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Dulce Disparo al Jefe Cachorro Enamorado Capítulo 281

Capítulo 281

¿Cómo es posible que Nono y Rafael compartieran la misma pasión por sus huevos con tocino? ¿Acaso comer unos simples huevos con tocino tiene algo en especial?

Violeta, abrazando al niño en su regazo, no se movió de inmediato, frunció el ceño y titubeo, “Esta no es mi casa, vivo con una amiga, no parece muy conveniente…”

“Acabo de verla salir abajo”, dijo Rafael con calma.

Violeta se quedó sin palabras.

¿Podría ser que este padre e hijo estuvieran esperando a que Marisol se fuera antes de subir a tocar la puerta? Ella mordió su labio, intentando encontrar una excusa.

Parece que, viendo su vacilacion, el niño se acercó abrazándole el cuello y dijo suavemente, “Vivi, tengo. hambre.”

“Nono no ha comido nada desde el mediodía.”, comentó Rafael,

“¿No ha comido nada desde el mediodia? Violeta se quedó atónita.

El niño miro a su papá, trago saliva, silenciosamente apoyó su cabeza en su hombro, pareciendo muy débil, pero en realidad estaba muy nervioso por dentro.

Después de todo, el pequeño no dijo una sola palabra, jel que mintió fue su papá!

Si un adulto no come al mediodía, no puede aguantar dos cenas seguidas, y mucho menos un niño que está creciendo. Violeta se resignó y se movió para dejarles entrar, “Entonces, entren y siéntanse….

“Mmm. Rafael entró con una actitud arrogante.

Violeta sacó dos pares de zapatillas del armario de zapatos, ambos de mujeres. Padre e hijo se las pusieron, a uno le quedaban muy grandes y el otro se quedó con medio talón afuera, esa imagen se veía bastante

cómica.

Ella miró a la cocina, pensó por un momento y dijo, “Tengo algunos pedazos de tocino en la nevera. Pueden sentarse en la sala de estar mientras los preparo. ¡Estarán listos muy pronto!”

“¡Gracias!” asintió Rafael.

Pero cuando ella le entregó al niño que estaba pegado a ella, y estaba a punto de girarse hacia la cocina, escuchó su tranquila voz detrás de ella, “Haz un poco más, yo tampoco he comido!”

Violeta se metió en la cocina para empezar a cocinar. El extractor de humos zumbaba.

Ella estaba preocupada de que el niño no hubiera comido en tal largo tiempo, temía que tuviera mucha hambre, así que cocinó rápidamente. Diez minutos después, sirvió dos platos repletos de huevos y tocino rebosados de cebollas, además había quedado más dentro del sartén, por si alguno de los dos se quedara con hambre.

Cuando salió de la cocina, vio que el padre y el hijo ya estaban sentados en la mesa de comedor.

El pequeño no se sentaba tan tranquilamente como Rafael, su pequeño trasero ya había dejado la silla, estaba levantando su pequeña cara esperando con ansias, y cuando la vio, sacó su pequeña lengua y comenzó a lamer sus labios, se veia muy adorable.

Violeta le entregó el plato de la izquierda al niño y el de la derecha a Rafael.

Despues de tomar los cubiertos, el padre y el hijo comieron al unisono, devorando todo con rapidez, como si

no hubieran comido nada en un mes.

Después de unos cuantos bocados, Rafael le echó un vistazo a su hijo, que casi tenía la cara enterrada en el plato, y se detuvo.

¿Qué pasa..?*

Violeta preguntó confundida, ¿No te gustan? ¿0 hay algo mal con el sabor?”

Siempre cocinaba eso de la misma manera, él también los habia comido durante el fin de semana en el campo.

¿Por qué no tengo rodajas de chorizo en mi plato y Nono si tiene!” Rafael frunció el ceño.

“¿Eh?” Violeta se quedó atónita.

Siguiendo su mirada sombría, a diferencia de su plato que sólo tenía los huevos con tocino y cebolla, el plato de Nono además tenía muchas rodajas de chorizo.

¿Es ella la que se estaba imaginando cosas…?

Parecia que él estaba sintiendo una especie de celos inexplicables

Violeta le explicó con torpeza, “Pensé que no te gustaban. A los niños les gusta mucho comer jamón, chorizo y esas cosas. Antes cuando cociné huevos con tocino para Nono, le añadí algunas rodajas de chorizo, así que esta vez también le añadi…”

Yo también quiero rodajas de chorizo.” Rafael frunció el ceño aún más.

Violeta se sintió incómoda después de escuchar sus palabras, “Pero, sólo quedaba un pedazo de chorizo en la

nevera.

Lo que implicaba que todo estaba en el plato de Nono.

Parecía que el niño había escuchado la conversación de los dos, y al ver la mirada codiciosa de su papá, temiendo que le robaran su comida, aceleró sus movimientos. Con rapidez, llevó a su boca todos las rodajas de chorizo que le quedaban, cuando ya no le cabían más en el tenedor, simplemente usó sus manos

No fue hasta que metió todo en su boca que se tranquilizó, y debido a su pequeña boca, sus mejillas se inflaron.

Masticando como un pequeño roedor, murmuró: “Todas las rodajas de chorizo son mias

Rafael:……

Violeta: ……

Después de más de diez minutos, padre e hijo finalmente estaban satisfechos.

Aparte de los dos platos vacíos, también se habian comido todo lo que quedaba en el sartén, solo quedaba apenas unas rodajas de cebolla, realmente solo unas pocas.

El televisor en la sala de estar seguia transmitiendo, la serie se habia reproducido automáticamente hasta el tercer episodio, era muy ruidosa.

Durante la comida, Rafael se quitó la chaqueta de su traje, solo llevaba una camisa, con las mangas arremangadas hasta los codos, se sentó en el sofá con las piernas cruzadas. Violeta se sentó muy recta en el otro extremo del sofá, con el niño entre ellos.

Echaba un vistazo a su lado de vez en cuando, después de terminar su comida, pero ni el padre ni el hijo mostraban señales de querer irse, ella no se atrevía a decirles que se fueran, solo podía soportarlo en silencio, preguntándose cuándo finalmente se irian.

La luz desde arriba reflejaba la imagen de los tres en la ventana lateral.

Violeta tragó saliva en secreto, esta imagen que parecia una familia de tres era demasiado extraña…

El pequeño había comido como si estuviera compitiendo con su papá antes, comiendose todo su plato, aunque lo que se sirvió fue casi la mitad del plato, pero para su corta edad, era una cantidad asombrosa de

Capitulo 261

comida. Su pequeño estómago estaba lleno y redondo.

Abria y cerraba la boca de vez en cuando, y soltaba un eructo satisfecho.

El pequeño se tocó el estómago, miró a su papá que estaba cerca, pero eligió gatear hacia el otro lado, su pequeña mano y cara también se movieron en esa dirección, suavemente, “Vivi, me duele el estómago!”

¿Quieres hacer popó?” Violeta entendió de inmediato al escuchar esto.

El pequeño asintió de inmediato, algo avergonzado, se metió en su regazo.

Vicleta no pudo evitar reirse, levantó al niño y caminó hacia el baño, lo puso en el inodoro, arrastró un pequeño taburete para que sus piernas colgantes pisaran, para evitar que se cayera accidentalmente.

Cuando sus pantalones fueron bajados, la cara del niño se puso aún más roja, como si estuviera avergonzado, bajó la cabeza y solo la miró a escondidas.

Violeta se sintió conmovida por su linda apariencia, y pellizcó su pequeña nariz: “Nono, tómate tu tiempo, ¿me llamarás cuando termines?”

“¡Sí! El pequeño asintió.

Después de asegurarse de que todo estaba bien, Violeta finalmente se sintió aliviada y salió del baño.

Cuando volvió a sentarse en el sofá, la serie en la televisión ya se había terminado, ya se había transmitido el último capítulo. Violeta se inclinó para agarrar el control remoto y cambiar de canal, pero apenas extendió la mano, una mano grande la agarró.

Para ser más exacto, él estaba sobre ella.

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