Switch Mode

¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia 290

Capítulo 290

Asier agarró de un tirón el teléfono de las manos de Elia y empezó a teclear una serie de números en la pantalla.

Una vez que terminó, le devolvió el teléfono.

Elia miró fijamente el teléfono que el sostenia. Sus dedos eran largos y atractivos, con nudillos bien definidos. Aunque a Elia no le atraian especialmente las manos de los hombres, al ver las de él, su corazón empezó a latir más rápido sin que pudiera controlarlo.

Ahora comprendía cómo se sentian aquellos que se deleitaban observando unas manos bonitas, un par de manos atractivas realmente podían hacer que el corazón se acelerara.

Elia sintió que su corazón se desbocaba durante un instante, y rápidamente le quitó el teléfono de las manos.

En la pantalla del teléfono aparecia su número.

Elia pulso “guardar” y se dispuso a ponerle un nombre a su contacto.

Asier la observaba y, cuando vio que ella introducia el nombre “Sr. Griera“, su cara cambió mostrando un evidente descontento

Acababa de terminar cuando sintió una mirada helada sobre ella Levantó la cabeza y se encontró con los profundos ojos de Asier. Su mirada era como un agujero negro, como si pudiera tragarsela No pudo evitar sentir un cierto terror g2

No entendia por que, asi que pregunto en vaz baja Sr. Griera, hay algun problema?”

Asier la miro fijamente con una expresión helada, su rostro estaba tenso y parecía emanar una atmósfera opresiva.

Elia tuvo dificultades para respirar, no sabia que había hecho mal

“Si al contacto de Sergio le pusiste su nombre, ¿por qué me pusiste a mi como Sr. Griera? Elia, acaso no te hecho saber a quién perteneces? Asier le hablo con un tono amenazante y avanzo hacia ella.

Cada paso que daba hacia ella la asustaba aun más. “Lo siento, Sr. Griera, me equivoqué…

Cuando terminó de hablar, los ojos de Asier se volvieron aún más frios

Elia notó el cambio y se apresuró a decir “Asier, lo siento, cambiaré el nombre del contacto ahora mismo…”

Mientras hablaba, sostenia el teléfono con nerviosismo, cambiando el nombre del contacto. El aroma masculino de Asier era abrumador, como si pudiera envolverla y consumirla en cualquier momento.

Elia estaba tan asustada que sus dedos temblaban al teclear.

Afortunadamente, el nombre de Asier no era dificil de escribir, y ella lo cambió rápidamente. Levantó el teléfono y le mostró la pantalla, incluso con un tono un poco orgulloso, dijo: “Mira, ya lo cambié.”

Asier echo un vistazo a la pantalla del telefono donde aparecía su nombre, luego miró a Elia. Su rostro estaba rojo debido a la tensión, y sus ojos claros estaban llenos de miedo, claramente asustada.

Se puso de pie y dijo friamente: Ten cuidado en el futuro, no me hagas recordarte a quién perteneces.”

Elia asintió repetidamente “Lo sé, lo entiendo.”

De todos modos, lo primero era calmar su estado de ánimo.

No podia enfrentarse a el, de lo contrario, podria castigaria severamente a su manera.

Respondió rápidamente, y Asier parecia satisfecho. La miro profundamente y luego salió de la habitación.

Cuando la puerta se cerro, Elia finalmente pudo respirar aliviada. Por ahora estaba a salvo.

Esa noche, no se atrevió a dormir en la cama y tuvo que acurrucarse en el sofá.

Al principio, estaba en alerta, pero debido al cansancio, finalmente se quedo dormida.

De repente, el sonido del teléfono la desperto.

Abrio los ojos y vio que ya habia amanecido, Cogió el teléfono, deslizó el botón de respuesta y, frotándose los ojos adormilados, dijo perezosamente.

Hola?”

¿Donde te metiste toda la noche, maldita mocosa? ¿Estuviste trabajando hasta el amanecer? La voz de Rosalinda llegó fuerte y clara desde el otro lado del telefono

Elia se despertó de golpe, respondiendo con cierta culpabilidad: “Si, si, eso fue lo que pasó.“

Comment

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Options

not work with dark mode
Reset