Capítulo 1475
Después de terminar su clase virtual, Elia volvió al lado de la cama de Asier, que estaba postrado en la cama y contempló su hermoso semblante. Se inclinó y depositó un beso en su rostro, susurrándole: “Asier, buenas noches…”
Luego, salió de la recámara principal y se fue a dormir a la habitación contigua.
Al día siguiente, el Dr. Díaz volvió para tratar a Asier. Justo después de colocar las agujas de acupuntura, llegó Cecilia.
Cecilia detuvo al Dr. Díaz antes de que se marchara y preguntó: “Dr. Díaz, quería saber, ¿cómo está Asier? ¿Cuándo despertará?”
El Dr. Díaz miró con preocupación hacia Elia, ya que no conocía a la mujer que tenía delante y no era correcto hablar del estado de un paciente con una extraña.
Elia asintió sutilmente, dándole permiso al Dr. Díaz para hablar sobre la situación de Asier.
De cualquier manera, si Cecilia no le preguntaba al Dr. Díaz, se lo preguntaría a Benjamín, y Benjamín terminaría contándole sobre Asier.
Si eso sucediera, Benjamín podría pensar que Elia se lo tomaba demasiado personal, creyendo que era la señora de Villa Serenidad y mostrándole a Cecilia una actitud despectiva.
Con el consentimiento de Elia, el Dr. Díaz le dijo la verdad a Cecilia: “Está mejorando, debería despertar en dos meses.“g2
Dicho eso, el Dr. Díaz se fue cargando su maletín de medicinas.
Cecilia le agradeció con la mirada mientras él se alejaba.
Cuando el Dr. Díaz partió, Cecilia se dirigió a Elia y dijo: “Elia, también te agradezco a ti, por cuidar de Asier incansablemente en mi lugar.”
¿Cuidar de Asier en su lugar?
Esas palabras se clavaron en el corazón de Elia como agujas, causándole un dolor inquietante.
Cecilia parecía culta y elegante, siempre hablando de manera impecable, pero siempre lograba hacer que Elia se sintiera incómoda.
Elia respondió: “Cuidar de Asier es un favor que le pedí a don Benjamín, no estoy ocupando el lugar de nadie. ¿No has comido aún? Acaban de preparar la comida en la cocina, ¿por qué no comes algo con nosotros?”
“No, gracias, voy a subir a ver a Asier y luego tengo que ir a clase.” Cecilia rechazó la invitación de Elia para comer y subió las escaleras hacia la habitación de Asier.
Fabio intentó detenerla y dijo. “Señorita, el señor ya está descansando.”
Durante esos años, aparte de Elia y los sirvientes de Villa Serenidad, nadie más había entrado en la habitación de Asier.
Esa señorita tampoco había/visitado a Asier antes, ¿y ahora que escuchaba que pronto despertaría, venía a mostrar su preocupación?
Cecilia no le prestó atención a Fabio y continuó sin mirar atrás: “Solo voy a echar un vistazo, no lo molestaré.”
06:29
Capitulo 1475
Fabio miró a Elia con una expresión de disculpa, no había podido detener a Cecilia
Elia, al recibir la mirada de culpa de Fabio, lo tranquilizó: “No te preocupes, we a hacer tus cosas.
Cada día, el Dr. Díaz acudía a tratar a Asier y Cecilia siempre aparecía. Vela cómo el Dr. Diaz terminaba su tratamiento, y una vez que se iba, Cecilia miraba a Asier y se marchaba.
Cecilia visitaba a Asier con el permiso de Benjamín, y Elia no podía decir nada al respecto.
En un abrir y cerrar de ojos, pasaron dos meses.
Elia cuidaba de Asier con esmero todos los días, y conforme se acercaba el momento de su despertar, Asier comenzó a mostrar signos de movimiento autónomo. A través de sus párpados cerrados, se podía ver que sus ojos se movían, indicando que podía despertar en cualquier momento.
Elia estaba más atenta que nunca, cuidando de Asier con la esperanza de ser la primera persona que él viera al abrir los ojos.
Capítulo 1476