Capítulo 1501
Liuva dejó a un lado su orgullo y dignidad, suplicando y engañando, chocando a propósito y recolectando basura, no había trabajo que no hubiera hecho.
Aun así, vivia con el estómago más vacio que lleno.
Si quería cambiar su vida, ¡necesitaba una gran cantidad de dinero!
Incluso si Elia no tenía tanto, Ramiro, siendo un hombre de negocios, seguro que sí!
¿Diez millones?
Esa Liuva de verdad que no tenía vergüenza al hacer esas peticiones, Elia se quedó de piedra y también pensó que Liuva era demasiado ingenua.
¿Cómo iba Ramiro, que apenas la conocía, a darle diez millones así nada más?
“Liuva, yo no tengo ningún tipo de relación con el Sr. Ramiro, ¿cómo va a darme diez millones solo para que te los dé? Sé realista, debemos agarrar lo que podamos. Si me sueltas, te daré doscientos mil, es todo lo que he ahorrado.” Elia peleaba por su vida.
En ese momento Liuva estaba con la mente muy alterada, su mano temblaba de odio sosteniendo el cuchillo, y con un mal movimiento podría cortarle la garganta a Elia.g2
Elia no podía morir, especialmente no a manos de Liuva.
Hacía tres años que no veía a sus cuatro pequeños tesoros, los extrañaba hasta la locura. Si no podía verlos antes de morir, se iría de este mundo con el corazón roto..
Ella creía que sus cuatro pequeños también la extrañaban.
“¡Trato hecho! ¡Te doy los diez millones, pero suéltala ya!” La voz angustiada de Ramiro sonó justo después de que Elia terminara de hablar.
Ramiro seguía con las manos en alto, sin acercarse ni retroceder, sus ojos usualmente sonrientes ahora estaban llenos de tensión y preocupación, mientras afirmaba con seguridad a Liuva.
Liuva se detuvo por un momento, soltó una risa fría y le dijo a Elia: “Eres igual que antes, una hipócrita. Decías que no querías nada que ver con Asier, y sin embargo, siempre lo seguías como una sombra, haciéndote indispensable para él. Ahora dices que no tienes nada que ver con Ramiro, pero seguro que ya han compartido cama más de una vez. ¡Si no fuera así, cómo iba a ofrecer diez millones por tu vida sin pensarlo!”
Mientras hablaba, Liuva presionaba el cuchillo contra el cuello de Elia con más fuerza.
La piel blanca y delicada se iba cortando de poquito, y la sangre empezaba a brotar por el filo de la hoja, causando una escena una visión escalofriante.
Elia frunció el ceño de dolor y contuvo la respiración, temiendo que Liuva aplicara más presión y acabara con su vida.
“No te exaltes, ¿cuál es el número de tu cuenta bancaria? Te haré la transferencia ahora mismo, suéltala, por favor…” Ramiro estaba tan nervioso que su respiración se agitaba y sus palabras salían atropelladas.
“Diez millones es muy poco, ¡quiero cien millones!” De repente, Liuva pensó que diez millones no serían suficientes para el resto de su vida y subió la apuesta.
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Capítulo 1501
“Yo…” Ramiro estaba a punto de hablar cuando una voz baja y cortante interrumpió.
“¿Qué tiene ella de especial para valer cien millones?”
Elia vio a Cecilia empujando una silla de ruedas, y en ella se encontraba un hombre guapo y de mirada gélida.
¡Era Asier!
Su mirada penetrante pasó por alto a Elia y se fijó en Liuva, detrás de ella. Sus ojos desprendían desprecio y frialdad, provocando una presión insoportable para cualquiera que lo mirase.
Elia notó cómo la mano de Liuva con el cuchillo temblaba más y más, mientras decía con pánico y rabia: “¡Si no me das cien millones, le corto la garganta ahora mismo! ¡Esta mujer despreciable desaparecerá de este mundo para siempre!”
“¡Hazlo, te doy valor, mátala ya! Total, es una pieza descartable, su presencia en este mundo es molesta si te deshaces de ella me estarías haciendo un favor.” Asier habló con frialdad.
Capítulo 1502