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¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia 700

Capítulo 700

Podia sentir que algo no estaba bien con Asier, pero no sabía que podria ser

“Papá, me golpeaste” Iria frotaba su frente con su pequeña mano, con una voz inocente que denotaba una leve aflicción. Asier le frotó la cabeza con su enorme mano: “Corre más despacio.”

Su voz profunda y magnética estaba llena de amor paternal

“Uh–huh” Iria estaba contenta, asintió Iria con alegría, su cabecita se movia animada mientras salia de la habitación. Asier entró y a medida que se acercaba, el ambiente se volvía opresivo. Elia comenzó a respirar con dificultad, la mano que la que sostenía la de Inés se tenso inconscientemente

Inés parecia sentir la presión y se acurrucó contra Elia, mirando a Asier con sus ojos infantiles y frágiles.

“Mamá, ¿todavia te duele el pie?” Joel, con su pequeño cuerpo, se inclinó all pie de la cama, su mirada fija en el pie de Elia, que estaba vendado, y le preguntó con preocupación. Su voz infantil alivió un poco la tensión en la habitación.

Elia esbozó una sonrisa, resistiendo la presión de Asier que se acercaba, y respondió a la pregunta de Joel: “Ya no duele, se curará en unos dias.”

“Eso es genial, cuando te mejores, te llevaremos a comer cangrejo, comer sus pinzas te ayudará a recuperarte más rápido.” Joel sonrió dulcemente g2

Elia sabia que Joel estaba siguiendo la idea de Rosalinda de que comer algo especifico te ayudaría a recuperarte más rápido.

Entonces Joel pensó que, si ella comia pinzas de cangrejo, su pie se recuperaría más rápido.

Aunque esas palabras eran inocentes, Elia no pudo evitar sentirse feliz y aliviada.

Rodeada por el amor de sus hijos, no importaba cuan dificil o doloroso fuera su camino, siempre encontraba consuelo.

“Mama papa, mira la flor.” En la puerta, Iria volvió corriendo como un torbellino, sosteniendo una rosa en su pequeña mano regordeta.

Fabio la habia traido y cuando vio a Iria entrar, se quedó en la puerta, esperando respetuosamente.

Ina corrió hasta la cama de Elia, levantando su pequeña mano para mostrarle la flor.

Elia la elogio: “Qué hermosa flor.”

Iria se ilumino y luego extendió su pequeña mano hacia Asier, preguntando con su voz infantil: “Papá, ¿es hermosa?”

Los profundos ojos de Asier parecieron oscurecerse, no respondió de inmediato.

Elia miró a Asier, temiendo que pudiera herir los sentimientos de Iria.

Pero pronto, un solo sonido salió de la garganta de Asier. “hum.”

“¡Yay! Yo también creo que es hermosa, me encanta.” Iria estaba tan feliz como un pajarito, saltando y dando vueltas en el lugar.

Asier dirigió su profunda mirada hacia Fabio en la puerta y le dijo: “Liévalos a cenar

Fabio recibió la orden, se acercó con miedo, y se dispuso para llevar a los niños a cenar.

Inés se acercó al borde de la cama de Elia, con una mirada timida, y dijo con timidez. “Mamá…”

Elia le frotó suavemente la cabeza, diciendo con dulzura: “Ve a cenar con Fabio primero, mamá vendrá a acompañarte en un rato.” “Si, mamá tiene que venir.” Inés se relajó al escuchar que su madre vendría a acompañarlos.

“De acuerdo.” Elia prometió.

Los cuatro niños fueron con Fabio.

Sólo quedaban Elia y Asier en la habitación, y la tensión fría del cuarto se intensificó aún más. Elia se tenso inconscientemente.

Asier se acercó con su imponente figura, mirando hacia abajo a Elia, y su sombra la envolvió. El corazón de Elia se tenso, no entendia que estaba pasando y miró a Asier con cautela: “El remedio para los golpes y las contusiones es realmente bueno, después de tomarlo, mi pie se siente mucho mejor

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