Switch Mode

¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia 1486

Capítulo 1486

Al ver esos ojos tan parecidos a los de Orson en su pequeña, y contemplar su carita adorable y regordeta. Jimena no pudo evitar que su sonrisa desapareciera de golpe, dejando solo el pánico y el miedo.

La niña parpadeó con sus grandes ojos redondos y miró fijamente a su mamá. Jimena se agachó para estar a su altura de su pequeña y le dijo con seriedad: “Orson es un extraño, no lo conozco y ustedes no tienen ninguna relación con él. Mamita no va a hablar más de ese hombre.”

Jimena hablaba con seriedad y firmeza.

Elia no sabía si reír o llorar.

¿Jimena, estás segura de que no estás confesando sin querer? Pensó Elia.

Menos mal que los dos pequeñitos niños de Jimena apenas tenían dos años, aún eran inocentes y no entendían de esas cosas, no eran como los cuatro genios de Elia.

De lo contrario, con solo esa frase de Jimena: “Ustedes no tienen ninguna relación con él“, los niños podrían haber adivinado la identidad del hombre.

Adora, con la cabecita inclinada y sus ojos brillantes, dijo con ternura: “Mamita, habla de él, te pones tan feliz cuando lo haces, me gusta verte feliz.”

“¡A mí también me gusta verte feliz, mamita!” Fred, con un juguete de Transformers en la mano, corrió hacial Jimena y le dijo con seriedad.g2

Los dos pequeños la miraban con tanto amor que Jimena se sentía derretida por dentro. Acarició con cariño sus cabecitas y dijo con una sonrisa: “Siempre que mis tesoros estén con mamita, sanos y felices, yo estaré feliz.”

“Sí, siempre estaremos contigo, seremos tus tesoritos siempre“, respondieron Fred y Adora al mismo tiempo, con un adorable acuerdo.

Eran tan sinceros y encantadores, como dos pequeños pingüinos. Derrochaban tanta ternura, que daban ganas de pellizcar sus mejillas suaves y redonditas.

“Está bien, mamita siempre hará todo lo posible para protegerlos, ahora déjenme hablar con Elia y ustedes vayan a jugar“, dijo Jimena.

Los pequeños, obedientes, se tomaron de la mano y se tambalearon hacia la sala de juegos.

Jimena se volvió seria y le dijo a Elia: “Menos mal que detuviste a Orson, de lo contrario, se habría descubierto todo.”

“¿Cómo supo que vivías en este barrio?” preguntó Elia con curiosidad.

“La última vez, en el Hotel de la Capital, me encontré con él, se ofreció a llevarme a casa y lo rechacé. Resultó que me siguió hasta aquí y casi se encuentra con Fred y Adora. Ese día casi me muero del susto,” explicó Jimena.

“¿Él te siguió? ¿Será que siente algo serio por ti?” Elia notó algo diferente en la actitud de Orson hacia Jimena, como si no fuera solo un juego.

“Qué va, ¿él sentir algo serio conmigo? Tiene una prometida y aun así quiere jugar conmigo. ¿qué crees que pretende?” dijo Jimena con desdén.

No podía olvidar la imagen de Orson y Priscila juntos en una cama tres años atrás.

Era una espina clavada en su corazón para siempre.

Capitulo 1486

*Jimena tiene razón.” dijo Daniel, saliendo de la cocina; acababa de poner a cocer un caldo de gallina y se sentó frente a ellas. “Orson cree que Jimena y yo estamos casados, probablemente no hará nada indebido. Jimena, solo debes asegurarte de que no descubra a los niños y con el tiempo, seguro que él dejará de

acosarte.”

Elia parpadeo sorprendida: “¿Orson cree que ustedes están casados?”

Miró a Daniel y luego a Jimena. Ese malentendido era algo nuevo para ella.

En todos esos años. Daniel y Jimena siempre habían sido solo amigos.

“Fue una coincidencia que me siguiera hasta aquí y se encontró con Daniel volviendo a casa. Se hizo la idea él solo, no tiene nada que ver con nosotros,” aclaró Jimena.

“Bueno, ustedes sí que saben cómo manejar las cosas.” dijo Elia levantando el pulgar.

A pesar de creer que Jimena ya estaba casada con Daniel, Orson seguía preocupándose por ella,

merodeando cerca de su casa y enviándole regalos. Era algo que no pasaba desapercibido.

Capitulo 1487

Capítulo 1487

Comment

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Options

not work with dark mode
Reset