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¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia 301

Capítulo 301

“Es increible, tuviste cuatrillizos y cada uno se ve tan adorable, qué suerte tienes. El dueño admiraba sinceramente a Elia.

“Gracias.” respondió Elia con sinceridad.

“¿Ella es la menor de sus hermanos?” preguntó el dueño, mirando a Inés.

“Si, ella es la menor, la cuarta.” respondió Elia.

“Así que realmente es la más chiquita, mi hijo también tiene dos hermanas mayores. Parece que tienen el mismo gusto por los juguetes. Te propongo algo, veo que tu hija realmente le gusta ese broche, así que voy a vendértelo porque mi hijo lo encontró casualmente en la playa, solo te cobraré diez dólares, ¿qué te parece?” sugirió el dueño

Este broche era solo un juguete simple y viejo, además el hijo del dueño la encontró en la playa.

En realidad, no valia ni diez dólares, ni siquiera diez centavos.

Pero al ver la mirada ansiosa de Inés, Elia no quiso desilusionarla

Asi que Elia aceptó De acuerdo, lo compramos “g2

“Mama, quiero ese osito de peluche Iria tiró del vestido de Elia y señaló a un peluche..

“Mama, quiero la máscara de Spiderman” Joel también encontró un juguete que le gustaba.

Abel no dijo nada, pensaba que los juguetes de la tienda eran demasiado infantiles.

Solo le gusta jugar con su tableta, le encantaba descifrar códigos de todo tipo

“De acuerdo, mama se los comprará.” respondió Elia con ternura.

Después de escoger los juguetes que les gustaban, Elia pago y salieron de la tienda.

Normalmente, Rosalinda hubiese protestado porque gastaron dinero en juguetes, especialmente porque ese broche viejo/costaba un poco caro dado a su simpleza

Pero, hoy Rosalinda queria consentir a los niños, por lo que no protestó.

Iria abrazo su nuevo osito de peluche, pegó su carita a la del oso, estaba encantada.

Joel se puso la mascara de Spiderman, saltaba y estiraba los brazos, parecía un autentico Spiderman.

Ines, sostenia aquel broche de marfil que tanto le habia costado conseguir, lo miró durante mucho tiempo, finalmente lo guardó con satisfacción en su bolsillo

Al ver a sus hijos tan felices, Elia se sintió muy a gusto.

Cuando llegaron a la entrada del centro comercial, había un escenario con mucha gente alrededor Un anuncio sonaba. “Concurso del Festival de la Gastronomia Internacional, prueben y coman todo lo que quieran.”

Al escuchar esto, los ojos de Iria se luminaron, corrio hacia el escenario con una sonrisa en su rostro.

“Iria, despacio ” Elia, preocupada por si se perdia, agarró a Ines y apresuro el paso.

Joel y Abel siguieron a Rosalinda.

Iria se abrió paso entre la multitud y se adentró en el escenario, Elia e Inés la siguieron.

Inmediatamente vieron un largo buffet lleno de deliciosos platos.

El aroma de la comida llenaba el aire y hacia que se les hiciera agua la boca.

Inia estaba extasiada, señalando la comida con su pequeña mano regordeta, su rostro se puso rojo de la emoción y le dijo a Elia. “Mamá, quiero probar quiero probar todas esas cosas

Desde pequeña, Iria siempre ha tenido un gran interès por la comida.

Elia, con cariño, dijo: “Está bien, mamá te llevará.”

Una empleada se acercó a ellas y, con cortesia, dijo: “Hola, ¿quieren participar en el concurso de degustación de comida? Si se registran, pueden probar toda la comida que deseen”

¿Concurso de degustación de comida?

¿Que habilidad tenia ella para eso?

Justo cuando Elra estaba a punto de rechazar la oferta, Iria agarró su mano y saltó de la emoción: “Mamá, quiero probar la comida, quiero participar en el concurso!”

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