Capitulo 177
La sensación calida y firme se transmitió de su mano a su corazón, lleno de virilidad
El corazón de Elia saltó, su pulso latia como una pelota rebotando en su pecho, lleno de pánico, miedo, inquietud y terror.
Temia que lo que ocurrió hace cinco años volviera a suceder
No pudo apartarlo, solo pudo morder fuertemente su labio.
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Asier soltó un gemido de dolor, la soltó, levantó la vista y vio sus labios hinchados por los besos.
Sus ojos grandes y claros estaban llenos de lagrimas, parecia vulnerable, mostrando su lado más femenino.
Esto lo llevó a querer abrazaria fuertemente
Elia estaba llena de pánico, retrocedió rápidamente, tratando de mantener su distancia con Asier.
Sin embargo, su brazo la agarró fuertemente por los hombros, con tanta fuerza que ella no podia moverse, mucho menos retroceder.
Forcejeó un par de veces, incapaz de liberarse, solo pudo levantar la vista, mirándolo con rabia: “Asier, sueltame! Entras a mi habitación en medio de la noche y haces esto, sabes que es ilegal!”
¿Cómo podria forzarla sin su consentimiento?
Asier levantó la otra mano, su pulgar rozó su labio, manchado con sangre roja fresca.
Ella acababa de morderle el labio!
Esta mujer, tan cruel, siempre le gustó morder.
Sus ojos reflejaban la sangre roja en la punta de su dedo, como un demonio.
Sonnio por el rabillo del ojo, su voz era profunda: “Aclarate, esta es mi habitación, tú estás durmiendo en mi cama, ¿no querías dormir conmigo?”
“Y ademas la miró friamente, fue tú quien me abrazó la pierna y me beso”.
Ella se sorprendió, sus ojos se abrieron de par en par
Al recordar el sueño que tuvo hace un momento, finalmente se dio cuenta.
Lo que estaba abrazando no era a Iria, sino la pierna de Asier!
No es de extrañar que sintiera que algo no andaba bien.
Abrió los ojos, asustada y avergonzada, levantó las manos para alejar las de Asier de sus hombros, tratando de empujarlo y escapar de él.
Riendo nerviosamente para distraerlo: “Ahh, estaba soñando, no sabía que esa era tu pierna, además esta habitación me la preparo Luisa para quedarme, no sabia que era tu habitación, me voy ahora, me voy ahora…”
Asier vio a traves de sus intenciones de inmediato.
¿Queria escapar de el?
No podia permitir tal cosa
Tiro de ella con fuerza, acercandola aún más a él, abrazándola como si fuera un peluche, su voz profunda resonó sobre su cabeza “A donde piensas ir? El fuego que encendiste, tú misma lo tienes que apagar, esas son las reglas, ¿entiendes?”
El rostro de Elia estaba pegado a su cuerpo firme, sintiendo claramente los músculos de su abdomen, sus mejillas se sonrojaron de vergüenza.
“Solo soy una chica normal, no entiendo tus reglas, eres generoso, despreocupado, justo, desinteresado, asi que déjame ir”.
Las cejas de Asier se alzaron un poco. Esta mujer, era tan directa al hablar.
Las hijas de las familias nobles actúan como si fueran clones robotizados, todas eran elegantes, nobles, llenas de aire aristocratico, pero esta mujer es mucho mas interesante
Asier se rio: “¿Qué tipo de chica normal eres?”
“Yo soy Elia estaba a punto de hablar.
En ese momento, alguien tocó suavemente la puerta y entr
Luisa tenia en sus manos un plato de sopa caliente, aún humeante