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¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia 728

Capitulo 728

El teléfono habla sonado durante mucho tiempo, pero nadie respondía, hasta que finalmente indico que nadie estaba disponible.

Elia volvió a llamar, obteniendo el mismo resultado.

Elia se sintió cada vez más ansiosa, Asier deliberadamente no respondia a su llamada, debía estar castigandola.

Miró a través de la puerta del jardin, donde florecian las flores y el camino de piedra llevaba a la sala de Villa Serenidad.

Estaba tan cerca de sus hijos, pero la puerta de hierro la mantenia fuera de su alcance. Alli dentro vivian sus cuatro pequeños tesoros, a quienes habia cuidado

con su vida

Mantenerla alejada de ellos para siempre era más doloroso que quitarle la vida

Asier sabia como golpearla donde más le dolia, fácilmente haciéndola sentir como una hormiga impotente. Elia se sintió desesperada

Después de varias llamadas. Asier no respondió

Le envió un mensaje a Asier, pero le informaron que no podia enviarlo g2

Asier la habia bloqueado en WhatsApp nuevamente

Siempre era de esa forma, cada vez que estaba molesto o enojado, la bloqueaba, sin darle la oportunidad de explicarse

La dejaba ansiosa y desesperada.

Elia habia estado merodeando fuera de la puerta del jardin durante un largo tiempo, esperando ver a los niños o a Asier salir, para poder hablar a través de la

puerta

Pero cuando oscureció, nadie salia.

Elia se vio obligada a irse, si se quedaba un poco más tarde, no encontraria transporte.

Al llegar a casa, se vela desolada, pero Rosalinda parecia muy contenta. La llevo hasta el sofá, con una sonrisa radiante dijo: “Elia, hoy la organizadora de citas del

sitio web de citas me envió un mensaje. Dijo que hay un hombre que está muy interesado en mi perfil y quiere conocerme este viernes

Elia, desanimada, sonrio debilmente y respondió. “Eso suena genial deberías ir a conocerlo, si te sientes cómoda con él, deberían estar juntos.”

Rosalinda estaba claramente satisfecha con el perfil del hombre, aunque aún no lo habia conocido, ya estaba esperanzada.

Al principio, Rosalinda se negaba a las citas, pero cambió de opinión, habia pasado la mitad de su vida con el desgraciado de Gabriel, y no pudo conocer a otro hombre

Para la segunda mitad de su vida, deberia vivir un poco para ella misma.

Al conocer a otros hombres, tal vez se abrina a nuevas posibilidades.

Luego se dio cuenta de que Elia parecia decaida y le preguntó “Elia, ¿qué te pasa? Te ves deprimida

Elia volvio en si v nego con la cabeza No es nada, solo estoy un poco cansada…

“El trabajo es agotador, deberias ir a descansar un poco en tu cuarto Voy a preparar la cena, estará lista pronto, ya tengo todo preparado.” Rosalinda se levantó y

se dirigio a la cocina

Ela se recosto en el sofá, agotada, y se quedo dormida en poco tiempo.

No sabia cuánto tiempo había pasado cuando Rosalinda la despertó “Elia, levántate, es hora de comer, puedes seguir durmiendo después de la cena. No es bueno para tu estómago estar hambrienta.”

Elia se levanto y se sento a la mesa. No tenia apetito y se quedó en la mesa jugando con la zanahoria en su plato

Rosalinda noto que apenas habia comido y preguntó ¿Qué pasa, la comida no te gusta? ¿Te acostumbraste a las delicias en Villa Serenidad y no puedes soportar esta comida simple?”

Elia volvio en si y miró a Rosalinda “Mama, que estas diciendo? ¿No es la comida igual en todos lados? Simplemente no tengo apetito.”

C

“¿Es por el calor? Compre una sandia, iré a cortaria, eso deberia ayudar a refrescarte.” Rosalinda se levantó y fue a buscar la sandia.

“No te preocupes, mama, tampoco tengo ganas de comer sandia Dijo Elia

Rosalinda no la escucho, corto dos pedazos de sandia y coloco uno frente a Elia, mientras se comia el otro. “Si los niños estuvieran aqui, seguro se la cometian enseguida A ellos les encanta la sandia, especialmente a ina, ella adora los dulces”

Al hablar de los cuatro niños, a Rosalinda le embargo la nostalgia Desde el incidente de Luisa, no había vuelto a visitar Villa Serenidad para ver a los našou.

Por un lado, no sabia como enfrentarse a Asier, y por el otro teria su autoridad y le preocupaba ser mal recibida si ba

Después de mucho tiempo sin ver a los niños, Rosalında anhelaba mucho hacerlo

“Elia, puedes ver a los niños cuando quieras y llevarios a pasear, ¿verdad? ¿Cuando podnas traer a los niños de vuela? Los extraño mucho, la dijo Rosalinda a

Ela

Al ver la mirada anhelante de Rosalinda. Elia bajó rápidamente la vista y evitó su mirada

Se sentia tan mal que la costaba respirar

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