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¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia 984

Capítulo 984

Elia lanzó la pregunta y su corazón comenzó a latir con nerviosismo, anhelando una respuesta afirmativa de

Abel.

Había salido especialmente de la Villa Serenidad para preguntarle eso, temerosa de que las paredes del lugar guardaran secretos y que si los otros empleados escuchaban su conversación, Asier se enteraría antes de

tiempo.

Si Asier se enteraba, el asunto se convertiría en un escándalo y el video que tanto quería ocultar acabaría siendo visto por aún más personas.

La vida de su madre estaba en juego, y no podía arriesgarse ni un poco.

Por eso, había inventado una excusa para que Fabio no los acompañara, había llevado a los niños ella misma, buscando un lugar seguro para plantearle la pregunta a Abel.

Elia miraba a Abel con una mezcla de nerviosismo y expectativa, esperando su respuesta.

Abel, sentado junto a ella, inclinó su cabeza y la miró con sus ojos jóvenes y serios. A pesar de su corta edad, Abel tomaba cada pregunta con seriedad y consideración, sin importar cuán pequeña fuera.

“Mamá, borrar algo de una computadora o celular a distancia es lo más sencillo que hay, y es algo en lo que soy muy bueno. Claro que puedo hacerlo.”

Al oir esa respuesta, Elia sintió una alegría inmensa, como si toda la oscuridad que había acumulado en su corazón se iluminara repentinamente con un rayo de esperanza.g2

“Entonces, Abel, ¿puedes hacerle un favor a mamá?” Elia preguntó con an

Hasta ese momento, no había encontrado la forma de borrar en secreto el video que Gabriel tenía en su poder. el cual utilizaba para amenazarla constantemente. Odiaba a Gabriel con toda su alma, pero se sentia impotente contra él y no podía contraatacar.

La idea de poder eliminar el video que Gabriel usaba para chantajearla dejó a Elia casi sin aliento.

“Mamá, no tienes que ser tan formal conmigo. Si necesitas algo, haré lo que sea por ti. También quiero ayudar a mamá en todo lo que pueda.” Abel, con su rostro infantil, hablaba con una seriedad que recordaba a Asier.

Al escuchar la voz infantil de Abel hablando de hazañas tan heroicas, Elia no pudo evitar sentirse entre la risa y el llanto.

No sabía dónde había aprendido esas frases tan propias de las historias de aventuras, pero comprendia el ferviente deseo de Abel de ayudarla.

Elia acarició cariñosamente la cabeza de Abel y le dijo: “Mamá no necesita que hagas nada peligrosa Solo necesito que me ayudes a borrar un video que está escondido en el celular o computadora de alguien.”

Abel respondió “Claro, mamá. Dime el número de teléfono de esa persona y, si es la computadora, necesitaré la dirección IP y el modelo del equipo.”

“¿Qué es una dirección IP?” preguntó Elia, confundida.

“Es la dirección de la red a la que está conectada la computadora, o sea, la dirección del wifi” explicó Abel.

Elia no sabía qué hacer, conocía el número de teléfono de Gabriel, pero no tenía idea de la dirección de su red doméstica

“Por ahora, te daré el número de teléfono y puedes empezar por revisar su celular para borrar el video” dijo Elia, y por costumbre buscó en el bolsillo de sus pantalones.

Siempre llevaba el celular en el bolsillo de su ropa, pero al buscarlo, se dio cuenta de que no estaba.

¿Se le habría caldo?

Se sobresaltó un poco y siguió buscando, pero seguia sin encontrarlo.

Entonces recordó que, cuando fue secuestrada el dia anterior el hombre corpulento habia tomado su celular

Y Abel le habia dicho esa mañana que habia rastreado su teléfono y le habia dado la ubicación a Asier

Asier seguramente habria seguido ess pists para encontraris

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