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¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia Capítulo 1883

Capitulo 1883

Vicente, mientras hablaba, se tocó el ojo que le dolía por el golpe.

Un toque

ey el dolor lo hizo jadear.

Esa mujer si que sabia golpear fuerte, casi le arruina el ojo

“Pero qué necesidad había de agarrarme! ¿Dónde me tocaste justo ahora?” Floria se indignaba más y más, su pecho subie y bajaba con cada respiración

Ella, que nunca había sido tocada de tal forma, fue manoseada de repente, y por un hombre!

Solo de pensarlo se sentia agraviada y enfurecida.

Tenia ganas de acabar con ell

Al escucharla, Vicente pensé en donde habla puesto sus manos antes, en la textura que habla sentido, y ciertamente parecia diferente De repente se sintió un poco culpable: “Con todo el caos de antes, yo… yo no estaba segura…g2

“No me estás diciendo la verdad!”

¡Ay!”

Otro golpe le llegó a Vicente en el abdomen, haciéndole soltar un grito de dolor.

Levantó la vista con dificultad y vio que la mujer levantaba de nuevo su puño, Vicente, sudando frío, vio venir el puño directo a su

rostro.

Y no pudo esquivarlo, cerró los ojos, esperando el impacto.

El aire del puño golpeó su cam, un dolor punzante.

Apretó los dientes, esperando un golpe aún más doloroso, cuando de repente suena el timbre de un teléfono celular

El puño se detuvo justo al borde de su mejilla, sin llegar a golpear.

Floria, con un gesto de enfado, retiró su puño y respondió la llamada de su bolsillo

La voz de Floria aún reflejaba el enojo que no había logrado calmar

“Floria, envie a alguien a buscarte, tiene un amigo enfermo y quería que lo atendieras. ¿Llegó ya?” Del otro lado de la lines, se escuchaba la voz de Elia

Floria se detuvo un momento, mirando a Vicente, que aún estaba arrodillado frente a ella, y dijo:“Fuiste tú quien envió a alguien a buscarme?

Al air esto, Vicente se apresuró a decir, “Si, soy yo, Ella me mandó a buscarte

“Callate” Floria le lanzó una mirada furiosa a Vicente.

Aunque Elia lo hubiera enviado, él se había atrevido a ofenderla, y ella nunca le iba a perdonar eso.

“Floria, ¿llegó o no? Elia, percibiendo la imitación en la voz de Floria, preguntó con preocupación.

“Ya está aquí, conmigo. Respondió Floria. “Ya estoy al tanto, voy a colgar.”

Después de colgar Floria miró a Vicente con una expresión glacial: “Habla, ¿cómo piensas resolver esto?”

Vicente miró hacia arriba a Floria, quien lucía decididamente feroz. Él no creia que cuando ella hablaba de resolver el asunte se refere a algo bueno.

Observó la expresión de Floria, luego se miró a sí mismo y rápidamente se cubrió protegiéndose.

“Llegué justo a la puerta y tu experimento explotó, tú saliste volando hacia mi, no pude huirni esquivarte, y cuando traté de empujante, terminé agarrándote, y mis manos cayeron justo en un lugar tan… embarazoso.

“Callate! Si dices una palabra más, te corto la lengua,” amenazó Floria al ver que él admitia haber tocado donde no debía.

Aún más furiosa, se le enrojecieron las mejillas

Vicente se calló de inmediato y empezó a suplicar “Sé que me equivoqué, por favor, golpea mis manos, ellas son las que cometieron el error, las otras partes no deberian sufrir”

“Ya que quieres usar tus manos para resolverlo, te las cortaré!” dijo Floria furiosa, agarrando la muñeca de Vicente con fuerza, lista para romperle la mano con solo un poco más de presión,

“No, no, por favor Me equivoqué, te pagaré, dime cuanto quieres y te lo daré todo, por favor, ten piedad, señontal” Vicente temblaba de miedo.

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