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¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia 167

tulo 167

Elia era delgada y con curvas, llenaba el ambiente de un exotismo único, poseía una mezcla honesta y tentadora, era el tipo de mujer que los hombres adoraban

Pero Janet, tanto su apariencia como su figura eran muy normales, quedaba en segundo plano al lado de Elia.

Janet tuvo que aceptar esta realidad y suspiro: “El Señor Griera es tan guapo y un hombre tan excelente, no sé qué mujer tendrá la suerte de tenerlo en el futuro”

La recepcionista agregó: “Definitivamente no serás tú, mejor céntrate en tu trabajo, ¿o acaso no viniste a ganar dinero?”

Janet frunció el ceño y se metió en el baño con un aire de desilusión.

Tras escuchar su conversación, Elia se secó el sudor de la frente. Aun no estaba claro quién sería el futuro amor del Señor Griera, pero ella sabia perfectamente quién había sido su amor en el pasado.

Después de que todos se fueron, Elia tomó el ascensor hasta el piso superior.

Su tarea hoy era limpiar el piso superior

Originalmente, tenia que limpiar todo antes de que Asier comenzara a trabajar cada día, pero hoy se retrasó debido a Janet.

Asier ya habia comenzado a trabajar, y su oficina aún no estaba limpia.

Después de limpiar todas las áreas, Elia finalmente llegó a la oficina de Asier.

Pensó que, como ya era hora de salir del trabajo, Asier no estaria en su oficina. Pero para su sorpresa, cuando abrió la puerta, vio a Asier sentado en su escritorio leyendo documentos

Inconscientemente contuvo la respiración, entró sigilosamente, limpió la mesa, trapeó el suelo, tratando de no hacer ningún ruido, no queria molestarlo. Después de limpiar todo, tuvo que limpiar el escritorio, eso era parte de su trabajo, si no lo hacia, y la gerencia descubría su fallà, le descontarian parte de su sueldo

Mientras limpiaba la mesa con la cabeza gacha, la presencia de Asier estaba a solo unos centimetros de ella, parecia como si le estuviera rociando la cabeza con su aroma de madera y virilidad.

El potente olor a hormonas masculinas, lleno de tensión sexual, la envolvia.

El familiar aroma a madera, sumado a la presión que ejercia su presencia, hizo que el corazón de Elia empezara a latir rápidamente, su corazón bullia incontrolablemente como agua hirviendo.

Antes, Elia no sabia que Asier era el hombre de aquella noche hace cinco años

Ahora que lo sabia, y estaba tan cerca oliendo su aroma, las imagenes de aquella noche de hace cinco años empezaron a aparecer en la mente de Elia

Era un recuerdo tan fresco, como si fuera ayer.

Su rostro se puso rojo de repente. Su corazón latia cada vez más rápido, como el de un caballo corriendo a toda velocidad en la autopista, con los cascos golpeando el asfalto una y otra vez

L

Elia se sintio nerviosa, limpió la mesa rápidamente, no se atrevió a levantar la cabeza, se dio la vuelta para irse.

“Espera

Detras de ella, la voz profunda de Asier resono.

Inconscientemente, Elia se detuvo, con una mano sosteniendo la fregona, y la otra presionando su palpitante corazón, tratando de calmarse.

Con una sonrisa forzada en su rostro avergonzado, se volteo de frente a Asier,

“Señor Griera, necesita algo más?”

Asier abrió un cajón, sacó algo y lo puso sobre el escritorio, lo empujó hacia adelante un poco, “La proxima vez, no lo dejes tirado”

Elia miró fijamente, era un colgante en forma de nube, el colgante era de color verde jade, mostrando una textura transparente, a causa del uso frecuente, además del brillo verde jade, también desprendia una cualidad calida y lustrosa

Los ojos de Elia brillaron.

¡Ese era el colgante que habia perdido hace cinco años!

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