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¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia 327

Capítulo 327

No entendia por qué Asier queria escuchar su opinión, le pedía que decidiera si firmar o no el contrato del concurso culinario?

¿Acaso Maribel también habia tomado decisiones así por él en el pasado?

Elia pensó durante mucho tiempo, pero no lograba entender las intenciones de Asier.

Asier, qué personaje tan peculiar, tan cambiante, tan dificil de entender.

Con un sentimiento de inquietud, logró llegar al final de su jornada laboral.

Después de eso, Asier no la buscó de nuevo.

Esto alivió un poco su estrés.

Cuando terminó su turno de trabajo, salió directamente de la oficina, no espero a que Asier se fuera como la primera vez

Primero fue al centro comercial a recoger el traje a medida, luego tomó el bus a casa g2

En el bus, sacó su traje para examinarlo, estaba muy satisfecha, era casi idéntico al que Sergio le había regalado la última vez.

Lo mejor de todo, este traje solo le costó unos pocos dólares.

Si hubiera comprado un traje de una gran marca internacional, podría haberle costado hasta veinte mil dólares!

Habiendo resuelto el problema con solo unos pocos dólares, Elia se llenó de satisfacción.

Pensaba que, efectivamente, cuantas más habilidades se tenga, mejor, tener muchas habilidades nunca está de más.

Cuando llegó a su edificio, desde lejos Elia vio a dos pequeñas niñas jugando con un cachorro

El cachorro estaba a poco más de un metro de las niñas, levantando su cabeza y ladrando fuerte, intentando mostrar su fuerza.

Las dos niñas, ambas de cuatro años, estaban frente a el

Inés, la de pelo corto y con overol, protegia a la niña detrás de ella con su mano, esa niña tenia dos trenzas y unas mejillas regordetas, era tra

Iria agarraba la ropa de Inés desde atrás, parecia un poco asustada.

Inés protegia a iria con sus manos y decia con su tierna voz “No tengas miedo Iria, yo te protegere.”

Después de eso, Inés también le ladró al cachorro con una voz aguda, tratando de demostrar que era más fuerte

Era una escena adorable.

El cachorro se asustó con la voz de Ines y dejó de ladrar, emitió un par de gruñidos bajos y corrió hacia un perro grande que estaba cerca. Ese era su madre, se acurruco con ella buscando consuelo

La perra lamió suavemente la cabeza de su cachorro.

Al ver esto, Elia no pudo evitar reirse y se acercó.

Justo despues de que Ines asustara al cachorro, se giró y acarició suavemente la espalda de Iria, consolandola: “No tengas miedo, yo te protegere.

“Inia, Inés, ¿qué hacen jugando aquí abajo? ¿Dónde está su abuela?” Preguntó Elia al acercarse.

Las dos pequeñas al escuchar la voz de su madre, la miraron de inmediato, sus grandes ojos brillaban mientras corrian emocionadas hacia ella.

“Mama”

“Mama”

Las dos se lanzaron a los brazos de Elia, Elia se agachó y las abrazó a ambas, luego les dio un beso en sus mejillas.

Ese olor a leche, esa suavidad, Elia se sentia en el cielo.

Regresar a casa todos los dias y poder besar a sus pequeñas, eso su la verdadera felicidad.

“Mama, Ines y yo bajamos a tirar la basura, la abuela está cocinando una deliciosa comida. Dijo Iria emocionada a Elia.

“Bueno, volvamos a disfrutar esa comida” Elia tomo sus manos y se dirigió a casa.

Al entrar, el aroma de la comida llenó el aire, Elia no había como al mediodía y estaba mareada de hambre.

Al oler la comida, su estómago rugio, estaba realmente hambrienta

Rapidamente fue a lavarse las manos en la cocina, agarró un plato y empezó a servirse

Rosalinda, al ver a Elia comer tan rápido, frunció el ceño y dijo “Mira como comes, pareces que no has comido en mucho tiempo.”

“De hecho, hoy no almorcé, me estoy muriendo de hambre “Dijo Elia con la boca llena

“Come, come, cuando termines we rápido al hospital a recoger a Vania y a su madre, hoy le dan el alta” Dijo Rosalinda

¿Por qué tengo que ir yo?” Preguntó Elia, confundida.

¿Acaso tu empresa no te cedió un auto? Ve a buscarlas en auto, para que Vania y su madre vean que nuestra Elia también puede conducir un cochazo, asi no podrán menospreciarnos!” Rosalinda aún recordaba la última vez que volvieron al pueblo, cuando Vania alardeo de su carro lujoso delante de todos, menospreciando a la familia de Elia que solo podía volver en tren

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