Capítulo 1432
Hacia tres años que Asier no daba señales de vida, y en ese momento, finalmente, algo había cambiado. Era un logro monumental, y Elia, conmovida hasta las lágrimas, sentia una emoción abrumadora.
Ella sostenia los hombros de Asier, intentando cruzar su mirada con la suya, pero la cabeza de él seguia colgando, sin mostrar signos de sostenerse por si misma.
Las manos de Elia temblaban ligeramente. Con una mano mantenia su hombro y con la otra apoyaba su rostro, levantando levemente su cabeza para poder mirarlo de frente.
A través de sus lágrimas borrosas, vela a Asler con los ojos cerrados, su rostro apuesto y tranquilo, sin mostrar cambio alguno.
La esperanza que habla brotado en el corazón de Ella se hundió de repente.
Todo lo que tenia delante le decía una cosa: Asier aún no habla despertado.
Su corazón emocionado comenzó a serenarse, y su respiración agitada se fue calmando poco a poco.
Elia lo acostó en el suelo con delicadeza y se puso de pie. Luego, ayudó a Asier a levantarse, pudiendo ver claramente cada contorno de su cuerpo.
No se habia equivocado, Asier verdaderamente habla reaccionado.g2
Por lo menos, ya mostraba signos de consciencia masculina.
Era un avance significativo.
Mientras hubiera progreso, habría esperanza.
Conteniendo su emoción, Elia llevó a Asier hasta la bañera y lo dejó sumergirse en el agua caliente. Vertió el gel de baño y sin dejar nada por fuera, comenzó a bañarlo cuidadosamente.
Frotaba su espalda mientras el vapor del agua empañaba el ambiente. El calor enrojecia las mejillas de Elia, y su corazón latia fuerte y rápido.
No solo por el calor del baño, sino también por la timidez.
Una mujer y un hombre solos en un cuarto, y en una situación tan intima, ¿cómo no iba a sentir vergüenza Elia?
A pesar de enfrentarse a esa situación todos los días, le resultaba imposible mantener la calma.
“Asier, ¿te estoy frotando muy fuerte? ¿Te duele la espalda?” Elia le hablaba como si él pudiera responderle.
Aunque no recibia respuesta, seguia charlando incansablemente con Asier, como habia hecho cada dia durante los últimos tres años.
“Me preocupa que te pique la espalda, por eso te froto con más fuerza.” Elia continuaba hablando sola.
“Asier, tranquilo, te prometo que voy a hacer que te despiertes.” dijo Elia, mientras la humedad asomaba a sus ojos y su determinación se fortalecia.
Antes no estaba segura, pero ese dia había sentido profundamente el cambio en Asier, lo había visto con sus propios ojos. Su cielo, que se había oscurecido con el tiempo, volvia a brillar con esperanza.
Al día siguiente, Elia tomó su coche y se dirigió a la empresa de Jimena.
Jimena estaba sentada frente a su computadora dibujando diseños cuando de repente alguien tocó su mesa.
Levantó la vista y al ver a Elia, no pudo evitar gritar de sorpresa: “Elia, qué sorpresa verte aqui en la empresa!”
¡Era tan inesperado, tan emocionante!
Se sentia como si hubiera ganado en importancia en el corazón de Elia.
“Shh, más bajo, no vayas a molestar a tus compañeros.” le recordó Elia con preocupación.
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Capitulo 1432
Jimena siempre había sido despreocupada.
“Oh, vamos a la sala de descanso para hablar,” dijo Jimena, tomando de la mano a Elia y llevándola hacia alli.
Se apresuro a servirle un café.
Elia le dijo: “Jimena, no te preocupes por eso, siéntate. Tengo algo importante que decirte.”
“Prueba este café de grano lavado que traje de casa, dijo Jimena mientras le ponia la taza delante a Elia.
“¿Hoy no tenia Orson que encontrarse con el doctor Diaz?” Elia fue directa al grano; su única preocupación era curar a Asier y todo lo demás le interesaba poco.
“Le mandé un mensaje esta mañana. Me dijo que se encontrarian para cenar a las cinco de la tarde. Además, nos dijo que no nos metiéramos en ese asunto, que el convenceria al doctor Diaz.” le informo Jimena a Elia.
Capitulo 1433