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¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia 1404

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Capítulo 1404

“Señor Salcedo, hoy tengo otras compromisos, charlamos otro día El Dr. Diaz se detuvo un momento, le dedicó una sonrisa cortès a Drson y entró al ascensor.

Orson se quedó parado en la entrada del elevador, sin seguirle, con una sonrisa picara en su rostro que, en ese instante, parecia más seria: “Está bien, entonces contactaré al Dr. Diaz otro dia, usted siga con lo suyo.”

Apenas terma de hablat, las puertas del ascensor se cerraron.

“¡Ay, Dr. Diaz. “Jimena se acercó, a punto de decir algo cuando las puertas se cerraron, cortando su vista hacia el Dr. Diaz

Al ver que el ascensor bajaba, Jimena, molesta, empujó el brazo de Orson: “¿Qué te pasa? Sabías que vinimos a buscar al Dr. Diaz y lo dejaste it”

El brazo de Orson se balanceo por el empujón, y él la miró con esos ojos traviesos y llenos de insolencia: “Jimena, hace tres años que no te veo y sigues siendo igual de irreverente, ¿eh?”

“¿Irreverente yo? Orson, ¿te crees muy importante como para criticarme? Jimena lo miró de reojo con insatisfacción.

“Ustedes sigan, yo me voy bajando.” Elia vio que Jimena y Orson, ese par de viejos amigos, se reencontraban con una mezcla de celos y nostalgia, intercambiando miradas que delataban un cariño profundo, aunque solo se lanzaran indirectas.

Elia pensó en darles espacio para que estuvieran solos y decidió no estorbar más.g2

Justo cuando Elia terminó de hablar, otro ascensor llegó al piso y ella entró y cerró la puerta tras de sí.

Orson apenas le dio un vistazo al ascensor y, con aire despreocupado, volvió a mirar a Jimena, entrecerrando los ojos, y dijo: “La primera vez que me viste, me pediste mi WhatsApp, querías conquistarme, ¿y ahora ni siquiera puedes resistirte a un doctor que ya pasó los cincuenta? Jimena, ¿tan desesperada te has vuelto después de tres años?”

Al ver a Orson, los sentimientos ocultos en el corazón de Jimena cobraron vida, y una intensa añoranza la invadió.

Deseaba abrazarlo en ese instante, pero su cordura frenó su impulso.

Ante sus palabras aún despreocupadas, Jimena respondió con un bufido de indiferencia: “Al principio me atrajo tu apariencia, pero me alejé por tu carácter. Ahora, me interesa el carácter del Dr. Díaz, y en cuanto a la apariencia, puedo superarlo, ¿acaso no puedo?”

Ella dijo eso a propósito para provocar a Orson, fingiendo que ya no tenía interés en él.

Pero solo ella sabía que en el momento en que lo vio, su corazón, que había estado sumido en el letargo durante tres años, volvió a latir con fuerza.

Sin embargo, ya no eran los mismos tiempos, ya no podía actuar caprichosamente y perseguir a quien deseara.

El paso de los años había hecho crecer a Jimena.

Cuanto más madura se vuelve una persona, más capaz es de controlar sus impulsos, de pensar antes de actuar, en lugar de hacer lo primero que se le viene a la mente.

“¿Qué dijiste? ¿De verdad te gusta el Dr. Díaz?” Orson se enfureció con las palabras de Jimena y se acercó a ella con su esbelta figura.

“¡En estos tres años, seguro te han gustado muchos hombres!”

Orson, el segundo hijo de la familia Salcedo, llevaba consigo un aire de nobleza, algo innato que lo hacía imponente.

Cuando se enojaba, esa imponencia se intensificaba.

Se acercó a Jimena, y con su presencia, la hizo retroceder hasta que sus talones tocaron la pared detrás de ella, sin lugar a dónde huir.

Orson apoyó sus manos en la pared, encerrando a Jimena entre la pared y su cuerpo.

Bajó la cabeza para mirarla, viendo su mezcla de pánico y desafío.

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Capitulo 7404

Jimena había adelgazado desde la última vez que la vio, su cintura era más delgada, pero parecía que otras partes de su cuerpo se habían vuelto más rellenas.

Capítulo 1405

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