Capítulo 933
Lluva mantenia una sonrisa inofensiva en sus labios.
“Ahí está, eso es mejor.” Los hombres se tranquilizaron gracias a los encantos de Lluva.
“Ustedes decidan. Sugirió Liuva.
Los tres hombres se miraron entre sí, cada uno queriendo ser el primero.
Al ver que se distraian, Liuva se dirigió rápidamente hacia la puerta de la sala, la abrió y salió corriendo.
“¡Alto!”
Los hombres se dieron cuenta de que habían sido engañados y fueron tras ella, pero ya era demasiado tarde Liuva había salido de la sala y corria hacia donde habia más gente
Con tanta gente alrededor, los hombres no se atrevieron a llevarse a Liuva a la vista de todos.
Liuva se escondió en la bulliciosa pista de baile. Al ver que nadie la seguía, suspiró aliviada. Pensando en la actitud de Asier hacia ella y las palabras de aquellos hombres, Asier solo estaba interesado en las mujeres sofisticadas!g2
Y ella, no era lo suficientemente elegante, no podia atraer la atención de Asier.
Liuva sentia un odio retorcido en su interior ¿En qué se quedaba corta en comparación con Elia?
Elia creció en un lugar remoto y pobre, con un aire de ingenuidad, ¿en qué era superior?
Ella, por otro lado, habia practicado la danza y el piano desde pequeña. Su madre la crio con dinero.
La alta sociedad, las marcas de lujo, ¿que no había visto?
El entorno en el que creció era completamente diferente al de Elia. Mientras Elia jugaba con el barro, ella practicaba artes como la música, el ajedrez, la caligrafia y la pintura.
¡No había comparación entre Elia y ella!
¿Por qué Elia llamaba la atención de Asier y ella no?
¡No se daria por vencida Ella seria la mujer de Asier!
Después de todo. Elia tenia una debilidad que su padre conocía, no tenía que preocuparse de que Elia no la ayudara
Elia salió del bar, Liuva se había ofrecido a llevar las bebidas, ya no tenía nada más que hacer alli, así que decidió volver a casa.
Mientras esperaba un taxi, alguien la llamó
Elia se dio la vuelta y vio a Ramiro acercándose ‘Elia, ¿por qué te vas tan pronto? ¿No llevaste las bebidas a la sala?”
Elia respondió “Como viste, alguien mas se ofreció a hacerlo.”
Ramiro la miró con una sonrisa en los ojos, algo característico de él.
Mantenia una sonrisa en su rostro, con un aire cálido y sofisticado, realmente era un chico muy agradable.
¿Por qué no nos sentamos alli y charlamos?” Ramiro señaló un jardin no muy lejos, donde había un banco.
No era seguro hablar en la calle
Elia recordó que la última vez que Ramiro la buscó, tenía algo importante que decirle. Esa vez, probablemente no sería una charla casual.
Así que se dirigió al jardin, seguida por Ramiro
Se sentaron en el banco, manteniendo una cierta distancia entre ellos.
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Elia preguntó “Tenias algo que querias decirme?”
Ramiro tenia una sonrisa calida en los labios, pero no era una verdadera sonrisa, era solo su aire caracteristico.
“Finalmente lo entendiste.” Dijo Ramiro Finalmente has comprendido las intenciones de Sergio.”
