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¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia 988

Capítulo 988

Elia se encontraba en su oficina, dudando y demorando su salida, no encontraba el valor para emprender su

camino

Mientras tanto, en la oficina presidencial de Grupo Griera.

Bruno se mantenia erguido frente al escritorio, estaba atento y en alerta, observando a Asier, quien se hundial en la profundidad de su silla negra, con una presencia imponente y un aire frío que helaba el ambiente.

Los ojos oscuros y penetrantes de Asier se posaron en Bruno y ordenó: “Investiga todo sobre el secuestro de Elia, cada detalle, cada persona involucrada, quiero saberlo todo.”

La frialdad que rodeaba a Asier era tan intensa que erizaba la piel de cualquiera al rededor.

La noche anterior, Elia había estado evasiva, ¿a quién trataba de proteger con sus secretos?

¿Acaso pensaba que con un par de mentiras podría engañarlo?

Asier sentia una ira volcánica en su interior, lista para estallar y quemar todo a su paso.

“Entendido, me pondré en ello de inmediato“, respondió Bruno con seriedad y asintiendo con firmeza antes de salir apresuradamente de la oficina presidencial.g2

Ese día, Asier llegó a la empresa con una tensión que se palpaba en el aire, su rostro estaba más oscuro que el cielo tormentoso.

Durante la reunión matutina, había rechazado un plan tras otro, dejando a todos los asistentes temerosos de respirar demasiado fuerte.

Bruno, experto en leer las situaciones, sabia que el mal humor de Asier estaba relacionado con Elia.

Se mantuvo alerta y consciente de que cualquier error podría convertirlo en una víctima colateral de la

situación.

Y tal como lo había predicho, Asier le encargó investigar el secuestro de Elia. Todo tenía que ver con ella.

Desde que Elia entró en la vida de Asier, sus emociones habían estado a merced de ella. Antes, nada ni nadie podía perturbar la compostura del siempre imperturbable Asier.

El punto de inflexión en el destino de Asier ocurrió el día que cayó en el humilde cobertizo donde se

encontraba Elia.

Desde entonces, ella se había convertido en la única capaz de mover los hilos de su corazón.

Al llegar al vestíbulo y ver a la mujer esperando el ascensor, Bruno se detuvo sorprendido y luego sonrió diciendo: “Elia, qué coincidencia, justo estaba pensando en ti y apareces. Es como magia.

Elia, al ver la sonrisa profesional de Bruno, levantó sus defensas de inmediato. Bruno, después de años al lado de Asier, se convirtió en alguien astuto como un zorro, como su jefe.

Cada palabra suya tenía un propósito.

Elia no podia descifrar el significado oculto en ese momento.

Así que se protegió para no caer en la trampa verbal que él pudiera haber preparado.

“Bruno, ¿estás pensando en mi? ¿Tal vez estás pensando en convencerme de volver a trabajar contigo como asistente?” preguntó Elia a propósito

Ella había sido despedida por Asier, y era poco probable que Bruno tuviera la autoridad para volver a

contratarla.

Con esa respuesta, Elia se aseguraba de no caer en ninguna trampa y, al mismo tiempo, ponía a Bruno en una posición difícil.

Bruno sonrió y dijo: “Elia, sigues siendo tan aguda como siempre. No sé cuántas veces he caído en tus trampas. Ya me siento afortunado de antemano si no me tendieras una. ¿Cómo podria yo jugar contigo? Supongo que vienes a ver al Sr. Griera, está en su oficina trabajando, puedes subir directamente.”

Con habilidad, Bruno eludió la pregunta sobre si quería que Elia volviera a trabajar como secretaria y, en cambio, expuso su guardia.

De esa manera, mostró que no tenía intenciones de hacerla sentir incómoda y al mismo tiempo se liberó de su propia trampa.

Tras hablar, salió del ascensor y se hizo a un lado, cediendo el paso a Elia.

Elia efectivamente había ido a buscar a Asier.

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