Capitulo36
Ella sediocuenta de que ya no tenia forma de retroceder, su espalda estaba contra la pared y su cuerpo estaba presionado contra el frío mármol. Exclamódesorpresay al siguiente instante, Asier apoyo una mano en la pared, envolviendo la mitad de su cuerpo ensupecho, mientras que la otra levantaba su barbilla paraquesusojosse encontraran
Ellamirabadesde amba, como si estuviera observando a una insignificantehormiga“Parece que tegustamucho estebaño,¿verdad?“, dijo enuntono roncoquesalió de su garganta.
Elaromaa sándalo que emanaba de él,ysu masculinidad,golpeabanfuertemente a Elia.
Ella recordó involuntariamente el beso de aquella mañana,sintiéndose débil.
Sus largas pestañas parpadearon involuntariamente, suvozsesuavizó:“Noesque meguste,es lo quedebohacer.”
Limpiar los baños erasutrabajo.
Asier se rio con desprecio. “Oh,¿es tu trabajo?Tienes una perspectiva únicade tutrabajo“.
Ella volvió porque habíaprobadolosbeneficiosla vezanterior.
Le gustaba veraloshombres?
20 le gustaba verlo a él?
*Sé muy bien mi lugar,nointentaréconseguir loquenodebería,Sr.Griera,¿podríassoltarme?”DijoElia, la presencia del hombre frenteaellaerademasiado abrumadora, especialmenteahoraque la tenía presionada contra la pared,sufuertemasculinidadse infiltraba encadaporo de supiel.
Sentiacomosi susangrefluyera ensentidocontrario, se sentía entumecida, débil, inclusosuvoz sonaba suave.
Realmente no lo había hechoapropósito. Antes de entrar,incluso había tosido deliberadamente para alertar a cualquiera que pudieraestaradentro. ¿Quién iba a saber que él estaría aquí?
Entró y él estaba allí,¿cómo podía ser su culpa?
Elia se rio nerviosamente, hablando,susojos cristalinos parpadeaban constantemente debido al nerviosismo y el miedo, sus pestañas como las alas deunamariposa inestables.
Suvoz, delicada como un susurro, arrastraba una débil melodía de temor, haciendo que su encanto fuera aún más cautivador. Parecía estar despertando algo en Astérconsu presencia ysuvoz.
La garganta de Asier se tensó, luego rápidamente recuperó sus pensamientos, manteniendo la cordura.
¡Esta mujer siempre estaba tentándolo!
Incluso cuando hablaba, intentaba provocar sus emociones.
Ella era realmente buena atrayendoalos hombres.
¿De lo contrario, cómo podría haber trastornado a toda la familia de Javier?
Já, realmente era una mujer astuta.
“Supongo que decir una cosa y hacer otra es tu especialidad, ¿no viniste aquí buscandoalgo?”La hermosa cara de Asier estaba fría como el hielo, pero su tond era suave como el agua.
Cuando Elia escuchó estas palabras,sesintió profundamente incomprendida.
Ella era solo una limpiadora, solo venía a limpiar.
Si no fuera por su jefe que le pidió que limpiara, realmente no querría venir aquí.
“No, yo… Yo realmente no…” Elia abrió mucho los ojosyse sonrojóantelas palabras de Asier. Asier lanzó una mirada a su rostro que se tornó rápidamente rojo, sus labiossecurvaron en una sonrisa burlona. Resopló, pensando que era muy fácil pillarla en una mentira. ¿Por qué si no, se estaría sonrojando?
La mirada de Asier era fría, sin rastro de calidez. Con suavidad, levantó el mentón de Elia, obligándola a mirarlo. Su voz sonaba agradable mientras decía:“Tu lengua dice una cosa, perotucuerpo responde sinceramente. Eso eres tú“. Luego, inclinó la cabeza y la besó suavemente en los labios.
Dicho esto,seinclinó y la besó suavemente en los labios.
Elia quería escapar, pero no podía. Su corazón latía con miedo al ver su rostro cada vez más cerca,su apuesto rostro se hacía más grande en su campo de visióny, nerviosa,cerró los ojos.