Capitulo 538
La mirada sombría de Abel, era lindo y adorable, y sus ojos oscuros, revelaban una inocencia gélida mientras miraba a Asier. Los otros tres niños también dejaron de luchar, al igual que su hermano Abel, todos miraban acusadoramente a Asier.
Eran cuatro pares de ojos inocentes y oscuros, todos fijos en Asier
Asier estaba sentado, ellos de pie, pero aun así no eran más altos que el Para verle, tenían que levantar la cabeza para ver su rostro. Estas acusaciones silenciosas, a los ojos de los demás, eran como cuatro pequeños encantos mirando con asombro al imponente Asier
El profundo mirar de Asier, con una intimidación innata, no evitaba la mirada de los cuatro niños.
El aire estaba lleno de una silenciosa tensión
Finalmente, la voz inocente de Abel rompió el silencio: “Quiero dos tabletas, con las mejores configuraciones”
“Mm, está bien“, respondió Asier con su voz de bajo magnetismo.g2
Estaba muy satisfecho con el oportuno compromiso de Abel
Un niño de poco más de cuatro años, ya tenia la capacidad de pensar de forma independiente y entender lo que decían los adultos.
Era efectivo si se educaba de la forma correcta cuando estén siendo travieso.
Asier ordenó a Fabio “Ve, contacta a Vicente Fuentes, pidele que envie dos tabletas de última generación“.
“Si, señor“, dijo Fabio inclinándose respetuosamente, y se fue a contactar.
Los otros tres niños vieron que su hermano se habia rendido.
Se miraron con asombro y cunosidad.
Luego, Ina levantó su manita gordita, sus grandes ojos brillantes y juguetones, y respondió antes que los demás: “Quiero helado, dos helados!” No podia resistirse a la comida
Asier le había dicho que si dejaba de llorar, le compraria algo rico
Inmediatamente dejó de llorar, olvido todo lo demás, sólo sabia que queria comida.
No tenia ninguna precaución, le habia contado a él todos los gustos de sus hermanos.
Aunque se dio cuenta despues, que tenia que unirse con sus hermanos y hermana para resistir, y no desayunar
Pero cuando se dio cuenta, Asier ya sabia lo que cada niño queria.
Asier respondió: “Dos helados, se harán enseguida“.
Dingió su mirada a un sirviente.
El sirviente asintió, y se fue a preparar
Joel era el que mejor entendia la frase “un hombre sabio se adapta a las circunstancias“, la habia visto explicada en los libros de actuación que solta leer.
“Quiero ir a la escuela de actuación“, fue el tercero en hablar, expresando su deseo.
Si su hermano le hacia caso a su padre, él también seguiria a su hermano
Asi podrian satisfacer a su padre y podrian luchar para ver a su madre lo antes posible
“Bien, Asier también estuvo de acuerdo, su mirada se dingió a Ines ¿Y tu?”
Inés era la más pequeña de los niños, aunque eran cuatrilizos, era la más pequeña de los cuatro, no era tan alta como sus hermanos, ni tan gorda como ina
Aunque solia actuar con fraldad y amaba su pelo corto, era pequeña y timida
Cuando vio la mirada que Asier le lanzaba, se encogió instintivamente, sin atreverse a mirarle.
Asier se dio cuenta de que la habia asustado
Intentó hablar con un tono suave, pero aun asi asustó a la niña
Esta era su hija, y ver a inés asustada y temblorosa le dejó un sabor amargo
“¿Por qué siempre bajas la cabeza, queriendo llorar pero no te atreves? Si quieres llorar, llora. Si no quieres, di con valentia lo que quieres“, dijo Asier, su voz baja y magnética, llena de suavidad
“Buaa“, Inés empezó a llorar a causa del miedo
Aunque la voz de Asier no sonaba tan feroz, Inés pensó que sus palabras eran una mprimanda.