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¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia 623

Capítulo 623

Recién entonces ella recordó que había sido bloqueada por Asier.

Elia, en busca de ayuda, le dijo al portero: “Por favor, hazme un favor, llama à la Casa Griera, cuando contesten, me avisas.”

El portero la había visto venir varias veces, la última vez que vino, fue el mismo Asier quien la llevó adentro.

Penso que debía tener alguna relación con Asier, asi que aceptó hacer la llamada a la linea fija de la Casa Griera.

En la caseta del portero, había un telefono conectado directamente a la sala principal de la Casa Griera, para avisar a la familia sobre las visitas.

Una vez que la llamada fue respondida, Elia tomó el teléfono. “Hola, soy Elia, la madre de los niños.

A través del teléfono, podia sentir la baja presión y el frio que desprendia el que contestó el teléfono

El corazón de Elia salto, sintiendo que era Asier quien habia contestado el teléfono: “Espera, Asier, dame una oportunidad para explicarte.”

Justo cuando Asier estaba a punto de colgar, Elia le habló apresuradamente g2

Aunque Asier no dijo nada por teléfono, Elia sintió como si tuviera una conexión con él y supo lo que estaba haciendo.

A pesar de no estar cara a cara ni en el mismo lugar, solo a través del teléfono, Elia se sintió abrumada por la presencia de Asier, dejándola sin

aliento.

Asier no dijo nada, pero un aire frio se transmitió a través de las ondas de radio del telefono

Elia, con la respiración ligeramente entrecortada, dijo: “Fui a ver a mi madre, ella me dijo que solo estaba discutiendo con Luisa que debíamos casaros, a mitad de camino, vio a Ines caerse por las escaleras. Fue a ayudar a Ines, y cuando volvió, Luisa estaba en el suelo. Me dijo que nunca empujó a Luisa, podria haber algun malentendido? ¿Podrías revisar las cámaras de seguridad?”

Elia habia vivido con Rosalinda durante muchos años y conocía bien a su madre.

Era ruda por fuera pero dulce por dentro, solo en casa se comportaba de manera dominante, pero en público, no se atrevía a levantarle la mano

ni la voz a los demás.

Y especialmente en la Casa Griera, frente a Luisa, Rosalinda no se atreveria a hacerle algo asi

Asier, con su rostro apuesto y oscuro, colgó el teléfono de inmediato.

Elia estaba a punto de decir algo más, pero lo único que le respondió fue el tono de ocupado del teléfono.

Se sintió desolada, todas las palabras que quería decir se quedaron atrapadas en su pecho, sin tener la oportunidad de decirlas.

Asier ya no estaba dispuesto a hablar con ella.

¿Qué debería hacer?

Despues de colgar el teléfono, Asier exhaló un suspiro de rabia.

Sintió un leve tirón en sus pantalones.

Bajo la vista y vio a inés mirándolo con sus ojos inocentes y asustados.

“Papa, chice algo malo? ¿Por qué la policia se llevó a la abuela después de que me abrazó? ¿Dónde está la bisabuela después de caerse? Extraño a mamá…”

Al principio, la pequeña podia hablar con calma, pero después, no pudo contener las lágrimas y comenzaron a llorar. Intento contener el llanto

Asier se agacho y levantó a Inés, secó las lágrimas de su cara con su pulgar con una paciencia y ternura rara.

“No hiciste nada malo, los adultos fueron los que se equivocaron. Vete a jugar con tus hermanos al cuarto de juguetes, luego te bañas y te vas a dormir, no pienses demasiado. ¿vale? La calida voz de Asier intentaba consolar el joven corazón de ines

Pero su consuelo parecia no tener efecto.

Inės siempre había sido inteligente y sensible, pero también timida y apegada a su madre.

La escena de la policia llevándose a Rosalinda la habia asustado.

Hasta ahora, no podia calmarse

Inés, llorando, dijo: “No quiero dormir aqui, quiero a mama”

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