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¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia 997

Capítulo 997

“Bueno, pues si, para ser la mujer de Asier se necesita planear bien,” cambió de opinión Adela, ahora estaba preocupada por la seguridad de su hija.

Sin embargo, aún albergaba sus dudas y le preguntó a Elia: “¿De verdad estás dispuesta a renunciar a Asier por el amor a tu familia?”

Elia se detuvo por un instante y miró hacia Gabriel.

Gabriel bajó la vista y se tocó la nariz.

Ese gesto significaba culpa.

Elia lo entendió, Gabriel no le había contado a Adela sobre sus sucias acciones y aún le estaba ocultando la

verdad.

Él y su hija se habían confabulado para engañar a Adela, eso si que era ser descarados.

“Quizás no lo sabes, pero yo solo quiero a mis hijos. Si Liuva se convierte en la mujer de Asier, entonces podríal tener la oportunidad de llevarme a mis niños.” Elia volvió a encubrir a Gabriel.

Pero por dentro, temblaba de ira.g2

¡Una vez que borrara aquel video, se aseguraria de que Gabriel pagara su merecido!

Adela como si hubiera tenido una epifania, se tranquilizó.

Habia sospechado de las intenciones de Elia, pero ¿cómo iba ella a renunciar a Asier, un partido tan codiciado, por su irresponsable padre Gabriel?

Así que si Asier no se casaba con ella, ni le daba otro hijo, lo que ella realmente podría desear era la custodia de sus hijos.

Elia era tan ingenua como su madre, dispuesta a renunciar a la riqueza y el honor por su hijo.

En efecto, mujeres del campo, eran todas ingenuas.

Adela despreció en su interior tanto a Elia como a Rosalinda.

“Elia, vamos a comer. He preparado estos platos especialmente para ti, dijo Adela tomando un tenedor listo para servirle algo a Elia.

De repente, como si tuviera un remordimiento, dejó el tenedor que había usado y tomó una cuchara limpia para servirle a Elia un pedazo de carne asada.

Elia se sintió mal solo de ver esa carne, era un milagro que no vomitara, ¿cómo iba a comerla?

Sacó su celular y trató de abrir un video corto, pero no había red.

Alzó la vista, con calma y naturalidad, y dijo “¿Cuál es la contraseña del Wifi de aquí? Estoy aburrida y quiero ver algunos videos”

Gabriel le dio el nombre y la contraseña del Wifi de la casa

Elia los ingreso, se conectó y se sintió aliviada y tensa al mismo tiempo, pero hizo un gran esfuerzo por mantener la calma y controlar su excitación.

En la cocina, Liuva cortó un pedazo de pastel de chocolate, listo para servirlo.

De repente, vio en el suelo de la cocina un montón de excremento fresco de perro

Liuva se llenó de ira, lista para regañar al perro de la casa que habia hecho sus necesidades en cualquier lado. Pero justo antes de decir algo, se le ocurrió un plan malicioso

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Miró el pastel que tenía en las manos, soltó una risa fría y prensó. ¿Así que Elia quería comer pastel?

¿Acaso los pasteles de su casa eran tan deliciosos?

A duras penas contuvo su asco, recogió con un tenedor algo del excremento y lo escondió en medio del pastel Después de terminar su fechoria, llevó el pastel a la mesa donde estaba Elia, lo puso delante de ella y dijo con una sonrisa “Elia, prueba este pastel de chocolate, está delicioso. Es mi postre favorito y hoy te he cortado un pedazo especialmente para ti Prueba te va a encantar

Elia le echó un vistazo a Liuva y levantó el pastel que estaba sobre la mesa

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