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¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia 741

Capítulo 741

Jimena notó que Elia estaba desanimada y, temiendo que volviera a estar triste, guardó rápidamente su teléfono. Estaba molesta y murmuró una palabra de justicia.

¿Por qué Asier podia buscar a otras mujeres, pero exigia que Elia se mantuviera pura para él?

“¿Quién es tu felicidad?” Una voz masculina profunda y amenazante sonó de repente.

Elia buscó la fuente de la voz y vio la imponente figura de un hombre acercándose con largas zancadas.

La luz neón en su rostro atractivo le daba una apariencia aún más misteriosa y helada.

Su presencia hizo que la temperatura del ambiente descendiera varios grados

Asier habia llegado

El corazón de Elia se apreto al instante.

Jimena, que habia sido tan firme y apasionada antes, se desinfló como un globo al ver a Asier g2

Se puso de pie para proteger a Elia, pero al ver la imponente figura de Asier acercándose, junto con el poderoso aura que llenaba el aire,

retrocedió involuntariamente y, aunque estaba decidida, se sintió insegura “No te acerques, Elia no quiere lidiar contigo.”

levanta

Asier pasó junto a ella sin mirarla, se acercó a Elia, tomó su mano y la hizo levantarse de la roca, mirándola con ojos frios y penetrantes: “¿A quién estas buscando?, ¿quién es tu felicidad, eh?”

Sus ojos oscuros estaban llenos de ira, su rostro atractivo estaba tenso y su sombra envolvia a Elia por completo.

Elia, que había estado tan desesperada por encontrarlo, en ese momento se siente tranquila al verlo.

Ella se aparto, evitando su toque, y con un aire de desafio dijo con frialdad: “Definitivamente no eres túl Asier, Jimena tenía razón antes, si quieres buscar a otras mujeres, no me interpongo en tu camino, pero tampoco puedes impedirme buscar a quien me da felicidad… ¡Ay!”

Antes de que pudiera terminar de hablar, un fuerte brazo la rodeó por la cintura y la pegó a su robusto cuerpo.

“Veremos si puedo impedirio!” Asier, con los ojos oscuros y frios, la levantó, la echó al hombro y se dirigió al hotel como si nada.

“Asier, sueltame!” Elia estaba luchando para librarse de su agarre, golpeaba su espalda y pataleaba sin parar.

Pero su pequeña cantidad de fuerza era inútil frente a la fuerza absoluta de Asier.

“Elia!” Jimena vio cómo se llevaban a Elia y, ansiosa, intentó seguirla, pero Bruno se adelantó y la detuvo

“Srta Jimena, la noche es preciosa, ¿qué tal si le invito a una taza de cafe?” Bruno mantuvo su sonrisa cortes.

“¡No tengo ganas de tomar cafe! Bruno, quitate del medio!” Jimena empujó su mano para seguir a Elia.

Pero Bruno insistió en interponerse “Señorita, si no quieres café, no interrumpas a Elia y al Sr. Griera mientras ellos toman su café.”

Jimena penso que estaba bromeando y dijo. ¿Qué estás diciendo? ¿Parece que ellos van a tomar cafe?”

Bruno solo sonno, todo se entendia sin palabras

Jimena miró su expresion y de repente lo entendió todo.

“Humph, quiero el café más caro, tienes que invitarme, aunque no quieras! Jimena gruñó y se dirigió al café al lado del hotel Bruno la siguio.

Asier abrió la puerta de la habitación de una patada, tiró a Elia en la cama, y ella intentó levantarse tan pronto como toco la cama

Asier rodeo su cuerpo con ambos brazos, su pecho cubriendo a Elia como una jaula, atrapandola debajo de el

*Responde, ¿quién es tu felicidad?” La voz fria de Asier sono, su aliento helado rozó su mejilla

“No eres tú Mmm Antes de que Elia pudiera terminar, su voz fue ahogada por un beso autoritario

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