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¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia 902

Capítulo 902

En el barro Santa Marta, Rosalinda estaba sola. Después de haberse preparado algo para cenar y haberlo comido, se sentó en el sofà a

descansar un rato antes de ir al baño a ducharse para prepararse para retirarse temprano

Estaba en la ducha cuando escuché un ruido en el exterior, el sonido de la puerta abriéndose Rosalinda pensó que era Elia que había regre

por lo que no dijo nada.

Cuando termino de ducharse y se puso su pijama para salir, vio a un hombre sentado en el sofa, lo cual le dio un gran susto a Rosalinda

Al fijarse bien resultó ser Gabriel lo que hizo que Rosalinda se asustara aun más y retrocediera un paso Con mucha furia y con una mirada amenazante grito Gabriel, cómo tienes las llaves de mi casal, Qué estás haciendo aqui? Fuera de aquí”

Señaló hacia la puerta con los ojos muy abiertos y con el corazón sobresaltado de la ra

Gabriel levanto la cabeza sus ojos que normalmente parecian educados y elegantes, estaban llenos de diversión mientras le decía. Estos dias le pedi a un cerrajero que me hiciera una copia de las llaves, tu casa es mi casa, ¿por qué no puedo entrar?”

Su mirada se poso en Rosalinda, sus ojos, que normalmente eran frios, se llenaron gradualmente de deseo

Rosalinda acababa de salir de la ducha, su cabello estaba mojado y las gotas de agua caian sobre sus hombros, lo que la hacia lucir especialmente atractiva Su rostro también estaba humedo, lo que la hacia parecer aún más suave que de costumbre.

Ademas Rosalinda tenia la costumbre de no usar ropa interior después de ducharse. Aunque su pijama era muy conservador, era obvio que un mujer no llevaba sosten.g2

Alver eso, los ojos de Gabriel cambiaron inmediatamente

Rosalinda era muy hermosa cuando era joven y tenía una figura muy buena Aunque su rostro llevaba las marcas del paso del tiempo, su figura seguia siendo muy delgada

Además, Gabriel ya habia estado con Rosalinda antes, por lo que todavia recordaba cómo era ella.

Rosalinda recien salida de la ducha, desprendia un aire de sensualidad madura que Gabriel recordaba muy bien.

“¿Quien dijo que mi casa es tu casa? No tienes vergüenza, Gabriell No tengo nada que ver contigo Rosalinda lo reprendió con furia

Al darse cuenta de la mirada diferente de Gabriel, sintió un miedo profundo y queria echarlo aún más.

“Sal de aqui ya Señaló hacia la puerta, pero no se atrevió a acercarse a Gabriel para echarlo, y solo pudo tratar de intimidario con su actitud.

Gabriel se levantó y comenzó a acercarse a ella paso a paso, su mirada estaba llena de una mezcla de fraldad y deseo de posesión.

“Rosalinda, aquel dia me puse a pensar después de volver a casa, dijiste que habias estado con otros hombres y me pregunto si eso fue algo que dijiste en seno o simplemente algo que dijiste en un arrebato de ira” Dijo Gabriel.

Rosalinda retrocedió a medida que se acercaba, luciendo nerviosa y furiosa “Elia es tu hija, ¡qué más quieres!” Respondio Rosainda.

Recordo lo que Elia le había dicho que no debía enfurecer a Gabriel. Ese hombre se estaba volviendo cada vez mas arrogante y desquiciado, y enfurecerlo podria tener consecuencias inimaginables.

Aurique no aclaró si habia estado con otros hombres, al decir que Elia era su hija, logró disipar sus sospechas.

Gabriel se

otros fiambr

era una risa llena de satisfacción y arrogancia “Han pasado tantos años que casi olvido como eres, si dices que no has estado

entonces déjame comprobarlo yo mismo Dijo Gabriel

“Que que vas a hacer? Rosalinda pregunto aterrada retrocedio hasta el borde de la mesa de comedor, tropeza con

cuando intento agarrar la silla para lanzarla hacia Gabriel el agarro su mano y la lanzó al sofa

“Ah Exclamo Rosalinda al caer fuertemente sobre el sofa

Rosalinda ya me has golpeado una vez, no vuelvas a hacerlo de nuevo ¿Quien te crees que eres? Hoy voy a pasarmesa bien contigo, vatten ä resolver nuestras viejas y nuevas rencillas de una vez por todas

Con una mirada fria en sus ojos Gabriel se lanzó sobre ella, presionandola contra el sofa

Suetame, auxilio! Um ‘Rosalinda kucho y grito pidiendo ayuda

Gabriel cubrió su boca con la ano su mitada oscuter estaba fja

ruido De lo contrario, no se lo que podria hace

Rosatida levantó su piema para palearic, pero Gabriel esquivo y

señal de advertencia Mientras tā i

portunidad para sujetar

mano apretó con fuerte boca la otra mano apretaba sus muñecas, su torso presionando audio ela

Rosalinda quedo inmovilizada, su un

El movimento fue tan brusco que dos botones

erse desesperad

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