Capítulo 1378
Rayan le extendió la mano a Vania con una expresión fría y autoritaria. No estaba pidiéndole permiso, sino que se lo estaba exigiéndoselo.
En ese momento, Vania reaccionó como si la hubieran pinchado, con una cara de conmoción, tristeza y rebeldía.
Le echó un vistazo a la mano que Rayan le ofrecía y, de repente, escondió la perla detrás de ella, diciendo con agitación: “¡Esto era de mi madre, no te lo voy a dar! ¡Voy a hablar yo misma con Maximiliano para aclarar las cosas!”,
Dicho esto, Vania se dio la vuelta y echó a correr.
Rayan se apresuró a seguirla.
Detrás de él, Elia, que habia estado abrumada por la tristeza, ahora estaba completamente sacudida al enterarse de que era la hija de Maximiliano. Su cuerpo no pudo sostenerse más, la cabeza le daba vueltas y empezó a ver estrellas, incapaz de mantener su cansado cuerpo de pie, se desplomó hacia adelante.
Rayan, con el rabillo del ojo, vio cómo Elia caia y rápidamente volvió sobre sus pasos para atraparla. Al ver que Elia tenía los ojos cerrados y que su cuerpo estaba completamente relajado, estaba claro que habia perdido el conocimiento.
“¡Elia, despierta!” Rayan exclamó con urgencia.
Intentó sacudirla suavemente, pero ella no reaccionaba.g2
Preocupado, la levantó en brazos y se dirigió rápidamente al hospital.
Elia era el amor de la vida de Asier, y si le pasaba algo, incluso si Asier despertaba, sufriría
enormemente.
Así que Rayan no podia permitir que Elia sufriera ningún daño.
Al llegar al hospital, Rayan entró corriendo por el pasillo de emergencias y gritó: “Doctor, rápido, traigan a un doctor, alguien se ha desmayado!”
El médico de emergencias, que no habia descansado ni unos minutos, fue sacado de nuevo por la llamada urgente.
Al ver a Rayan sosteniendo a una mujer cubierta de sangre, el médico preguntó con sorpresa: “¿Esta paciente ha estado sin atención médica desde que se lesiono?”
El médico era el mismo que había tratado a Asier antes y la había visto cubierta de sangre esperando fuera de la sala de emergencias. Pensó que era sangre del paciente lo que la había manchado, sin darse cuenta de que ella estaba herida.
¿Podría ser que la sangre que cubría su cuerpo fuera suya y que hubiera entrado en shock por la pérdida de sangre?
“No es que haya estado lesionada hasta ahora, sino que ha sufrido un dolor tras otro en el corazón. Las heridas externas son visibles, pero las internas no,” le dijo Rayan al médico.
Los golpes y conflictos continuos son difíciles de manejar para cualquier persona.
Que Elia haya aguantado hasta ahora ya era un limite.
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Capitulo 1378
El médico, comprendiendo la situación por lo que Rayan había dicho, le pidió que pusiera a Elia en la camilla y la empujó hacia la sala de emergencias.
Rayan
vio cómo Elia era llevada a la sala de emergencias y cuando la puerta se cerró, él levantó la mano y observó la sangre que tenía, después se dirigió al baño para lavarse las manchas de sangre.
Sacó su teléfono móvil y llamó a Maximiliano.
“Señor Maximiliano, he encontrado la perla, pero una mujer me la ha quitado. Si ella va a buscarlo, no le crea, solo recupere la perla,” dijo.
Como ambos eran zorros viejos en el mundo de los negocios, Maximiliano no le preguntó mucho, ya entendia lo que Rayan le había dicho.
Dijo que sí y colgó el teléfono.
Rayan volvió a la puerta de la sala de emergencias, que seguía cerrada.
Se quedó allí esperando, pero su mente estaba inquieta.
Anteriormente, había fallado en su cuidado, lo que causó que Maximiliano tuviera un incidente desagradable en el gran hotel. Él le habia prometido a Maximiliano que le devolvería la perla intacta.
No esperaba que, en el momento más crítico, la perla fuera robada.
