Capítulo 240
Bianca camino hasta el escritorio y se sentó, una expresión de confusión en su rostro.
Melisa levantó la cabeza y sin decir mucho más, lanzó la carpeta que tenía a mano y dijo, “Mira esto primero”.
Bianca, con una mirada de desconcierto, siguió las instrucciones de Melisa y abrió la carpeta. Dentro habla un montón de documentos, claramente obtenidos por un detective privado. Empezó a revisar lo que estaba
escrito.
En pocos minutos, su expresión cambió varias veces.
Después de leer la última pagina, Bianca la golpeó fuertemente, y dijo con voz temblorosa, “Mamá, ¿papá sabe
de esto?”
Melisa se levantó de inmediato, “¡Por supuesto que no!”
El negocio de Lamberto en el extranjero estaba prosperando. Había lanzado muchos proyectos en Berlín y en los últimos años había vivido alli permanentemente, regresando solo durante las fiestas o para asuntos importantes. Además, Melisa definitivamente no le diría a su esposo en ese momento.
Bianca miró de nuevo los documentos sobre la mesa, y de repente los tomó de nuevo. Los rasgó rápidamente y los tiro a la basura, después dijo: “Mamá, siempre planeé casarme con Rafael, ¡no renunciaría fácilmente! ¡y
mucho menos ahora!”
Melisa se acercó a su hija, le dio unas palmaditas en el hombro y asintió, un brillo feroz en sus ojos.
De vuelta en su habitación, Bianca deambulaba de un lado a otro frente a la ventana panorámica.
Algo parpadeó en sus ojos. Sacó su teléfono y marcó un número.
Una vez que se estableció la conexión, habló suavemente.
“Elias, soy yo.”
Bianca suspiró, se detuvo por unos segundos antes de preguntar en voz baja, “¿Puedes acompañarme a salir
un rato?”
Ya era tarde y el bar estaba lleno de gente.
Cuando Elias llegó en su coche, la gente lo saludaba como Sr. Elias a medida que entraba. No tenía tiempo para responder, asi que se dirigió a cada mesa hasta que finalmente encontró a Bianca en un rincón, sosteniendo una copa de vino.
Al ver su largo cabello rizado fluyendo mientras vertia vino en su copa, rápidamente se acercó y le preguntó, “Bianca, ¿por qué estás aquí sola bebiendo?”
La música era ensordecedora, Bianca parecía no haber oído y siguió bebiendo
Elias le quitó la copa y la recriminó. “Bianca, no puedes seguir bebiendo!”
Para Elias, Bianca siempre fue elegante y sofisticada. Debería estar en fiestas de alto nivel, no en lugares como ese, parecía una especie de maltrato hacia sí misma.
Parecía que Bianca había bebido bastante. Levantó la cabeza y dijo, “Elias, ¿has llegado?”
¿Qué te pasa, algo te ha molestado?” Elias frunció el ceño, había una señal de preocupación evidente en su
rostro
Jeje, quiero beber
Es por Rafael verdad?”
podria hacerte comportarte de usta manera Hanna, no puedes acquir habitendo, acalias de salu del hospitad hace poco, el mechco dijo que tu estómago es muy delicade
Bianca se inclinó sobre la mesa, susurrando Elias, me siento muy mal, realmente muy mal
Las manos de Ellas se cerraron, reprimis ciertas palabras y dijo. “Bianca, en mi familia no solo está Rafael, ¿por que no
Antes de que pudiera terminar, Blanca lo interimplo dietendo, Ellas, sabes cuánto me gusta Rafael Te lo conte una vez, fue cuando tenia dieciocho años, en la festa de aniversario de la empresa, bailé con él. Ese baile me hizo enamorarme de el a primera vista Cuando descubri que tentamos un compromiso matrimonial, estaba tan feliz, me sentia como la persona mas afortunada del mundo
Dedique muchos años en el extranjero para mejorar y ser la pareja perfecta para él Queria que todos supieran que estábamos hechos el uno para el otro Espero todos años para el dia en que me casaria con él. Pero ahora que he vuelto, me dice que lo siente que no pue
conmigo
emonia de compromiso que Sebastian queria organizar para nosotros Si no puedo casarme con él, prefiero quedarme
sola para siempre…
Al final de su relato, Bianca ya estaba ahogada en sollozos
Las miradas de Elias se volvieron más complejas, y todas las palabras se redujeron a una frase, Blanca, no llores mas, tus ojos ya estan hinchados por las lágrimas”
Saco un pañuelo y con ternura seco las lágrimas de su rostro
Bianca, con los ojos nublados por las lágrimas, susurró mientras sostenia su mano. “Elias, jeres el mejor!
Siempre has sido el más amable conmigol
Elias sintió un apreton en el corazon, pero su dolor por ella era aun mayor
Las lágrimas de Bianca continuaban fluyendo, estaba perdida en su propio dolor. Después de un tiempo, apretó su mano y dijo, Elias, ¿podrías hacerme un favor 7″
Fuera de la ventana, el sol se iba ocultando poco a poco.
Rafael estaba de espaldas a la ventana haciendo una llamada y la luz rosada del atardecer se cernía sobre sus anchos hombros. Era tan deslumbrante que tenias que entrecerrar los ojos para mirarlo.
En el dedo medio que sostenía el teléfono, había un anillo de plata reflejando la luz
Violeta mordio su labio suavemente, era el anillo que ella había comprado en el mercado.
Ese dia, simplemente le gustó y compró uno para cada uno, pensando que sólo era para jugar. Pero después de él se lo pusiera, nunca se lo volvió a quitar No combinaba con su traje de alta costura ni con su reloj de lujo, pero a él no parecía importarle.
que
Rafael terminó su llamada transatlántica y ella retiro su mirada tímida.
Colocó los pantalones que acababa de doblar en la maleta abierta frente a ella, luego puso su bolsa de aseo. Revisó todo cuidadosamente, temiendo que se olvidara de algo.
Miró su reloj, el vuelo salia a las ocho de la noche, todavia habia tiempo.
Rafael la llamó esa tarde para decirle que tenia que hacer un viaje a los Estados Unidos, pero no era un simple viaje de negocios.
Violeta no pudo evitar preguntar con preocupación, “Rafael, ¿la situación con tu tia es grave?”
*S: Rafael estaba a punto de encender un cigarro, pero se detuvo y añadió, “Es complicado, hay un traidor en
To empresa que ha filtrado muchos secretos comerciales a la competencia. Si no tratamos bien esta
uación, la empresa de mi tía podria irse a la quiebra
Capitulo 240
“Si. Rafael asintió.
Violeta frunció los labios, había oído rumores en la empresa donde trabajaba, que había sido adquirida por la empresa CATA, por lo que cualquier cambio en la empresa se filtraba. Algunos de sus colegas hablaban de ello en la sala de descanso.
No era de extrañar que él dejara todo y se apresurara a Nueva York para ayudar.
Rafael se acercó a ella y se arrodilló delante de ella y dijo, “Así que, tengo que ir a ayudar a mi tía a superar
esta crisis.
Tú puedes hacerlo. “Violeta colocó su mano sobre la suya
“¿Confías tanto en mi? Rafael levantó una ceja.
“¡Si!” Asintió sin pensarlo.
Rafael sonrió al ver eso, la levantó y la arrojó a la cama.
