Capítulo 1481
Fabio se atragantó y no se atrevió a hablar más.
A pesar de que en su corazón se sentia indignado por lo que le sucedía a Elia, no podía arriesgar a su propia familia.
Después de dar instrucciones a los sirvientes, Benjamín agregó: “Sin hacer ruido, arreglen todas las pertenencias de Elia y échenlas fuera de la Villa Serenidad.”
“Háganlo con cuidado, si Asier se entera de algo, será culpa de ustedes“, añadió Benjamin.
Aprovechando que Asier aún estaba confinado a la cama y no podía moverse a su antojo, Benjamín quería borrar sin ruido todo rastro de Elia en la Villa Serenidad.
No podía permitir que Asier siguiera pensando en Elia. Esa mujer era una calamidad, y si Asier mantenía esperanzas, cualquier otro incidente en el futuro podría no ser tan afortunado como para salvarse de nuevo.
Elia terminó sus exámenes y corrió de vuelta a la Villa Serenidad.
En los últimos días, los ojos de Asier se movían a menudo, mostrando signos de que podía despertar en cualquier momento.g2
Ella quería regresar al lado de Asier lo antes posible para evitar que él despertara y no la encontrara. Al llegar a la puerta de Villa Serenidad, dos guardaespaldas vestidos de negro la detuvieron: “Señorita, a partir de ahora, mejor no vuelva a la Villa Serenidad“, dijo uno de ellos con una expresión impasible.
Elia sintió un peso en el corazón y preguntó nerviosa: “¿Por qué?”
“Esa es la voluntad de Asier, nosotros solo acatamos órdenes“, contestó el otro guardaespaldas.
¿La voluntad de Asier?
Elia se sobresaltó, pero luego una oleada de alegría la inundó: “¿Asier despertó? ¿Está despierto, verdad?”
Elia se sintió muy contenta de que Asier finalmente había despertado.
Ella sabía que Asier despertaría en esos días, pero no esperaba que fuera antes de lo que había imaginado.
Con urgencia intentó pasar, pero el guardaespaldas extendió su brazo bloqueando su camino: “Señorita, ya le hemos advertido, no debe volver a la Villa Serenidad.”
“Déjenme entrar solo por un momento, solo para verlo. Si él todavía quiere que me vaya, no me quedaré, me iré enseguida“, intentó negociar Elia con los guardaespaldas.
“No es posible, Asier no quiere verla bajo ninguna circunstancia“, la voz del guardaespaldas era firme y decisiva.
“¿Por qué?” Elia no entendía, había cuidado de Asier durante tres años, esperando todos los días que despertara, y no podía creer que lo primero que él hiciera al despertar fuera echarla.
“No sabemos, solo cumplimos órdenes“, respondió el guardaespaldas de manera fría e implacable.
Elia frunció el ceño, sintiendo una desazón interna, y luego dijo: “Mis maletas están adentro, déjenme recogerlas y me iré.”
De cualquier forma, ella quería ver a Asier y hablar con él cara a cara para aclarar las cosas.
“Sus maletas están aquí, llévatelas“, el guardaespaldas sacó una maleta de detrás de la pared del patio y se
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Capitulo 1481
la entregó a Elia para que se fuera.
¿Habían empacado sus maletas también?
El corazón de Elia se sintió afligido, y un dolor profundo y denso brotó desde dentro.
Capitulo 1482
Capítulo 1482
