Capítulo 657
Todo esto se estaba saliendo de control.
Eran solo palabras de niños, pero definitivamente tenían que parar.
Elia, con el rostro caliente, miró a Asier, justo cuando sus profundos ojos la estaban mirando.
En un instante, sus miradas chocaron, como si hubieran creado chispas en el aire.
Elia sintió un cosquilleo en su corazón, su respiración se detuvo por un momento, asustada, rápidamente bajó la cabeza, y no se atrevió a mirarlo de nuevo.
Los niños hablaban sin parar, y con la mirada intrigante y oscura de Asier, estaba haciendo que Elia deseara poder meter su cabeza en un agujero en ese mismo lugar.
“Mamá está avergonzada, ya no sigan hablando de eso, la voz infantil de Abel sono, actuando como el hermano mayor, educando a sus hermanos menores.
En realidad, Abel solo tenia una vaga idea sobre lo que los adultos estaban hablando, pero al ver la expresión de su mamá, sabía que estaba avergonzada
Joel e iria se miraron desconcertados, luego miraron a Elia y, efectivamente, vieron que su cara estaba tan roja como una manzana.g2
Iria se rio alegremente, como una campanita: “Mamá realmente está avergonzada, su cara está tan roja como una manzana. Hoy besé a un niño en mi clase, y su cara se puso tan roja como la tuya, mamá.”
La voz suave y dulce de Iria sono como la de un bebé.
Elia y Asier levantaron la cabeza al mismo tiempo para mirar a Iria.
En la cara guapa de Asier se podia ver claramente su preocupación.
Elia estaba inquieta y le pregunto: “Iria, ¿a qué niño de tu clase besaste?”
La mirada oscura de Asier estaba fijamente en Iria, con una seriedad como si su propia hija estuviera a punto de ser secuestrada.
Iria inclino su pequeña cabeza pensando por un momento, luego dijo: “A un niño llamado Alejandro, es muy blanco y lindo, como un conejito. Su cara parece un flan, tenia tantas ganas de darle un mordisco, así que lo bese.”
Ina, esa pequeña glotona….
Elia, nerviosa pero resignada, creyó en la amistad inocente de los niños, pero su hija ya tenia casi cinco años, y debía tener cuidado en ese aspecto
Elia era como cualquier madre, temia que su hija sufriera, especialmente cuando se trataba de una niña.
Elia dijo pacientemente y con dulzura: “Iria, tú eres una niña, él es un niño, no deberias estar besándolo, puedes jugar con él, pero debes mantener una cierta distancia. Además, no es educado querer morder a alguien porque parece un flan, si quieres comer flan, puedes decirmele y yo te lo compro.”
“¡Papá te lo comprará! Cualquier tipo de flan que quieras,” Asier de repente habló
Su expresión y tono eran extremadamente serios
Elia, curiosa, volteó a verlo y se dio cuenta de que sus ojos oscuros y tensos parecian estar aún más preocupados que ella.
Iria, con sus grandes y brillantes ojos, preguntó confundida: “¿Por qué no puedo besarlo? ¿Voy a tener un bebé?”
Elia estaba avergonzada, los niños eran tan inocentes y estaban en una etapa de curiosidad, no entendian nada sobre eso.
Joel rápidamente intervino “Solo se tiene un bebé si duermes con alguien, no si los besas ¿Verdad, mama? Tu y papá durmieron juntos y por eso nosotros nacimos.”
Elia*
¿Cómo volvieron a hablar de ella y Asier?
Elia estaba tan avergonzada que casi se levanta de la mesa, no se atrevia a mirar a Asier de nuevo.
Aster, por otro lado, intervino: “Besar y dormir juntos son muy peligrosos. Los niños y las niñas deben mantener una distancia segura. Cuando crezcan un poco más, lo entenderán. Iria, si quieres comer algo, díselo a papá o a Fabio, no puedes simplemente besar a los niños. ¿Entendido?”
Asier tenia la sensación de que su pequeña princesa estaba en peligro de ser raptada
Ese era su amor de padre que nunca habia conocido.
