona envuelto en una toalla en la cama. Después de secarlo y cambiarle el pijama. Rafael volvió con el secador de pelo y comenzó a secarle el cabello

Pronto, el cabello mojado del pequeño se volvió esponjosa

Una vez preparados para dormir para dormir, Violeta se tumbó a su lado, acariciando su pequeño cuerpo y susurrando “Duerme, canño, estoy aqui contigo

“Vivi, esta noche quiero dormir solo, dijo Nono con una voz dulce y suave

Dormir solo? Violeta se quedo atónita

“SI”, asintió Nono.

Violeta to miró sorprendida, preguntándole con inseguridad. Pero no estabas esperandome para dormir? ¿Cómo es que ahora quieres dormir solo?

De repente quiero dormir solo, le dijo Nono guiñando un ojo

Violeta tragó saliva, aún con dudas, “Cariño, estas segura que quieres dormir solo? No quieres que te

abompañe?”

Nono asintió con firmeza.

“Vivi, buenas noches”

Bostezando, Nono cerró sus ojos co

con ternura.

Violeta bajó de la cama desconcertada y respondió con vacilación, ‘Buenas noches.

Después de apagar la luz y cerrar la puerta, Rafael la llevó de la mano a la habitación de al lado.

Violeta, aunque se demará un poco, finalmente entendió lo que pasaba. Antes de que ellos llegaran, Nono estaba esperando con ansias que ella lo acompañara a dormir, pero después de que Rafael lo bañara, de repente quiso dormir solo…

Ella tiró del brazo de Rafael. ¿Qué método usaste, Rafael?”

¿Qué cosa? Rafael fingió no entender de lo que estaba hablando.

¡Nono!”, exclamó Violeta, curiosidad ardiendo en sus ojos. Tiene que haber sido algo que hiciste, Rafael! ¿Como es que Nono de repente quiere dormir solo? ¿Que hiciste?”

Cada maestrillo tiene su librillo! le dijo Rafael con una sonrisa triunfante.

La curiosidad de Violeta solo aumentó, pero el se negó a contarle.

Cuando ella siguió preguntándole, Rafaella levantó sobre su hombro y la llevó a la cama.

Después de tirarla en la cama, comenzó a desvestirla con avidez.

Todavia no me he bañado protestó Violeta, resistiéndose.

En cuanto las palabras salieron de su boca, se arrepintió. Como era de esperar, al instante, Rafael la levanto nuevamente y la llevo al baño. No cerró la puerta, y junto con el sonido del agua, se escuchaban los gemidost

de Violeta

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