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¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia 1394

Capítulo 1394

Al ver que Benjamin estaba a punto de marcharse, Elia se puso nerviosa y estaba a punto de levantarse para pedirle que se quedara, pero Maximiliano se puso de pie primero.

Le dijo a la espalda de Benjainin: “Elia le dio a Asier cuatro hijos, y encima cuatrillizos, eso ya es un milagro en si mismo. Si ella puede crear milagros, estoy convencido que, si ella cuida a Asier, también podrá hacer que ocurra otro milagro.

Maximiliano acababa de insinuar sutilmente el propósito de la visita de Elia, pero ahora había declarado abiertamente el motivo por el cual él y Elia habían venido juntos.

Benjamín, con los nervios en la punta de la piel, se estremeció violentamente, se detuvo y se giró, sus ojos turbios destilaban ira mientras le decía a Maximiliano: “¿Sabes lo que hizo ella antes? Ella intentó golpear la cabeza a Asier con un objeto, y si no hubiera sido por alguien que se interpuso, Asier ya estaría en estado vegetativo.”

La respiración de Benjamín se volvía más pesada, y su enojo crecía mientras hablaba..

“Como ella vio que no había tenido éxito esa vez, ideó trucos para hacer que Asier fuera a buscarla a Pueblo Saurí, donde un muro derrumbado le golpeó la cabeza, dejándolo igualmente en estado vegetativo. ¡Que Asier haya terminado así es completamente culpa suya, fue un acto premeditado! Y tú me dices que la deje cuidar de Asier, ¿no es eso como enviar a Asier directamente a su última morada? ¡Cof, cof, cof…!”

Benjamín hablaba con tal indignación que, llevado por la rabia, comenzó a toser incontrolablemente.

“Benjamín…” Maximiliano estaba a punto de acercarse para sostenerlo.

Bruno entró rápidamente desde afuera, llegando antes que Maximiliano para sostener a Benjamín, le daba palmadas en la espalda para tranquilizarlo y decía: “Abuelo Benjamín, no se altere. Antes de esto, el señor Griera me había pedido que investigara lo sucedido en el set de grabación. Detrás del telón, es imposible ver con claridad lo que está adelante, y aunque hubiera un agujero en la tela, desde el lugar donde se maneja la grúa no se podía ver nada a través de ese orificio. Cuando el señor Griera me pidió que investigara, ya quedó demostrado que lo de Elia fue un accidente, no fue intencional.“g2

Bruno había escuchado lo que Benjamín decía al entrar y se apresuró a entrar para sostenerlo y también para aclarar el malentendido de aquella ocasión.

Desde que regresaron del hospital aquella vez, Benjamín había dado una orden terminante a Bruno de no tener contacto con Elia ni atender sus llamadas, con la advertencia de que sería despedido si se descubría que había desobedecido aunque fuera una vez.

A Bruno no le preocupaba ser despedido, lo que le asustaba era que, si lo despedían, también perdería la oportunidad de visitar a Asier en el hospital.

Había estado con Asier durante tantos años, y aunque Asier tenía sus momentos de mal humor, Bruno sabía que en realidad era frío por fuera pero cálido por dentro, y trataba muy bien a sus empleados. Al lado de Asier, Bruno había aprendido mucho y había obtenido un salario que no habría podido conseguir en otro lugar.

Pero lo más importante era que, después de tantos años como asistente personal de Asier, Bruno había llegado a considerar a Asier como a un hermano, con un lazo emocional inquebrantable.

Incluso sin salario, quería estar al tanto de la situación de Asier en todo momento.

Por eso, no podía permitirse ser despedido.

Elia se había puesto en contacto con él solo para saber noticias de Asier. Si él no podía estar cerca de Asier y enterarse de su estado de primera mano, ¿cómo iba a poder informar a Elia?

Bruno sabía lo que era más importante, así que obedeció y no tuvo contacto con Elia.

Ni siquiera respondió a las llamadas de Elia.

Lo hacía para poder quedarse en el Grupo Griera. Ahora que Asier estaba gravemente herido y en coma, no solo tenia que ocuparse de los asuntos de la compañía, sino que también venía ocasionalmente a la casa de la familia Griera para ayudar a Benjamin.

Capítulo 1394

Aunque estaba muy ocupado, al menos estaba al tanto de la situación de Asier.

Al escuchar la explicación de Bruno, el corazón agraviado de Elia se sintió un poco aliviado, y su tensión comenzó a aflojarse ligeramente.

Pero aun así, observaba a Benjamín con el corazón apretado.

Ella sabía que lograr que Benjamín la aceptara y le permitiera cuidar de Asier sería difícil.

Pero por más difícil que fuera, no quería rendirse.

Benjamín respiró hondo, intentando calmar su aliento, y con un leve gesto de su mano, indicó a Bruno que ya no necesitaba seguir dándole palmadas en la espalda.

Sin embargo, su respiración seguía siendo débil y jadeante, y su deterioro físico era evidente a simple vista.

Capítulo 1395

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