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¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia 934

Capítulo 934

Elia frunció el ceño, no comprendiendo completamente el significado de sus palabras.

¿Qué intentaba Sergio?

¿Qué intenciones tenía?

Antes de que Elia pudiera expresar su confusión, Ramiro la miró fijamente y continuó diciendo: “Si quieres escapar de Asier, puedo ayudarte. Si tienes problemas, puedes buscarme, podemos trabajar juntos“.

Elia se sobresalto, mirando a Ramiro con mucho asombro.

¿Cómo sabía él que ella planeaba escapar de Asier?

Ese era solo su pensamiento interno, no le habia contado a nadie. ¿Había sido su comportamiento tan obvio?

Ramiro vio su expresión de asombro, sabiendo que estaba sorprendida. Él explicó: “Encontrar una mujer que atraiga a Asier y ocupar su tiempo.

es una buena estrategia”

Habia encontrado a Liuva en la puerta del salón privado. Estaba vestida de manera provocativa y llevaba el vino que Elia deberia haber llevado. Le sonrió cortesmente.g2

Al instante, supo que esa mujer iba tras Asier.

Debió haber sido Elia quien la mandó, de lo contrario, no habría podido obtener el vino que Vicente había guardado en el bar.

Elia se dio cuenta de que Ramiro pensaba que ella habia enviado a Liuva a propósito para distraer a Asier.

Elia preguntó “antes te escuché decir algo, ¿qué quieres decir con el propósito de Sergio?”

Ramiro se encontró con sus ojos llenos de tensión y de interrogantes. Se quedó en silencio durante dos segundos, desviando la mirada: “No es nada, solo quería decirte que, si tienes problemas, puedes buscarme, yo te ayudare“.

Elia podia ver que Ramiro estaba ocultandole algo, pero no podía adivinar qué era

Si él no queria decirlo, ella no podia forzarlo.

“Sergio es afortunado de tener un amigo como tú“, dijo Elia. Podía sentir que Ramiro realmente estaba pensando en Sergio en todo momento.

Ramiro se volvió y vio un gusano verde en su cabeza.

Estaban sentados debajo de un árbol grande, era normal que cayeran insectos del árbol.

“No te muevas, tienes un gusano verde en la cabeza. Te lo quitaré“, dijo Ramiro.

“¿Qué, un gusano?” Elia se asusto, parecia un poco tensa. Tenía mucho miedo de los insectos.

Aunque no había visto el gusano en su cabeza, pero al escuchar a Ramiro decir que era un gusano verde, podia imaginario en su cabeza, arrastrándose y retorciéndose

Elia se estremeció de asco, todo su cuerpo se erizó y sintió un hormigueo en su corazón.

“Rápido, quitamelo‘, Elia acerco su cabeza a Ramiro para que él pudiera quitarse el gusano. Cada segundo que el gusano permanecia en su cabeza, se sentia incomoda.

Ramiro se acercó a ella, extendió la mano para quitar el gusano de su cabeza, que aún tenía un hilo blanco en la boca.

Elia bajo ligeramente la cabeza, acercándose a Ramiro

Desde lejos, parecia que Ramiro estaba besando la frente de Elia, y era ella quien se había acercado a él.

Asier salió del bar y vio esa escena

Su presencia se volvió repentinamente glacial, con ojos profundos como la escarcha. Se dirigió rápidamente hacia Elia.

Ramiro acababa de quitar el gusano cuando Elia estaba a punto de retirarse. En ese momento, sintió una ráfaga de aire frio que hizo que el ambiente se volviera tenso, dificultando la respiración.

Ella se asustó y se giró. Al girarse se topó con la mirada de a Asier, con su presencia imponente y aura helada, caminando hacia ella.

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