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Dulce Disparo al Jefe Cachorro Enamorado Capítulo 113

Capítulo 113

La reunion de eta tarde en el Grupo Castillo duro casi una hora.

Durante todo ese tiempo Rafael estuve completamente inmerso en la reunión, sin siquiera echar un vistazo en su dirección Al final, Violeta y Diego se fueron, y como antes, Rafael y Raul tambien salieron, diciendo que podian darles un aventón.

Diego aceptó con gusto, y ella fue nuevamente ubicada entre los dos

Sin embargo, lo que cambio fue que Rafael cerro los ojos tan pronto como subió al coche y no los abrió hasta que bajaron

Antes de cerrar la puerta del coche, Violeta miro atrás y lo que vio fue la cara firme de Rafael, sin expresión alguna, emanando una frialdad enorme

¿Qué más reacciones esperaba?

Ya separaron.

Ahora Violeta cambio el celular al otro lado y no pudo evitar recordarle Rafael, ya terminamos pursira ne

“Si lo se “Respondió Rafael

Violeta no sabia que decir después

Mientras dudaba si continuar la llamada Rafael hablo de nuevo “¿Como es que haces el tocino y los huevos?”

“¿Qué? Violeta se quedo perpleja

“Los huevos y el tocino con cebollas siempre me cocinas” Rafael hizo una pausa antes de continuar. Ya compré tocino y huevos que hago con las

cebollas?”

“Vas a cocinar? Pregunto Violeta sorprendida

“SI” Rafael le respondio en voz baja.

Al obtener su respuesta Violeta no pudo ocultar su sorpresa. Trago un par de veces, luego dijo con vacilación, Primero debes lavar las cebollas y luego cortarlas en rodajas…

Justo después de que su voz se apago, se escucho el sonido del agua y el cuchillo cayendo sobre la tabla de cortar en su telefono.

“¿Y luego que?”

Violeta todavia no podía creer que realmente estuviera cocinando Casi instintivamente, continuo Luego debes agregar aceite al sarten, cuando este caliente debes romper los huevos en el sartén despues de que esten fritos, sacalos del sarten y haz lo mismo con el tocino luego cocina en aceite las cebollas y por ultimo agrega las cebollas doradas encima del tocino Recuerda, tienes que vigilar el sarten para que no se te queme nada

¿Las cebollas tienen que estar bien doradas? Pregunto Rafael

“Si “Pespondió Violeta

Al igual que antes, se escucharon sonidos en la llamada

Sin embargo, esta vez el ruido era un poco más fuerte, incluso se podia oir el sonido de la tapa del sartén chocando

Violeta no pudo evitar recordar que el una vez le dijo que cuando estudiaba en el extranjero, tenia que saber como arreglar el inodoro y cambiar bombillas, pero no sabia cocinar

Al igual que un niño, Rafael preguntaba por cada paso

Violeta no pudo colgar el teléfono, así que se mantuvo en la llamada durante todo ese momento. Finalmente cuando escucho el sonido de la tapa del sartén cerrandose, apretó el teléfono y dijo, “Ya te enseñé como hacer los huevos con tocino. ¿tienes algo mas que decirme? Si no voy a colgar

Esperó dos segundos y miró su teléfono

Rafael ya habia colgado.

Siguio siendo tan dominante como siempre, sin permitir que nadie cuelque antes que el

Mordiendo su labio, colocó el teléfono a un lado Cuando Violeta bajo la cabeza para comer su comida, se dio cuenta de que ya se habia enfriado

Las luces de la ciudad comenzaban a encenderse en el restaurante mas lujoso del centro de la ciudad

Cuando Violeta salic del trabajo, Diego la llamó para asistir a una cena, diciendo que no tenia que tomar alcohol solo tenia que servir vino a los lideres ya que el lo había dicho asi, no tenia opción de rechazar.

El lugar estaba en el segundo piso, no pasó mucho tiempo despues de que llegaron, Diego colgo el teléfono y se levantó para recibir a los invitados

El lab se levantó apresuradamente de su asiento Poco despues, la puerta del salón privado se abrio de nuevo y entraron varios lideres que habían sido invitados a la cena esa noche

Todos vestidos formalmente, y entre ellos habia un hombre particularmente alto

parte de atrás, aun destacaba entre la multitud

sin importar donde estuviera siempre lagraba ser el centro de atención y todo a su alrededor se desvanecia en

en la sate de reuniones Rafael no la mito directamente, se sentó en la silla más interna apoyando perezosamente

matcardo geramente sus calcetines negros.

Los demás tomaron asiento después de que él se sento.

La cena comenzó rápidamente, sin camareros, Violeta llevaba la botella de vino y servía a cada uno de los jefes

Al pasar por uno de ellos, alguien le preguntó con preocupación: “Sr. Castillo, ¿cómo te sientes?”

“Creo que bebi demasiado rápido. Rafael se llevó la mano al estómago.

Violeta no pudo evitar mirarlo, frunciendo levemente el ceño, parecía muy incómodo.

Le sirvieron otra copa de vino, Rafael la behio y luego se levantó, “Lo siento, sigan ustedes, no me siento bien, voy al baño.”

Inmediatamente, salio a grandes zancadas de la sala privada.

Violeta acababa de servir una ronda de vino y estaba a punto de sentarse cuando Diego le pasó una servilleta, “Violeta, ve a ver cómo está el Sr. Castillo por mi.”

“Yo… Se quedó sin palabras.

“Ve rápido! ¿No ves que no puedo moverme de aqul?” Diego le metió la servilleta en la mano y luego volvio a levantar su copa de vino, animado y halagador, Por favor, no te enfades, yo tomare este trago..”

Violeta, apretando la servilleta en la mano, no tuvo mas opción que salir de la sala.

El baño estaba al final del pasillo, Rafael estaba apoyado en el lavabo de afuera, todavia vestido con su camisa blanca La luz caia sobre él, destacando los músculos de su espalda. Incluso su figura encorvada era suficiente para quitarle a uno el aliento.

En el espejo sólo se reflejaba su cabello, no se podia ver su cara.

Violeta se acercó despacio, “Sr Castillo, estás bien?”

“Mmm” Rafael respondió con vaguedad

Viendo su estado, Violeta avanzo un poco más, Diego me mandó a ver cómo estás, necesitas ayuda?”

“Pásame esa botella de agua” Rafael no levantó la cabeza, sólo levantó la mano.

Siguiendo la dirección de su dedo, Violeta vio una botella de agua mineral.

“Oh…” Ella la recogió

Después de abrir la tapa, se la paso, “Sr. Castillo, aqui tienes agua…”

“Dame agua

Esas peticiones sonaron algo familiares para ella, pero en ese momento lo veía como algo molesto

Violeta apretó los labios, dejó la botella de agua en el borde del lavabo y gruñó, “La dejo aqui, bebela tú mismo.

Dicho esto, se dio la vuelta para irse.

Su muneca fue agarrada, no sabia cómo lo hizo, pero Violeta sintió que una fuerza la hacia girar en su lugar, atrayendola hacia el Vio por el rabillo del ojo cómo el tomaba la botella de agua y la llevaba a sus labios.

No..

Violeta gritó en su interior

Pero ya era demasiado tarde, los labios delgados de Rafael besaron los de ella.

Al mismo tiempo que la beso, le transfirió no solo el sabor del vino sino también el agua que acababa de beber

Esto es lo que él llamaba darle agua…

Violeta abrió los ojos de par en par, pero en un instante de distraccion, su lengua ya habia empezado a moverse libremente

Esa sensación familiar la estimulo instantáneamente y en pocos segundos, un sentimiento entumecedor se extendió por todo su cuerpo. Se sintió avergonzada por su falta de control

Justo cuando estaba a punto de empujarlo con fuerza, Rafael ya la habia soltado.

Se inclinó hacia su oido y la susurró a ella. “¿Me extrañaste?”

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