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¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia 1375

Capítulo 1375

Era una tristeza que le había dejado la garganta rasposa.

Ryan había llegado junto con Benjamin y los demás, y se suponía que se fueran juntos.

“Cuando le llamaste a Bruno, yo estaba justo a su lado y escuché que Asier estaba en peligro, asi que vine con ellos. Ahora se han ido a hacer todo lo posible por salvar a Asier. Si yo me hubiera ido también, no hubiera servido de nada.”

Ryan le hablaba con una calma aparente.

Elia levantó su rostro lleno de lágrimas hacia él, sintiéndose ansiosa y ternerosa, pero al mismo tiempo llena de esperanza, le preguntó: “¿Lo van a curar, verdad?”

Asier no podia morirse, simplemente no podía.

Era una persona tan fuerte, ¿cómo iba a morirse?

No quería que él muriera…

“Eso no te lo puedo asegurar, pero sé que harán todo lo que esté en sus manos,” le respondió Ryan a Elia.g2

Benjamín solo tenía a Asier, lo había formado con todo su empeño y dedicación, y además, Asier era nieto más querido. Seguramente haría uso de todos sus contactos y poder para salvarlo.

En cuanto al resultado, no quería aventurarse a especular.

Al oír que Ryan decía que Benjamin haria todo lo posible por Asier, Elia se sentia inundada por un torbellino de emociones, aliviada y esperanzada, pero también angustiada y sofocada..

Aliviada porque Benjamin haria todo lo posible por Asjer.

Esperanzada porque quería que Asier se recuperara.

Angustiada porque Asier, que siempre había sido tan fuerte e invulnerable, habia resultado herido tratando de salvarla.

El sentimiento de culpa que Elia llevaba en su corazón era indescriptible.

a su

a perla

Estaba al borde de la desolación y no se dio cuenta de que la mirada de Ryan se habia fijado en la p que colgaba de su cuello.

“¿De dónde sacaste esa perla?” Ryan no pudo contener su curiosidad por más tiempo y le preguntó. No había seguido a Benjamin precisamente porque queria conocer el origen de esa perla.

Elia se sobresaltó un poco, inicialmente no había escuchado su pregunta.

Habían estado hablando de Asier y de repente Ryan había cambiado de tema para preguntarle por la perla. El cambio de tema había sido tan rápido que le costó seguirle el ritmo.

Siguiendo la mirada de Ryan hacia su cuello, bajó la vista para ver la perla al que se refería.

Elia intentó reprimir el malestar que le oprimía el pecho y le respondió con voz tan serena como pudo: “Era de mi madre, un recuerdo suyo.”

“¿Un recuerdo de tu madre?” Ryan parecia aún más confundido.

Elia asintió: “Después de que mi madre falleció, estaba ordenando sus cosas y me encontré este

colgante de perla entre sus cosas. Me pareció que era una antigüedad, así que decidi quedarmelo”

El resto de las joyas las había vendido y el dinero lo había depositado en la cuenta de su tia Josefina.

Pero esta perla era algo que su madre, por más difíciles que fueran las circunstancias, nunca habia querido vender.

Pensó que debía de ser muy importante para su madre, así que decidió llevarla consigo.

“¿Tu madre, cuando era joven, conocía a Maximiliano Guzmán?” Ryan miró a Elia con una intensidad en sus ojos y una voz llena de emoción.

“¿Maximiliano Guzmán?” Elia se mostró un poco confundida, pero luego recordó.

Maximiliano era un respetado anciano al que Asier admiraba, incluso lo había llevado a conocerlo.

Era un hombre afable y bondadoso.

Y además, un empresario exitoso.

¿Su madre habría conocido a Maximiliano?

Elia no estaba segura.

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