Capítulo 1342
La gente seguía llegando para hablar de su madre.
El dolor en el corazón de Elia se intensificaba con cada visita, como si ya tuviera clavado un cuchillo, y cada persona que venia lo empujaba más profundo, intensificando el dolor. Luego llegaba otra persona, pisando de nuevo sobre la herida, hundiendo la hoja aún más, partiendo en dos el ya desgarrado corazón de Elia.
El dolor era tan fuerte que ya no podía soportarlo.
Con ira y resentimiento, Elia se puso de pie de un salto, con la mirada feroz y enfadada, encaró a Liuva: “¡Lárgate de aquí, no quiero que sigas hablando de tu maldito padre!”
Furiosa, avanzó para empujar a Liuva hacia la salida.
Ni siquiera quería escuchar el nombre de Gabriel Gallardo ahora, jese hombre era despreciable, sucio y condenable!
Estaba a punto de ser sentenciado a muerte, jera como un acto de justicia divina!
Pero morir asi, tan fácilmente, era demasiado bueno para él. ¡Debería ser despedazado por caballos, sometido a una muerte lenta, implorando por la vida y sin poder encontrar la muerte!
Liuva retrocedió tambaleante por el empujón de Elia, y enseguida se enfureció. Ella siempre había vivido en la gran ciudad, mientras que Elia había crecido en un lugar remoto y pobre, con un aire de miseria.g2 Ella consideraba muy por encima de Elia, quien no tenía derecho a tocarla. Pensaba que incluso el mero contacto podria transmitirle esa pobreza.
Con un gesto de su mano, Liuva esquivó el toque de Elia y le gritó enfadada: “No me toques! Elia, vine porque te tengo lástima, para darte la cara y contarte la verdad sobre la muerte de tu madre.”
“Mi mama murió en un accidente de tráfico, ¿qué otra razón podría haber?” Elia, con una furia ardiente,
fulminó a Liuva con la mirada.
“Ah sí, ¿acaso no escuchaste lo que determinó la policía de tránsito sobre el accidente? Fue Rosalinda quien se estrelló contra el camión por su propia voluntad. Rosalinda fue la única culpable. Aunque esté muerta, el conductor no tiene ninguna responsabilidad”, le dijo Liuva con desdén.
El corazón de Elia se estremeció, sus ojos se abrieron de par en par, atónita: “¿Qué dijiste?”
Sentía un frio que empezaba a crecer en su interior, una inquietud que se hacia presente.
Josefina se levantó de su asiento: “Chica, ¡no puedes ir por ahí diciendo esas cosas sin más!”
Todos en el pueblo sabían que Rosalinda habia muerto en un accidente de tráfico, no había otra razón.
¿Cómo podía Rosalinda suicidarse?
Liuva sacó su celular, buscó la página del informe oficial de la policía de tránsito y se lo mostró a Elia: “Mira por ti misma.”
Aunque Elia no quería creerle a Liuva, sus ojos se dirigieron involuntariamente hacia la pantalla del celular.
Los cuatro pequeños se dieron cuenta de que Elia estaba mirando el celular de Liuva y se apartaron para permitirle ver mejor.
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Capitulo 1342
Josefina también se acercó.
El anuncio oficial confirmaba que Rosalinda se había estrellado de repente, y que el conductor habia intentado frenar, pero no pudo detenerse a tiempo.
Era un suicidio.
Al leer esto, un frio recorrió la espina dorsal de Elia, dejándola paralizada en el lugar, con las palmas de las manos frías.
Josefina también inhaló una bocanada de aire frío y retrocedió dos pasos, se veía visiblemente afectada.
Rosalinda siempre había valorado la vida, era optimista y positiva, ¿cómo podria haberse suicidado?
¿Qué había pasado?
¿Qué era lo que había vivido Rosalinda?
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