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¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia 340

Capitulo 340

Asier envolvió su brazo alrededor de la cintura de Elia, apretándola con fuerza. Su mano era como un gancho caliente que la mantenia firmemente sujeta. Ela se sentia aterrada Forcejeo y se retorció, su delicada piel se frotaba contra la palma de su mano, provocando una serie de chispas que eran a la vez agridulces y calientes, haciendo que el corazón de Elia temblara

Su beso era dominante y salvaje, lleno de rabia, presionando sus labios rojos, devorando su aliento, como si quisiera tragaria entera.

Su respiración profunda guiaba su respiración acelerada.

Elia sentia un miedo extremo. ¿Qué estaba haciendo Asier?

¿lba a forzarla como lo hizo hace cinco años?

Recordando el dolor de hace cinco años, que era como ser aplastada por un camión, Elia empezó a resistirse.

Levanto su mano para empujar su pecho.

Su camisa estaba abierta, mostrando sus abdominales fuertes y definidos, llenos de virilidad g2

En su pánico, aunque pretendia empujarlo, cuando su mano tocó su pecho firme y caliente, ese calor intenso se transmitió desde la palma de su mano

hasta su corazón.

Haciendo que su corazón temblara

Elia se sentia cada vez más en peligro, cada poro de su cuerpo se abría con terror y suavidad.

Cada celula de su cuerpo luchaba intensamente, estaba hirviendo de calor.

Los besos de Asier se volvian cada vez más dominantes, casi agotando su oxigeno.

En el ultimo momento, Elia le mordió el labio a Asier fuertemente.

Instantaneamente, un sabor metálico se extendió por su boca.

Asier se dio cuenta de que ella lo habia mordido, la sangre que le corria por su boca lo hizo retroceder un poco, entrando poco a poco en razón.

La empujó y se enderezó, limpiandose los labios, sus dedos se tiñeron de rojo brillante.

Ese color, contrastado con los ceños fruncidos de Asier bajo la luz del techo, como un cielo al atardecer, era extraño, oscuro y aterrador.

“Elia, acaso quieres morir!” Su voz profunda y ronca estaba llena de frialdad, mostrando su profunda rabia.

Elia, temporalmente liberada, retrocedió rápidamente hacia la esquina de la cama, pero sentia que ninguna parte era segura

Casi no podia respirar, y sus ojos estaban llenos de lágrimas. Sus labios hinchados por los besos estaban manchados con saliva y sangre, lo que los hacia ver particularmente atractivos.

Elia funció el ceño, jadeando y gritando: “Asier, yo no te debo nada. ¿Por qué debo hacer lo que quieras? Hace cinco años, si, me tuviste, pero tambien me regalaste una villa. Todo eso lo considerare como un trato justo! Ya no quiero tener nada que ver contigo, ¿qué hay de malo con eso?”

En estos dias, se sentia tan oprimida por su poderoso aura que casi no podia respirar.

La familia Griera la despreciaba y ella tampoco queria formar parte de la familia Griera. ¿No bastaba con que se mantuviera a distancia?

¿Por qué la forzaba a ser su mujer? Si ella no aceptaba, él no debía amenazarla ni hacerle la vida imposible

Durante este tiempo, siempre habia estado preocupada por su poder, temiendo que descubriera la existencia de los niños y tratara de quitarselos.

Por eso siempre le obedecia, esperando encontrar el momento adecuado para deshacerse de su presencia y huir con los niños.

Pero se sentia demasiado reprimida

Tenia que tener cuidado con todo lo que hacía y siempre tenia que escucharlo

Aun así, el la atacaba şin razón, sin tener en cuenta su dignidad.

Incluso la paciencia de Elia tenia un limite, y finalmente no pudo evitar estallar

Asier la miró con una mirada profunda mientras ella se enfadaba, apretando fuertemente los dientes y asintiendo lentamente con la cabeza.

Luego, con calma, se levanto de la cama.

Elia estaba sorprendida y tensa, pensando que se habia conmovido por sus palabras y que estaba dispuesto a dejarla en paz

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