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¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia 697

Capítulo 697

¿Tienes una tarjeta de crédito en tus manos?” preguntó Elia.

“No.”

“Entonces debes tener una aplicación bancaria en tu móvil, puedes ver el número de tarjeta en la aplicación. ¿Podrías enviarme una captura de pantalla?” Elia le propuso, sin andarse con rodeos.

“¿Por qué?” preguntó Bruno, el número de tarjeta bancaria se le puede dar a cualquiera?

“Veras, ayer obtuve mil tres millones de Gabriel, hoy la policia me llamó preguntándome de dónde venía el dinero, si estaba estafando a alguien. Dijeron que su investigación mostraba que mi cuenta ha estado muy irregular últimamente, sospechan que estoy cometiendo fraude y están planeando abrir un caso, estaba muy asustada. Les dije que el dinero en mi cuenta era de otra persona, que era solo un trámite temporal y que luego seria transferido. Como tengo un registro de transferencia en mi cuenta, me creyeron

La última vez, fue Bruno quien le dijo a Asier que los mil millones en su tarjeta habían sido transferidos por Gabriel para comprar una mansión

Por lo tanto, ella tenia un registro de movimiento en su tarjeta, Bruno definitivamente lo creyó

En ese momento la supervisión era estricta, cualquier cuenta que repentinamente tuviese mucho dinero o movimiento irregular seria monitoreada por Big Data y vigilada por la policia.

Lo que dijo Elia estaba muy acorde con la realidad g2

“¿Y entonces?” dijo Bruno.

“Entonces, planeo transferir el dinero a tu cuenta y decirle a la policia que el dinero es tuyo. No sospecharán que soy una estafadora y no abriran una investigación.” Elia explicó su intención.

“¿No seré investigado entonces?” la voz de Bruno era calmada.

Queria saber que estaba tramando Elia.

“No eres el secretario jefe de Grupo Griera, estás acostumbrado a manejas esas cantidades de dinero en tu vida diaria, todo parecerá muy normal, no te investigaran. Elia lo garantizó.

Lo que dijo era cierto, Bruno trabajaba con Asier todo el año, a veces, solo los gastos reembolsados ya superaban las decenas de millones.

“Si me lo das, y luego te lo devuelvo, ¿no seria lo mismo?” Bruno no entendía su lógica.

“No es lo mismo en absoluto, después de que yo te lo de, lo cambias en efectivo y me lo das. No hay registro de transacciones en efectivo. ¿quien lo sabria? Hazme un favor, ya te lo compensare invitándote a cenar un dia, Bruno, siempre estás dispuesto a ayudar.” Elia empezo a hacerle la pelota

“Puedes buscar al Sr. Griera.”

“No puedo, si le transfiero el dinero, él no me lo devolveria de inmediato.” Elia fue firme.

¿No quieres desprenderte de este dinero?” Bruno pareció entender lo que ella estaba pensando.

“Por supuesto, es mucho dinero, ¿quién no lo querria?” Elia no ocultó su amor por el dinero.

Bruno, al otro lado del teléfono, hizo una pausa y luego asintió: “Está bien, te lo enviare en un rato.”

Su voz era calmada y firme, pero un poco fria

Pronto, Elia recibió el numero de tarjeta bancaria que Bruno le envió

Sin mediar palabra, Elia transfirió todos los mil tres millones a la tarjeta de Bruno.

Después de transferir el dinero, le envió un mensaje a Bruno. “Es el dinero de Asier, haz lo que quieras con él. Gracias Bruno

Bruno estaba en la oficina cuando recibió un mensaje de transferencia del banco, al ver la cantidad, su rostro mostró sorpresa.

Luego, recibió el mensaje de Elia Al ver el contenido del mensaje, su rostro se puso aún más serio

De repente se dio cuenta de lo que en realidad paso, había sido engañado por Elia!

Elia no estaba pidiendo prestada su cuenta para sacar dinero efectivo, claramente estaba usando su postura en la empresa para devolverle el dinero a Asier.

Quizás Elia no tenia otra opción porque cuando intentó devolverle el dinero directamente al Sr. Griera, el la ignoro, así que tuvo que transferir todo el dinero a Bruno.

Dejándolo a él para que se las arreglara para devolver el dinero a Asier

Fue astuta la táctica de devolver dinero a través de otra persona.

Bruno, siendo tan astuto, habia sido engañado por la inocente Elia

Bruno contempló la larga secuencia de cifras que representaban una cantidad de dinero, y de inmediato sintió que era como una patata caliente

en sus manos.

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