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¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia 1287

Capítulo 1287

Al escuchar la mención de sus cuatro hijos, los ojos de Rosalinda se iluminaron, y su corazón se llenó de calidez al pensar en ellos. Pero luego recordó que los niños estaban con su padre, y que no podía verlos cuando quisiera. Eso le bajó el ánimo de nuevo,

Después de comer, Elia y Rosalinda empezaron a empacar sus cosas, preparándose para partir.

Ramiro tenia la intención de acompañarlas, pero Elia le dijo: “Tu pierna no está bien, mejor vuelve a tu habitación a descansar. No te esfuerces subiendo y bajando.”

“¿Ya pidieron un taxi?” preguntó Ramiro, preocupado por cada detalle.

“Si, ya está pedido,” confirmó Elia.

“Entonces está bien, no las acompaño para no causarles más problemas,” dijo Ramiro.

Elia, llevando la maleta con ruedas, y Rosalinda entraron al ascensor y llegaron al vestibulo del hotel.

Al llegar a la recepción, Elia entregó la tarjeta de la habitación y su documento de identidad, diciendo: “¡Queremos hacer el check-out!”

tono

Recordó la llamada que había hecho al mostrador pidiendo que cambiaran las sábanas, y el despectivo y arrogante de la persona al teléfono, por lo que estaba molesta. Se suponía que viajar era para disfrutar, pero parecia que los aires de superioridad la seguían a todas partes, arruinando el ánimo.g2

La recepcionista, al oír el tono molesto de Elia, la miró de reojo y con gestos impacientes comenzó a procesar su salida.

Elia

ya tenía una opinión formada sobre la empleada, y el verla tan impaciente solo empeoró las cosas. Con una ira que apenas podía contener, Elia dijo friamente: “Si sigues con esa actitud, llamaré para quejarme de ti y de este hotel.”

“Señora, ¿en qué momento he tenido una mala actitud? ¿No estoy procesando su salida en este mismo instante?” replicó la recepcionista con una frialdad irritante.

Elia estaba a punto de encararse con ella cuando Rosalinda se acercó y la agarró del brazo, diciendo: “Déjalo, terminemos con esto y vámonos rápido.”

Menos es más, y ya habian tenido suficientes complicaciones por hoy.

Rosalinda solo queria volver a un lugar familiar cuanto antes.

Por la intervención de Rosalinda, Elia lanzó una mirada fulminante a la recepcionista y decidió no seguir

discutiendo.

Finalmente, la recepcionista terminó el proceso de salida y le devolvió el documento de identidad a Elia.

Tomándolo, Elia dejó ir una frase cargada de resentimiento: “Ahora ya pueden dársela al señor ese.”

Dicho esto, arrastró su maleta y se marchó.

Rosalinda se apresuró a seguirla, diciendo a su lado: “La gente de aqui tiende a aprovecharse de los forasteros, hay que aguantar un poco.”

“Mamá, no entiendes,

mientras caminabato no es solo cuestión de los locales contra los forasteros, dijo Elia, enojada

¡Esto era cosa de Asier! ¡El queria forzarlas a dejar la habitación para sacar a Rosalinda, mientras él se

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Capitulo 1287

quedaba con la misma, para poder arrastrar a Elia a su interior sin excusas!

Y así, no tendría motivo para echarlo, ya que él podría alegar que la habitación era suya.

Este hombre, no solo era astuto en los negocios, sino que también era meticuloso y manipulador en los pequeños detalles. Desde el incidente en el agua hasta el asunto de la habitación, todo se debía al desprecio que Asier sentía por Rosalinda.

Su aversión era casi tan visible como si la llevara escrita en la frente.

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