Capítulo 995
Adela sintió un impulso y miró hacia Gabriel, quien mostraba un semblante pálido y tenso, incapaz incluso de probar bocado.
“Yo no estoy dudando de que él tenga algo contigo, sospecho que está con otra mujer y tú le estás
encubriendo, dijo Adela, clarificando su pensamiento. Por más que desconfiara de Gabriel, jamás creería que él fuera capaz de hacerle daño a su propia hija.
“No, anoche estuvimos hablando sobre el asunto de Liuva,” comentó Elia, evitando la mirada de Adela y dirigiéndose hacia Liuva.
Liuva, confundida, preguntó, “¿Y qué tiene que ver conmigo?”
“Siempre has querido ser la mujer de Asier, ¿no es cierto? Estábamos buscando la manera de cómo podrías convertirte rápidamente en su mujer,” respondió Elia con una expresión indiferente.
Ella aún no habia borrado el video en poder de Gabriel; necesitaba actuar en complicidad con ellos para ganarse su confianza y que bajaran la guardia. Si Gabriel comenzaba a sospechar de ella, seguramente cambiaría el video de lugar.
Liuva soltó una risa irónica y dijo. “¿De verdad? ¿Pasaron toda la noche discutiendo cómo hacerme la mujer de Asier?”
Antes de que Elia pudiera responder, Gabriel preguntó con una ira contenida. “¿Qué más podría ser? Papá se preocupa tanto por ti, ¿cómo puedes dudar de mis intenciones?”
Liuva no supo qué decir y tomó un sorbo de su jugo para ocultar su malestar.g2
A pesar de sus aventuras, Gabriel realmente amaba a su hija. Desde pequeña, habia procurado concederle todos sus deseos, incluso ayudarla a estar con Asier.
“Así que es eso, ¿han encontrado alguna estrategia útil?” Adela se iluminó al escuchar que estaban pensando en ella y preguntó con ansiedad.
Gabriel miró a Elia, pasándole la responsabilidad de responder.
“No sabemos cómo manejar a Asier. Es un hombre distinguido y astuto, no es alguien que se pueda conquistar con tacticas comunes. Si lo enfurecemos, podríamos correr peligro,” explicó Elia.
Liuva recordó su intento fallido de seducir a Asier. Él no solo la habia ignorado, sino que la había rechazado con desdén, haciendo que se sintiera humillada.
¿Y cómo lo conquistaste?” Adela preguntó, tocando un punto sensible para Liuva.
*¿Yo? Fue pura casualidad. Cayó del cielo y aterrizó justo a mi lado, y así, simplemente me convertí en su mujer,” contestó Elia. No era ningún secreto, así que no tenía problema en compartirlo.
¿Quieres decir que él te buscó a ti?” preguntó Adela con desprecio y continuó “Asier es el rey de la Capital, un ser inalcanzable ¿Cómo podría fijarse en alguien tan provinciana como tú?”
“Exacto, fue como si cayera del cielo y yo simplemente tuve la suerte, replicó Elia con astucia.
Adela se quedó sin palabras, tragándose su enojo.
Capitulo 996