Capítulo 291
“¿A qué demonios de compañia te fuiste? Es fin de semana y aún hacen que los empleados se desvelen trabajando horas extra! ¡Dime el nombre de tu compañia, voy a buscar a tu jefe para tener unas palabras con éll” El tono de voz de Rosalinda estaba lleno de preocupación por Elia
Rosalinda solo sabia que Elia había dejado el Grupo Griera y había sido contratada por otra compañía con un salario más alto para el puesto de
secretaria.
No sabia que Elia había vuelto al Grupo Griera.
Elia sabia esto y rápidamente dijo: “Mamá, así es como funciona este mundo. Si el salario es alto, entonces la carga de trabajo tiene que ser alta, el trabajo y el salario son directamente proporcionales”
Al oir esto, Rosalinda comprendió y cambió su tono de voz, suspiro y dijo: “Tienes razón, si pudieras encontrar un buen esposo que te ayudara a mantener la casa, seria maravilloso. ¿Cuándo vas a volver? Hoy es sábado, los niños te extrañian”
“Mami, quiero ir a comer algo rico contigo” La voz infantil de Iria, llena de ternura, llegaba por el teléfono a los oidos de Elia
“Quiero ir al centro comercial a jugar contigo, mami Dijo Inés con alegria.
“Mami, ¿qué es trabajar horas extra? Ese jefe malo no te deja volver, lo odio” Dijo Joel con enojo.
“Mama, ¿ya casi terminas tu trabajo Podemos ir a buscarte para llevarte a casa?” Preguntó Abel, siempre tan considerado.g2
A través de la pantalla del teléfono, Elia sintió una ola de calidez. Estaba siendo amada y necesitada por sus cuatro hijos, se sentia verdaderamente bendecida, todo su cuerpo se sentia calido.
“Voy a volver en un rato, ustedes jueguen con la abuela un rato y esperen mi regreso, ¿vale?” Dijo Elia con voz suave.
S Los cuatro niños respondieron casi al unisono
“Mis amores, los amo.”
“También te amamos, mamil” Los cuatro niños respondieron al unisono, sus voces adorables casi derriten el corazon de Elia.
“Mi amor, hasta luego “Ella colgó el teléfono con una sonrisa
De repente, la puerta de la habitación detrás de ella fue pateada con fuerza.
El ruido era ensordecedor
Elia se sobresaltó, dejando caer su teléfono.
Se dio la vuelta y vio a Asier entrando con grandes zancadas, emanando una intensa presión, su mirada era aguda y severa, su rostro sombrio.
Al verio, el corazón de Elia se acelero
“¿A quién estás llamando mi amor?” Asier, furioso, se acercó y agarró su barbilla, levantando su cara.
Sus ojos estaban frios y furiosos, apretaba los dientes, ardia de rabia: ¿A quién estás llamando mi amor? ¡Habla!”
La noche anterior, el le había recordado quién era realmente su hombre.
Le habia prometido que no iba a tener más contacto con ningún otro hombre, pero ahora estaba hablando por teléfono con otro hombre, llamándolo ma
amor
¿Era realmente como su madre Faustina?
Pensando en su madre, y en su padre que murió trágicamente, la rabia en el corazón de Asier se intensificó, sus ojos ardian de furia.
Su agarre se endureció.
Elia sintió como si fuera a romperle la mandibula, las lágrimas rodaron por sus mejillas debido al dolor, agarro su mano con fuerza, intentando hacer que se relajara un poco, dijo con dolor “Solo solo estaba hablando por teléfono con mi madre.…….”
Sigues intentando engañarme?” Asier estaba completamente dominado por su ira
“No te he engañado Elia soportaba el dolor, su rostro se arrugaba de dolor
Asier finalmente soltó su agarre, asintió con la cabeza, tomó el teléfono de la mesa y se lo entrego: “Bien, vuelve a marcar el número, repite lo que dijiste
