Capítulo 1874
Jimena, con sus ojos redondos y expresivos, fijó su mirada en Orson y de repente recordó algo, “Espera, ¿no es Elia la diseñadora E? La E es la inicial de Elia, yo estaba ahi cuando ella eligió ese nombre artistico.”
Con una sonrisa servil, Orson dijo: “Si, yo también me di cuenta después de que la diseñadora E es Elia. Marta mencionó que tus diseños no valen tanto como los de Elia…”
“Ay. Elia ahora es famosa, una diseñadora codiciada, ya no puedo compararme con ella. ¿Así que por eso terminaste lastimando a alguien?” Al enterarse de que sus diseños habían sido menospreciados en comparación con los de Elia, Jimena se calmó y aceptó la realidad
Ela era su mejor amiga, y habia sido Jimena quien la había introducido en el mundo de la joyería. Ahora Elia gozaba de gran renombre, y sus creaciones eran muy buscadas.
Muchos querían comprar sus diseños y no podían.
Marta, habiendo logrado adquirir una pulsera diseñada por Elia, la atesoraba, pero lo que había conseguido con tanta dificultad fue dañado por Orson, asi que seguramente no estaba contenta.
No esperaba que después de un par de réplicas, Orson terminara golpeándola en la cabeza, fue realmente injusto.
Orson asintió: “Si, estaba enojado en ese momento. En mi corazón, tus diseños son los mejores, los más valiosos. Claro que me enojé cuando alguien dijo que tu trabajo no valia nada. No soporto que hablen mal de ti.”
Orson aprovechó la oportunidad para declarar su lealtad. De hecho, el siempre había defendido a Jimena. Para él, ella era lo más importante.g2
Al escuchar sus palabras, Jimena se llenó de alegría, y justo cuando estaba a punto de perderse en sus emociones, de repente se dio cuenta y miró a Orson con sospecha. “¿Estás inventando historias para hacerme feliz otra vez? Orson, ¿siempre usas las mismas tácticas para engatusar a las mujeres?”
Orson, un veterano en el juego del amor, podía conquistar a cualquier mujer con sus dulces palabras..
Ella casi creyó su mentira, pero por suerte, un toque de sarcasmo la despertó del trance del amor.
Hace tres años, atraída por su apariencia, se lanzó a perseguirlo sin pensar, perdiéndose a sí misma y quedando embarazada antes de casarse, dando a luz a dos hijos.
Eso había sido el mayor error de su vida.
No podia permitirse caer en las trampas de Orson otra vez.
Después de expresar su enojo, Jimena se levantó para irse.
Orson se puso nervioso, rápidamente agarró su mano y con un tono conciliador dijo: “Jimena, no te vayas, no tengo ninguna intención de mentirte solo hacerte feliz, dije la verdad. Mira el video en mi teléfono, lo sostuve durante todo el rato y tú ni siquiera lo miraste.” Orson sacó su teléfono rápidamente frente a Jimena.
“Con este video demuestro que lo que digo es verdad, no soy de los que mienten.” Dijo, y empezó a reproducir el video.
En la pantalla se veía la habitación de un hospital, con una mujer frente a la cámara, dra Marta.
Con la cabeza vendada y un suero en la mano, era claro que estaba hospitalizada.
Con una expresión de tristeza, Marta dijo a la cámara: “He aceptado la pulsera que Orson me compensó. La calidad y el material son similares, y el valor es el mismo. Lamento haber dicho que la pulsera que Orson me dio no era tan valiosa como la mia, ¡lo siento!”
“¿Y qué más?” Esa fue la pregunta seria que Orson hizo en el video.
Marta se sobresalto, con miedo y sin atreverse a más, dijo: “Porque yo dije primero que la pulsera de Orson no valia tanto como la mia, y en un arranque de ira, Orson me empujó y yo accidentalmente me golpeé la cabeza contra la mesa del centro, rompiendome la cabeza. Mi lesión fue un accidente y no tiene nada que ver con Orson,”
“Aunque fue un accidente, no me gusta ver à la gente lastimada por mi culpa. Ya pagué los gastos médicos, sería mejor que tomaras otro camino cuando me veas, preferiria que no nos encontráramos de nuevo. Otra vez, fue Orson quien habló en el video