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¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia 968

Capítulo 968

El aire estaba turbulento, invadido por una presión tan fuerte que parecia detener la respiración de quien lo sentia

Elia estaba aterrorizada, su cuerpo aún no se recuperaba de la debilidad cuando miró hacia la puerta y lo vio una figura alta y esbelta, con un aura poderosa e imponente, avanzando hacia la habitación acompañado de un grupo de hombres.

¡Era Asier!

El corazón de Elia se estremeció, sintiendo miedo y una extraña emoción a la vez.

“Asier

Su voz sono ronca, intentando contarle lo que habia pasado, pero una opresión intensa brotó dentro de su pecho y sus ojos se enrojecieron listos para llorar.

No habia sentido el impulso de llorar ante la cruel y peligrosa situación que había enfrentado, pero en ese momento que lo veia, sus ojos se humedecieron y todo el miedo y la angustia que habia contenido se desbordaron

Con esfuerzo, Elia intento caminar hacia Asier.

Pero lo encontró con la cara fria como el hielo, su presencia era gélida, como si trajera el frio del infierno consigo.g2

Asier se acercó con pasos largos, agarró el brazo de Elia con fuerza, arrancandola de las manos de Ramiro

Elia titubeo, sus piernas flaquearon y casi cae.

Asier la sostuvo por la cintura con su brazo y la atrajo hacia si con fuerza. El cuerpo de Elia chocó contra su abdomen firme, y sus fuertes brazos la presionaron contra él.

A través de la ropa, Elia sintió la solidez y el calor que emanaba de él.

Inhalo bruscamente, y su rostro se calentó

Mientras su corazón aún latia desbocado, Asier levantó su barbilla con el dedo indice, obligándola a mirarlo los ojos, que estaban frios como puñales.

¿Fue un secuestro forzado o te dejaste llevar voluntariamente, eh?” preguntó Asier con una voz baja y helada, reprimiendo la ira que estaba a punto de estallar

Habia buscado a Elia desesperadamente, preocupado por su seguridad

¡Y alli estaba ella, con Ramiro en una habitacion de hotel y abrazados!

Al escuchar sus palabras, Elia sintió un dolor agudo en el pecho

Sus ojos enrojecidos se tornaron punzantes, y lo miro, preguntando “¿Qué quieres decir, Asier?”

Una sonrisa fría y burlona se dibujó en los labios de Asier y dijo. Esa mirada es porque interrumpi lo que tenian entre manos?”

El corazón de Elia se hundió Habia sobrevivido al peligro y al ver a Asier, sintió el impulso de apoyarse en su hombro

Pero sus palabras la hirieron profundamente.

Las lágrimas brotaron de sus ojos, no eran lágrimas de tristeza o dolor, sino por la punzada en su corazón, decepción, el malestar

Habia resistido sin llorar durante el secuestro, pero en ese momento, una sola frase de Asier era suficiente para herir su corazón y derrumbar las murallas que había construido en su interior.

De repente se dio cuenta, ¿por qué había esperado algo de él? ¿Por qué quería apoyarse en su hombro?

Siempre habia sido Asier quien más la habia herido.

¿Cómo podia seguir esperando que la rescatara, que la consolara y le expresara cuánto miedo y desamparo

había sentido?

Era una ilusión.

¿Cómo podria Asier compadecerse de ella?

Se sintió ridicula por su impulso momentáneo.

Asier miraba fijamente a Elia con ojos frios, observando las lágrimas que brotaban de sus claros ojos, sintiendo como si cada parte de su ser fuera perforada por ellas, frunciendo el ceño en señal de molestia.

“Ja, ahora veo lo que dicen de Asier, que es frio e insensible, que no tiene corazón. Antes no lo creía, pero ahora que he visto tu crueldad con mis propios ojos, no tengo más opción que creer todo todos esos rumores sobre ti, dijo Ramiro con una risa amarga.

La mirada dura de Asier se giró hacia él.

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